Capitulo 11

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-¿Hermano, te sientes bien?-

-Príncipe, no se mueva llamare ahora mismo al médico- Buppha salió corriendo en ese momento.

Gun se sentía mareado pero aun así se puso de pie a una velocidad increíble, el segundo príncipe rápidamente trato de apoyarlo con sus brazos pero Gun se soltó inmediatamente.

-Ese estúpido general, va a saber quien soy yo, voy a matarlo, no tendré la mas mínima compasión, se metió con la persona equivicada...- Gun hablaba y hablaba mientras caminaba pero mientras mas se alejaba mas se perdía.
-¡Este maldito lugar es enorme!- se quejo

-¡Hermano espérame!- gritaba el segundo príncipe. -te llevare donde quieras ir, solo esperame- para el segundo príncipe estaba resultando muy extraña esta situación su primer hermano conocía cada rincón del palacio, desde que era un niño el Rey y su madre lo dejaban ir y venir a su antojo pero ahora parecía un tonto sin rumbo.

Al escuchar lo que dijo el segundo príncipe, Gun finalmente se detuvo y le presto atención. 

-¿Dónde queda la enfermería?- El segundo príncipe no pudo ocultar su asombro ya que si había algún malestar con algún miembro de la realeza, los medicos irían personalmente hasta sus habitaciones pero dado que el principe se había desmayado hace tan solo unos minutos era normal que él mismo buscara ayuda.

-Ah si, si. Sigueme- instruyó el segundo príncipe no quería perder tiempo, era de total conocimiento que el príncipe heredero era una persona arrogante y pocas veces había pedido ayuda a alguien. Cuando decidió buscar a su primer hermano en lo único que pensaba era molestarlo un poco y quizá hacer que pierda la paciencia pero el muy tonto se había desmayado y ahora lo estaba ayudando.

-Listo, llega...- no pudo terminar de hablar porque Gun abrió la puerta de un tirón.
El general yacía pacíficamente dormido cuando sintió un fuerte golpe en todo su estómago, el segundo príncipe miro atónito lo que estaba sucediendo.

-Tú maldito cobarde, vas a pagar, te voy a matar ahora mismo- Off era una persona fuerte, con brazos y piernas bien formadas y una condiciones física excelente pero dado que su cuerpo había sufrido algunas heridas solo podía soportar los golpes del niño malcriado.

El segundo príncipe miro la escena con incredulidad, si su primer hermano quería acabar con el general lo único que tenía que hacer era tomar su espada y cortarle el cuello pero ahora estaba haciendo un gran alboroto.

El ruido alerto a los médicos y curanderos quienes rápidamente entraron al pequeño cuarto, cuando miraron la escena todos se taparon la boca y se limitaron a mirar. Nadie podía cuestionar los métodos del príncipe heredero.

Besos en tiempos de guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora