Capítulo 12

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-¡¿Que esta pasando aquí?!- la aguda voz del Rey resonó en toda la habitación y fue cuando Gun finalmente se detuvo.

-¿Hijo que se supone que estas haciendo?- pregunto el rey.

-Quiero matar a este cobarde- respondió Gun sin vacilación, el rey Sheng frunció el ceño confundido mientras daba grandes pasos hacia el príncipe

-¡Bájate ahora mismo de ahí, eres el príncipe heredero y no puedes comportarte de una manera tan vergonzosa!- no había la mas mínima vacilación en su tono lo que hizo que Gun inmediatamente pusiera sus pies en el piso.

-Sal de aquí en este momento, hablaremos de esto después. Win, tu también vete- el rey Sheng no miro a ninguno de sus hijos pero el tono con el que hablo hizo que sus corazones sintieran el verdadero frío.

Off permanecido inconsciente y ahora sus heridas habían empeorado gracias al príncipe heredero.

-Revisen nuevamente las heridas del general y una vez que despierte llevenlo hacia mi- cuando el rey dio la orden inmediatamente se fue.

El médico y sus ayudantes rápidamente trataron las heridas, quitaron vendajes que se habían suelto y los reemplazaron por unos nuevos y limpios, volvieron a cocer algunos cortes de sus brazos y finalmente limpiaron unas cuantas manchas de sangre.

-¿Que pudo haber pasado para que el príncipe heredero se comporte de esa manera?- pregunto Somchay a Somsak, este par de hermanos llevaban trabajando mas de 20 años como ayudantes en el palacio y jamás habían visto ese tipo de comportamiento en el príncipe.

-No lo se pero no olvides que a veces sus métodos para tratar con personas indeseables varia según su estado de animo, quizá encontró un nuevo método de tortura-

-Tienes razón es mejor no pensar ni inmiscuirse es sus asuntos, podríamos ser sus próximas victima- cuando el medico escucho a sus asistentes hablar no pudo evitar sentir escalofríos. Hubo una vez que por accidente había rosado el rostro del príncipe mientras curaba una herida leve en su cabeza, se había disculpado y arrodillado por su atrevimiento pero el príncipe tenía tan mal temperamento que no dudo en azotarlo cien veces en la espalda, gracias a eso había permanecido dos meses en cama.

-Es mejor que no hablen a su espalda si por accidente los escucha no podre hacer nada para salvarlos- dijo el medico. Los dos asistentes inmediatamente dejaron el tema a un lado, era mejor vivir en paz.

Ahora que su vida se volvió un caos por culpa de otra persona y Gun no pudo hacer justicia, su estado de animo variaba entre enojado y triste. Buppha quien había llegado a su lado no sabía que hacer para que su estado animo mejore.

-¿Príncipe, le gustaría dar un paseo?- finalmente dijo ella con cautela. Pero Gun estaba absorto en sus pensamientos -Fue mi culpa lo que sucedió, cuando iba por el medico me encontré con su padre le dije lo que sucedió, él lo encontró y regaño-
Gun guardo silencio y Buppha se sintió mas culpable.

-Esta sirvienta sabe que se equivoco, puede castigarme- a su corta edad ella sabía como se castigaba cuando alguien cometía un error, aun no lo había vivido pero lo había visto una vez.

Gun apretó las manos y sin el mas mínimo cambio en su rostro camino arrastrando a Buppha.

La pequeña niña sintió como su corazón se hundía y sus ojos se enrojecían, sabía que en algún momento viviría ese tipo de agravio, pensó que el príncipe heredero era una buena persona pero lamentablemente se había equivocado, se había dejado llevar por la falsa amabilidad que le había mostrado.

Cuando Gun se detuvo soltó la mano de Buppha y ella cayo de rodillas esperando el dolor.

-Que estas haciendo, ponte de pie- con los ojos enrojecidos la pequeña hizo lo que le dijeron.

Gun estaba confundido miro a Buppha unos segundos y sintió que algo andaba mal.

-¿No dijiste que daríamos un paseo? sácame de aquí-  Buppha levando la cabeza mirando de un lado a otro, su corazon pudo volver a latir con tranquilidad, pero cuando se dio cuenta donde se encontraba no sabía si reír o llorar.

-Príncipe, usted no puede salir del palacio- dijo ella firmemente.

Cuando Gun estaba molesto o triste un buen paseo siempre lo animada y despejaba su mente para poder pensar mejor las cosas y ahora resulta que no puede salir.

-El palacio es lo suficientemente grande y usted puede ir a cualquier lugar- Gun dio una vuelta completa, a decir verdad el lugar era grande pero eso no quitaba el hecho de que estaba encerrado en cuatro paredes. -Podemos ir al estanque de peces, a la villa de las flores, al manantial o las aguas termales- recito Buppha, no se escuchaba mal pero Gun quería salir del palacio y sentirse libre.

-Si quieres salir puedes hacerlo, de todos modos nunca obedeces las reglas- el segundo príncipe apareció de pronto animando la idea.

Gun estaba decido a salir no solo para despejar su mente también estaba curioso por saber a que lugar había llegado y que lo había traído hasta ahí.

-Bien, entonces vamos- dijo Gun. La cara de Buppha se puso gris, si alguien se enteraba de que los dos príncipes habían salido del palacio ella sufriría las consecuencias. No podía contradecir al príncipe así que solo podía seguirlos.

-Primero tenemos que cambiarnos la ropa, no podemos llamar la atención- Dijo Win e inmediatamente guió a su hermano para ponerse algo menos llamativo.

Gun vistió un conjunto de ropa color azul, aun era algo llamativo pero no tanto como lo que llevaba puesto hace un momento, Win opto por un conjunto de color rojo.

-Se ven como dos jóvenes nobles de familias ricas- comento Buppha, Gun le sonrió pero Win le dedico una mirada de desprecio que le hizo agachar la cabeza.
Cuando todo estuvo listo los tres salieron bajo las instrucciones de Win, no salieron por la puerta principal si no que lo hicieron por la puerta de empleados para no alertar a los guardias.

-Parece que haces esto a menudo- le dijo Gun a Win mientras caminaban.

-Solo cuando necesito un respiro de la persona que dice que mas me ama- respondió.

El sol brillaba en lo alto y se respiraba un aire puro que poca veces había sentido en su mundo, todo era completamente nuevo para Gun, había carrozas que eran arrastradas por caballos, pequeños puestos que vendían diferentes cosas en las calles y mucha, mucha gente caminando.
Después de mirar y caminar por mucho tiempo Gun noto que el pueblo se veía un poco viejo y la gente cansada, los niños que deberían jugar y ser felices parecían muñecos sin vida y bastante flacos. Algo no cuadraba en esta vista, el palacio era grande y ostentoso lleno de cosas de alto valor. Gun imaginaba que si el palacio era así la vida afuera debería ser prospera.

Besos en tiempos de guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora