Capitulo 5

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Primera misión

Habían pasado unos meses desde que formaron su escuadrón.

Y a pesar de que Rokuro no había entablado conversación alguna con Roy, Yukie o Ranmaru, había formado un vínculo estrecho con los tres.
Cada entrenamiento, cada momento juntos, todo había desembocado en que el niño pelirrojo les tomara cierto aprecio.
Por su parte, Ranmaru se había vuelto un hábil tirador, diestro con el rifle de tirador y hábil pistolero, un genio del Clan Shirokami, los cuales si bien eran reconocidos por ser diestros y prodigos maestros elementales, dejando a los no usuarios como simple peste dentro del clan, poco se hablaba de su talento innato para el combate.
Finalmente de las tres promesas de central siete, la que más potencial tiene de los tres, Yukie, había no solo cambiado su relación de compañeros y nada más con Rokuro, a ser amigos, si no también había hasta cierto punto superado el odio que le tiene a cierto antepasado del mismo y que solía recalcar al pelirrojo de vez en cuando.
Junto a eso, llegó el innegable incremento en su poder. Había recreado varias técnicas de su elemento perdido en el paso de los siglos, el hielo, al igual que también había creado un par que si bien, aún tenían un enorme margen de mejora, por tecnisismo estaban perfectas para su uso en combate.

Y finalmente Roy decidió que su equipo estaba listo para recibir su primer misión…

—Bien, el día de hoy los traje aquí, a la armería, para que elijan o manden a forjar su arma— afirmó mientras se colocaba su gorra de general y cerraba por completo su gabardina, dándole un aspecto misterioso e imponente.
Ranmaru no lo dudo y agarró un rifle de tirador junto con una pistola de aspecto extraño, doble cañón y al parecer cartuchos de tamaño reducido, una escopeta de mano en otras palabras.
Yukie por su parte, al no depender del uso de armas de larga distancia, decidió irse por el cuerpo a cuerpo y agarró un par de dagas de hoja ligeramente más larga de lo normal, sin llegar a ser sables, pero tampoco eran dagas convencionales.
El único que no agarró un arma fue Rokuro, quien parecía sumergido en la vista de tantas armas —¿Qué esperás? No seas tímido— animó Roy con tranquilidad.

Rokuro lo pensó unos segundos y se acercó al guardia y encargado de la armería, quién le miro atentamente. Le hizo una seña para que se le acercarse y le hizo su pedido con un tono tan suave que incluso bajo el silencio total que se hizo nadie le escuchó, nadie más allá del encargado.
No tardó en ir a una sección específica de la armería y regresar con una colección de armas arrojadizas.
Kunai, Shuriken, Tomahawk e incluso agujas senbon —Estas armas tienen metal reactivo a energía elemental con el fin de proporcionar un mayor rango de acción para los que las usan, de la forja del señor Yuchijiro y con una dedicatoria especial para su linaje, aunque no veo problema en permitir que las uses, después de todo, se les da a las grandes promesas también— explicó.
Rápidamente recogió un juego de 48 Kunai y se quedó estático pensando en como llevarlos. Un brazalete fue puesto en su muñeca, con un extraño patrón de símbolos, muy intrincado —Se llaman runas de almacenamiento, pocos las usan ya, pero son demasiado útiles— explicó.
Rokuro le asintió y le sonrió ligeramente.
—No hay de qué— dijo.

El avión se movía por encima del campo de batalla. Técnicas elementales, disparos, de todo se podía ver allí abajo. Todo ésto visto desde la ventana por Rokuro, el cual estaba visibles ansioso. Cerrando y abriendo sus puños, hasta incluso cualquiera aseguraría que se estaba ahogando en su propia sed de sangre. Roy solo pudo reírse por lo bajo, Yukie suspiró y se le acercó a Rokuro, el cual le miró confuso. Ella le abrazo torpemente y le acaricio suavemente el pelo —No vas a luchar tu solo, te seguimos— afirmó ella mirándolo a los ojos, el rojo carmesí de pupila rasgada, lleno de sed de sangre, choco con el brillante par de ojos verdes que irradiaban una fría y confortante calma.
Su sed de sangre mermó un poco y se vió un poco más relajado.

—Yo les cubro la espalda, Roku será el líder— afirmó Roy con calma, apretando un botón para abrir la compuerta trasera del avión, los cuatro se prepararon y se lanzaron al combate.

Roy se adelantó en la caída libre —(Bien, vamos a presumir un poco)— pensó a la vez que liberaba energía elemental de fuego y —(Fénix en picada)— las llamas lo envolvieron y tomaron la forma de un fénix, a la vez que aceleraba su caída.

Rokuro le hizo un par de señas a Yukie —¡Ranmaru, subete a la espalda de Denkō!— tradujo y como pudieron ambos se subieron en su espalda casi como si fuese un caballito —Nos va a impulsar cuando estemos cercan del suelo usando elemento viento y vamos a salir volando— avisó.

—¡Bien!— Ranmaru afirmó y rápidamente armó un plan de ataque —Yo lanzó granadas a las líneas enemigas y tú lanza un núcleo elemental de hielo— ofreció su plan.

Se acercaron peligrosamente al suelo y Rokuro rápidamente liberó una poderosa onda de elemento viento que frenó suavemente su caída e impulso a sus dos compañeros.
Aterrizó de pie y miró como tanto sus aliados como sus enemigos se le quedaron viendo. Se giró y miró directo al bando enemigo, les apuntó y las granadas reventaron junto al núcleo elemental entre sus filas. El batallón enemigo se sacudió en pánico total ante las bajas que sufrieron y trataron de emprender su retirada.
Rokuro no tardó en encender sus garras en elemento fuego y se abalanzó impulsandosé con elemento viento para mejorar su velocidad. Rápidamente inició una cruda masacre, descuartizando y degollando a quién se le cruzará. Tenía una enorme sonrisa de pura satisfacción, podía matar a su gusto y placer, lo estaba disfrutando demasiado.

—¡Denkō!— la voz de Yukie llegó desde detrás de el, se giró y vio un enorme dragón de lava dirigirse a el. El hielo formó un grueso muro y su compañera llegó a tiempo para cubrirle la espalda —Ranmaru retrocedió en nuestras filas— avisó. Los enemigos viendo que tenían la ventaja numérica los rodearon. Soldados de infantería y algún que otro aprendiz de maestro elemental —A mi señal— dijo ella.
Rokuro canalizó sus dos tipos de energía en sus garras, en cantidades tan grandes que el brillo naranja y el brillo verdoso cubrió sus manos por completo.
Los ojos de Yukie brillaron en un celeste blanquecino intenso y —¡Ahora!— exclamó ella.
De su lado, Rokuro alzó y bajo bruscamente sus manos, provocando un rugiente y masivo vórtice de llamas el cual arrasó con las líneas enemigas frente a el. Yukie a la vez que sucedía eso, liberó un potente pulso de elemento hielo, provocando que del suelo se alzaran picos de hielo que empalaron a los soldados enemigos de su lado.
—Eso fue… desgastante— dijo Yukie con el cansancio evidente en su voz.

Las tropas aliadas avanzaron y se dividieron para escoltar a los dos recién llegados a una zona segura.

Con su primera misión de avancé concluida, se llevaron el honor de sobrevivir a su primera incursión en Territorio hostil y haber acabado con gran parte de un pelotón enemigo…

Crimson Death: El Niño EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora