Capítulo 14

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Central General
Un día normal

Los dos se miraron fijamente. Yukie sujetó el sable de madera con fuerza, postura descuidada y un tanto insegura sobre como proceder.
Por su parte, Zach con una postura básica de agarre a dos manos, defensa ideal y listo para contraatacar, invitó sutilmente a Yukie para que dé el primer paso con un cabeceó suave.
Ella rápidamente avanzó y preparó su sable para dar un corte ascendente.
Muy previsible, Zach contrarrestó el ataque moviéndose muy ligeramente. Acto seguido la punta de su sable toco la costilla de Yukie —Sigues pasando de largo, pudiste haber usado de finta el corte ascendente y llegando al cuello lanzar una estocada— corrigió los errores de su recién acuñada alumna en el arte de la espada y además dió un consejo muy útil —Eso es por usar duales como dagas por ejemplo, te fías de que hay una segunda chance— dió su sincera opinión.

Yukie lo pensó por unos momentos —¿Por qué no usamos elementos y patadas o golpes también?— inquirió, siendo que vio como eran los duelos de espadas en el campo de batalla.

Zach le sonrió y revolvió su pelo con suavidad —Porque aún estás en tus primeras prácticas de esgrima, luego de que domines lo básico conmigo, te presentaré a tu próximo maestro, el mejor espadachín que conozco— afirmó.
El viento sopló con fuerza trayendo consigo las hojas de un árbol cercano, hojas que se tornaron rojas y comenzaron a formar la figura de Rokuro, el cual finalmente se manifestó con una mirada seria y un sable de madera entre manos —¿Quieres un spar?— preguntó curioso.
Rokuro adoptó una postura firme con agarre de una sola mano, su mirada se afiló y sus músculos se tensaron —Pequeña aprendiz, observa lo que es un duelo de espadas con el estilo del Clan Denkō— adoptó la misma postura que Rokuro e hizo exactamente lo mismo.
Yukie rápidamente salió de en medio y fue la señal para que iniciará el enfrentamiento. Los dos se lanzaron y chocaron sables con fuerza. Zach ganó el choque y desvío el sable de Rokuro, quien no tardó en protegerse con barrido a las piernas que fue esquivado con un salto, rápidamente lanzó una estocada al cuello de Zach el cual retrocedió aún más.
En un estallido de pura velocidad, Rokuro aprovechó la retirada de su hermano mayor y acortó distancias, lanzó un corte descendente el cual fue evadido y contestado por una estocada, la cual fue desviada hábilmente y replicada en dirección al estómago de Zach, quien rápidamente se hizo a un lado con la intención de lanzar un balanceó horizontal al cuello de Rokuro, pero no esperó que su hermano menor ya hubiera previsto la situación y se agachara y girará para luego apuntar al cuello de Zach.
Fue un duelo únicamente de espadas, ámbito en el que para sorpresa de Yukie, Rokuro se mostró como un prodigio a sus ojos. —¿Hace cuánto no tocas un sable?… o un arma que no sean tus cuchillos arrojadizos— inquirió con curiosidad.

Rokuro ladeó la cabeza pensativo y luego alzó sus hombros en señal tanto de no saber como de no tener interés por dicha información. El era feliz lanzando cuchillos arrojadizos a los soldados enemigos y actualmente a condenados a muerte, pues desde que llegó a central, se había unido al equipo de eliminación y exterminio junto a Yukie, la cual extrañamente le seguía los pasos en todo y hasta cierto punto le mostraba un apoyo incondicional pese a la "mala" relación que afirmaba que ambos tenían, una falsa enemistad a ojos de todo el mundo.
—El siempre va a preferir usar Kunai o dado el caso, supongo que usaría… Juri… Kuri…— ella se trabó intentando recordar el nombre de las nuevas armas de Rokuro, similares a estrellas de cuatro puntas.

—¿Shuriken?— preguntó Zach, Rokuro asintió en respuesta y de su sello de runas en su muñeca sacó un par a modo de muestra —Oh… ¡Pero mira nada más, si son de mi propia forja!— el castaño se maravilló al ver que su hermanito estaba usando las armas que el había fabricado…

—¿Haz sobrevivido?… me sorprende, tienes más de cincuenta bajas y detallan que eres el estratega de tu pelotón— su voz ronca le intimidó ligeramente.

—Tal vez y sea suerte, tal vez y sea habilidad… pero aún así no dejas de ser un simple soldado común y corriente a ojos del Clan— era una verdad muy dura, dicha por quien le trajo al mundo.
Su madre nunca fue una persona muy… afectiva o con tan siquiera un mínimo de tacto —Pero aún así, sigue adelante y sobrevive, llevas el estandarte de los Shirokami, le pese a quién le pese… es lo mínimo que tienes que hacer— afirmó.

Ranmaru asintió sin dejar su postura rígida —¡Llevaré lo más alto que pueda el nombre de nuestro clan!— declaró con ferviente determinación.

—Así me gusta, ahora vete de nuestra vista— ordenó su padre con brusquedad.

El salió de la habitación y marcho con un semblante serio fuera del recinto de su Clan. Iba a volver a Central General con el fin de entrenar hasta el cansancio. Su determinación se volvió tan ardiente como el mismo sol, tan dura como el diamante, firme e inquebrantable, iba a demostrar porque Ranmaru del Clan Shirokami era digno de heredar el título de líder del Clan…

Entró con calma en la sala de reuniones, su único ojo, rojo de pupila rasgada, analizó a todos allí presentes, los reyes de las naciones enemigas y las naciones aliadas.
—Damas y caballeros, he llegado— dió aviso de su presencia con una sonrisa socarrona.

—Yo esperaba hablar con alguien civilizado cómo tu padre, no con un genocida— gruño un hombre en sus cincuenta y tantos, pelo azabache con canas, barba tupida y ojos grises.

—¡Silencio, Bartra!— un hombre castaño llamó al silencio liberando una cantidad abrumadora de intención asesina —Toma asiento, Denkō— pidió con un tono un tanto más tranquilo.

El tuerto tomó asiento —Por el bien de la economía en nuestro sector, es mejor que hagamos las pases— dijo un jóven tomando la voz de la mayoría de los líderes allí presentes.

—Ofrezco la paz, a cambio de la cabeza de todos y cada uno de la familia Denkō— Bartra habló, impuso su condición…

Crimson Death: El Niño EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora