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Le invito a sentarse en una de las sillas que había frente al escritorio, porque además de ser sillas acolchadas entre medio había una pequeña mesita, tomo todas la hojas que tenía y fue a sentarse en la que quedaba frente a la del castaño. Le extendió una de las hojas y comenzó a explicarle su idea sobre las creencias que tenían, como podría cambiarlas siendo así que las leyes no fueran un problema. 

Las leyes no eran del todo el problema, el tema sobre el conocimiento en el reino estaba muy por debajo de lo deseado, hay lugares para enseñanza que son espacios pequeños, todos enseñan lo básico. Si acaso hay una escuela especial para médicos pero el presupuesto que se les otorga es tan baja que apenas pueden aceptar a 3 personas para enseñar, además de que el lugar es divido para que se ejerza la profesión y la enseñanza de este. E ahí el problema, el presupuesto. 

Si bien sabe que los impuestos del reino son considerados normales, el que tengan que omitir a la iglesia crea un desbalance total, pues al no dar pero si recibir hace que el presupuesto sea un poco complicado de repartir. 

Así que lo primero que tiene que arreglar es el presupuesto dado. 

- ¿Tienes planes para hacer el primer cambio? - preguntó después de leer las ideas. 

- Estoy pensando en presentar a mi padre un proyecto sobre las escuelas - le dio otro papel - Se que nuestro reino necesita a más personas con capacidades intelectuales para los diferentes ámbitos como arquitectura, médicos, incluso los profesores. 

Si acaso, todas esas profesiones son mencionadas por los mismos que la ejercen, más no porque haya personas interesadas y si lo están, realmente cree que no dicen nada por el simple hecho de que la educación es mínima. 

Los que ejercen estas profesiones, son personas que se van del reino y regresan con esos conocimientos. Eso lo supo cuando tenía 11 años, un médico pidió una reunión con el rey, lo único que escucho de eso fue la propuesta de aquel médico por tener un pequeño espacio para el. 

- Así que iré a buscar a los profesionales para preguntar e idear con ellos esto, siendo yo alguien de 19 años es imposible que sepa mucho, necesito su ayuda así que primero planteare la idea al rey para poder tener libertad de salir sin restricciones. 

- Eso es realmente bueno, apoyo tu idea y si te parece puedo ayudarte, quizá mis conocimientos no sean mayores al tuyo pero con la experiencia que tengo y mi visión podrías hacerlo mucho más llamativo. 

- ¿Me ayudaras a crear un plan para el rey?. 

- Te ayudaré a convencerlo, si le hablo sobre los avances en otros países podrá aceptar tu idea. Además de ayudarte a crear un plan. 

- Es buena idea ¡gracias Osamu-san!.

- No es nada Atsushi-kun. 

- ¿Podemos comenzar ahora? - entusiasmado miro al castaño. 

- Claro - respondió sonriendo. 

Atsushi sabía como empezar una reunión con su padre por lo que tenía preparado el inicio, lo que no tenía claro era como tenerlo interesado con el proyecto, sobre todo como abordar el tema del presupuesto. Con la ayuda de Osamu pudo llegar a una buena estrategia para hacerlo, considero muchas opciones sobre la opinión del rey así que por lo menos tenía 3 que aseguraban que accediera a su petición. Juntos idean el como dar un golpe a la iglesia sutil. 

Atsushi escribía mientras el de ojos cafés dictaba, era lo último. 

- Listo - estiró los brazos y la parte superior de su cuerpo - Hemos terminado, solo queda dar algunos detalles pero creo que eso podrás hacerlo solo. 

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