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Respiro hondo, su cabeza le dio demasiadas vueltas a la información dada.

- ¿Estas bien? - pregunto la reina.

- Si, es solo que me puse nervioso.

- Debes calmarte, no debes lucir nervioso.

Solo asintió, la puerta del carruaje se abrió y la reina bajó, enseguida lo hizo él.

La reunión ayudará a que deje esas ideas absurdas.

Entro a aquel edificio, dentro de la sala asignada ya se encontraban los nobles listos para iniciar. Tan solo se acomodaron en su lugar, un saludo a la reina y comenzaron con aquella reunión.

Después de 4 horas y media de discusiones, finalmente se dio por terminada aquella junta. A los nobles les costó entender el porqué la reina insistía en que los acuerdos de la familia Sander de Maaift eran mucho mejor que los de la familia Frots de Angde. Claramente era al revés. Tuvo que poner orden, ser muy objetiva y persuasiva para que aceptarán. Lo logró, ahora no había nada que impidiera la boda con la princesa Cordelia.

- Me alegro que hayamos terminado con este tema - mencionó - No quiero volver a pasar por esto de nuevo - se frotó la cien.

- Es verdad que fue muy difícil - suspiro - Tranquila reina, no volverás a pasar por esto, Ellei ya tiene prometido - la animo.

- Tienes razón, con Ellei esta resuelto.

El viaje de vuelta al castillo fue más rápido y en silencio. El motivo para la reina fue, que aquella reunión duró mucho más de lo pensando y complicado. Para Atsushi muy cansado de oír a aquellos nobles exigir la razón por la que no fue comprometido antes, se puso en duda su virilidad y su destreza para subir al cargo de rey. Un caos.

Ya era pasadas de las 12 de la tarde cuando llegaron al castillo. Tan solo llegar lo único que quería hacer era ir un momento a su habitación a tomarse un respiro. Claro que la habitación no era el mejor lugar para tomar aire pero consideraba que sería lo mejor, descansar implicaba acostarse y eso quería hacer.

La reina no objeto ante eso, por lo que fue sin decir más.

Además, se merecía el descanso, todavía tenía que ir a la iglesia.

Apenas llego se dejó caer en la cama boca abajo, soltando un suspiro qué fue apaciguado por las almohadas.

- Ahora se mejor que nadie como de intensos se ponen esos sujetos - se volteo boca arriba.

Unos minutos pasaron, en los que miraba al techo, tocaron su puerta sacándolo de su pequeño trance. Se levantó para abrir.

- Joven príncipe, en 30 minutos estará listo el carruaje para llevarlo a la iglesia.

- Muy bien, gracias Devon-san.

El mayor hizo una reverencia y se fue.

Olvido por un momento que aun tenía que ir a la iglesia. Tras cerrar la puerta fue al baño a darse un baño, sentía que lo necesitaba.

Cinco minutos antes de el tiempo requerido ya estaba en la puerta.

- El carruaje esta listo - anuncio un chico del servicio - Sandara-san la espera en la iglesia con la familia de la chica.

- Bien, gracias - subió al carruaje.

Este avanzó a penas se aseguro la puerta.

Unos minutos después finalmente llego a la iglesia, al bajar de inmediato se acercó Sandara.

- Aquí esta la familia de la señorita, también esta aquí el ex prometido - señaló.

- ¿Por qué?.

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