Capítulo 26

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/Primera persona Poseidón/

Los encontramos caminando por la playa, miro hacia el mar contemplando las olas chocan en contra de las orillas. Se siente muy relajante escuchar aquel hermoso sonido.

El sol brilla todo su esplendor no hay ninguna nube del cielo. Una suave brisa golpe al lugar haciendo merced los árboles.

Es un día tranquilo en esta hermosa playa de Grecia.

A mi lado se encuentra Anfitrite agarra mi mano fuertemente. Hades y Valquiria se encuentran atrás nos están acompañando en este bonito viaje por la hermosa Grecia.

Estamos llegando al próximo objetivo. Apolo se quedó en casa haciendo unos trabajos con Hera y Artemisa.

Volver a Grecia me llena de alegría junto a mi hermosa pareja y mis amigos. Muestro una pequeña sonrisa sintiéndome muy feliz.

Miro a la sirenita contemplando que tiene un semblante muy serio observando hacia al frente llevando un mapa en sus manos.

Ella está decidida a seguir adelante por nosotros y el mar. Se ha convertido en una chica valiente y fuerte.

A pesar de todo sigue adelante. Yo estoy aquí para apoyarla al igual que mis amigos y mi familia.

Estuvo llorando un poco, pero volvió a levantarse. Estoy aquí para ti mi sirenita, te voy a ayudar con todo mi amor y mis fuerzas.

Lleva puesto una túnica de color azul que la hace ver muy bonita. Tiene un hermoso cabello además de unos billetes ojos tan dulces como la miel.

De repente ella muestra una pequeña sonrisa tan hermosa como el mar azul.

—Estamos llegando— comenta Anfitrite con un tono alegre.

—Me alegro mucho escuchar eso— menciono algo emocionado mostrando una pequeña sonrisa.

—Es un pequeño templo griego en ruinas en las orillas de la playa— dice Anfitrite tranquilamente mientras contemplo el mapa.

—Hace mucho tiempo un pequeño grupo de atlantes exploraron el mediterráneo y los escondieron los objetos en algunos lugares y se mantuvieron a los templos para protegerlos — menciono con un tono tranquilo.

—Recuerdo cuando la reina nos contó esa historia fue maravilloso, era una amiga genial— comenta Anfitrite algo nostálgica. — También que había algunos guardianes protegiendo aquellos lugares—

— Lastimosamente todos los guardianes han caído— digo con un tono algo enojado.

— Nos engañó a los dos y logró conseguir la información de los templos—menciona Anfitrite con algo de molestia.

—Lo lograremos salvaremos el mar todos juntos — le digo algo emocionado.

Anfitrite al escuchar mis palabras muestra una pequeña sonrisa y nos miramos fijamente los ojos mostrando unos semblantes alegres.

Después de unos minutos.

Llegamos al frente del templo que se encuentra en ruinas. Se pueden ver algunas columnas de pie y otras tendidas en el suelo. También puedo ver algunas estatuas algo destruida.

El lugar se encuentra en una profunda calma. Se puede escuchar de fondo el sonido de las olas chocando en contra de las orillas de la playa además del cantón de los pajaritos.

Miro hacia el frente contemplando la entrada al templo. Mostrando un semblante muy serio manteniendo la guardia en alto.

De repente escucho unos pasos que resuenan detrás de mí, me doy la vuelta rápidamente contemplando dos tipos llevando puesto unas armaduras de color azul que recubres sus cuerpos empuñando unas espadas y unos escudos.

Al verlos muestro un semblante algo molesto frunciendo el ceño de enojo. Valquiria y Hades se colocan delante de nosotros haciéndole frente a aquellos guerreros empuñando sus espadas.

—Busquen el objeto— ordena Hades con un tono serio, sin apartar la mirada de aquellos soldados.

—Nosotros nos encargamos de estos— comenta Valquiria algo emocionada.

—Muchas gracias— le digo mostrando una pequeña sonrisa.

—Mucha suerte, amigos— comenta Anfitrite con un tono alegre.

Me doy la vuelta rápidamente corriendo hacia la entrada del templo.

Anfitrite me acompaña colocándose a mi lado con un semblante alegre. Entramos en aquel lugar encontrando una pequeña habitación.

El lugar se encuentra algo oscuro con algunas grietas en las paredes y también algunos escombros esparcidos por el suelo.

Sigo caminando, recorriendo un largo pasillo. observando hacia el frente sosteniendo una pequeña lámpara mis manos un ilumina mi camino. Puedo ver algunas estatuas guerreras decorando el lugar.

Anfitrite se coloca mi lado y se mantiene en silencio es decir ni una sola palabra.

Entramos a otra habitación que se encuentra muy oscura. Hay algunas grietas por donde se filtra la luz del sol.

Miro hacia el frente mostrando un semblante serio mientras agarro la mano de mi pareja.

Escucho unos pasos resuenan por el templo. Colocando mis puños en altura de los hombros.

De repente de la oscuridad sale Escila mostrando un semblante serio. Empuñando el tridente en su mano y en la otra tiene un pequeño cofre. Ella nos mira fijamente los ojos con una mirada muy fría.

—Escila— dice Anfitrite seriamente con algo de molestia.

Al verla me muestro algo sorprendido frunciendo el ceño de enojo.

—Poseidón y Anfitrite, después de un tiempo nos vemos a vernos— menciona Escila tranquilamente.

—Entrégame ahora mismo el objeto y también mi tridente— le ordeno con un tono serio.

—Estoy muy cerca de completar mi plan de convertirá en una reina la Atlántida— dice Escila seriamente. — Y ustedes dioses de los mares nunca podrán detenerme— menciona ella con un tono desafiante mientras nos señalan con el tridente.

Anfitrite y yo nos mantenemos tranquilos sin mostrar una pizca de miedo.

—Tu nunca será la reina de la Atlántida— dice Anfitrite con un tono serio.

—Eso ya lo veremos— comenta Escila mostrando un semblante muy enojado.

Al escuchar aquellas palabras nos agarramos de las manos, dando unos pasos al frente con dos preparados para pelear.

Estoy preparado para luchar.

Continuará...

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Hades El despertar de la Atlántida  #2 la trilogíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora