Capítulo 2

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/Primera persona Valquiria/

A la mañana siguiente.

Abro los ojos despacio, contemplando el techo es de color negro tan oscuro como la noche. Mis párpados se sienten muy pesados, como dos grandes pesas. Los rayos del sol se filtran por la ventana iluminando aquel lugar.

Se pueden escuchar los pajaritos anunciando que el día ha llegado.

Miro hacia otro lado encontrando el rostro de Hades durmiendo profundamente con su pecho al descubierto. Parece todo un ángel durmiendo. Le muestro una pequeña sonrisa un leve sonrojo en mis mejillas.

Tenemos una buena vida en este lugar llega de la tranquilidad y amor. Espero que nuestros amigos se encuentren bien. Nos mudamos hace un tiempo a este lugar.

Me coloco de pie observando hacia la ventana mostrando una pequeña sonrisa. Hoy tendremos una pequeña fiesta, estoy algo emocionada.

Después de unas horas.

La noche ha llegado con su manto de estrellas cubriendo el cielo.

Me encuentro en la habitación mirándome fijamente al espejo vistiendo un hermoso vestido largo de color negro con unas mangas largas que recubre mis brazos.

No soy mucho de moda, pero me veo bien. Esto fue un regalo de Hera.

—Me veo muy hermosa—menciono sonriendo un poco haciendo un pequeño giro.

No soy mucho de vestidos, pero bueno no tengo de otra. Debo estar muy elegante para esta noche.

Miro hacia la puerta encontrándolo, vistiendo un traje muy elegante de color negro. Se acerca a mí bastante asombrado.

—Eres hermosa mi amor—escucho la voz de Hades con un tono contento.

—Te vez increíble—le digo mostrándole una sonrisa juguetona.

—Muchas gracias me siento algo incómodo, pero bueno me puedo acostumbrar—me dice Hades tranquilamente.

—Por cierto, debo decirte algo— le digo acercándome a él despacio.

—Dime mi reina— me dice algo curioso.

—Que ni se te ocurra romper ninguna estatua—le ordeno de manera muy seria señalándole con un semblante serio.

—Tranquila, no haré nada de eso—me responde seriamente.

—Debemos tener cuidado, esas estatuas vale mucho dinero, así que cálmate por favor, por eso voy a vigilarte—le digo con un tono molesto agarrando su corbata mirándolo fijamente a los ojos con un semblante serio.

—No te preocupes todo lo hace muy bien—menciona Hades mostrándome una pequeña sonrisa.

—Pero no pienses que te vas a liberar de mi por eso, recuerda tranquilo amor—le digo mostrándole una pequeña sonrisa mirándolo fijamente a los ojos sintiéndome muy feliz al contemplar aquella mirada hermosa. —Yo tengo una idea, después de esto iremos a comprar un helado y los quedamos los dos esta noche son los tú y yo...—Comenta soltando su corbata dedicándole una sonrisa traviesa.

—Me parece perfecto mi rosa—me dice Hades y rápidamente me agarra cargándome entre sus brazos y sale caminando por la puerta—. Vámonos quiero ese helado temprano...

—¡Vámonos! —le digo riéndome un poco.

Después de un rato, los encontramos en un palacio donde se exhiben las obras, hay muchas personas contemplando el arte con mucho asombro, el lugar es muy grande y amplio.

Hades El despertar de la Atlántida  #2 la trilogíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora