Capitulo XI

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Caída de la mata.

Llegó el momento de brillar... eso dije hoy por la mañana. Pero es tan difícil brillar cuando tienes una migraña del demonio.

Uno no puede tomar una decisión porque parece que la vida conspira en tu contra y aparecen mil y un problemas para evitar que cumplas lo que te propones.

Sin duda alguna, soy Kiana la chica de dieciséis años que parece una señora de sesenta. No hablo solo por la migraña ya que además de la insoportable sensación de que mi cabeza va a explotar y el mareo que me produce, tengo un dolor horrible en la cervical y ni hablar de la inflamación que tengo en mi ojo izquierdo. Porque si, tengo como una pelota en el párpado izquierdo.

Si existiera un premio a la mala suerte yo obtendría el primer lugar, estoy segura que incluso superaría la ley de Murphy. Ósea tengo una suerte espantosa. Si no tengo una cosa tengo otra, o en el peor de los casos- el que tengo justo ahora- ambas al mismo tiempo.

Lo único bueno de todo esto es que tuve mi clase de literatura y pude leer, pero luego tuve clases de matemáticas y bueno, mi cerebro colapsó. Al menos aguante hasta el final de esa clase. Lo malo es que aún no he salido del instituto, por ende debo aguantar con este insoportable malestar hasta el final de mi horario escolar.

Escápate, querida.

Shhhhhhh, no me aturdas tu. Por favor hoy no.

Oye, tú eres la que me aturde a mi con tu continua quejadera, llorona.

Llorona tú abuela.

Es también la tuya, querida.

Cállate.

Creo que me estoy volviendo loca.

Más loca.

—Kiana, ¿Por qué no vas a la dirección y pides un pase para retirarte? Tienes cara como de que te estás muriendo en vida.

—Dani, solo hay una manera de morirse, y es estar vivo. Un muerto no puede volver a morirse— le dice Dostin en tono burlón. Pero yo me siento tan mal que le lanzo una mirada que podría asustar a un mafioso  si quisiera.

—Porque hoy me entregan la nota de mi examen de francés— les respondo a pesar de no tener ánimos.

—Si es por eso, sabes que puedo decirle a mamá que me lo entregue a mi y yo te lo llevo a tu casa.

—¿Harías eso por mi?— Es la respuesta que le doy a Dostin.

—Soy tu mejor amigo, haría eso y mucho más por ti, tonta.

—Nuestra pollito es muy tonta ¿no crees?

— Si que lo es, pero Dani tú no te quedas atrás— Le recrimina Dostin con una sonrisa burlona.— te recuerdo que tú eres caída de la mata.

—¿Caída de la qué?— Le pregunta Daniela— No te entiendo.

—Es una expresión queriendo decir que siempre estás distraída, como en otro planeta.

—¿Una expresión de donde?— esta vez la pregunta salió de mi.

—La usa mi primo. Así le dice a mi hermana todo el tiempo.

—¿Tú primo? ¿Cuál?

—Dani, ¿Cual más va a ser? El que está de visita en mi casa.

—Ohhh— respondo yo— el viene de... ¿Venezuela?

Seis de junio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora