Capítulo 08

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Cinco Hargreeves

En este momento lo único que siento es dolor de cabeza. Me desperté a las tres de la mañana por dolor en el cuello y me di cuenta que seguía en el mismo lugar de antes. Se me había olvidado que me había quedado dormido en el suelo, después de levantarme y haberme lavado la cara fui a acostarme a mi cama. Ahora solo tenía dolor de cabeza y el ruido que tenían mis hermanos no ayudaba, el día de hoy aprovecharon que papá salió para poner música a todo volumen.

Ahora me encontraba en la cocina con mamá, ella cocinaba y yo tomaba café, una gran aportación de mi parte. Antes de que digan, yo quise ayudar pero ella no me dejó, no le daba confianza que tan siquiera picara algo, dice que me puedo terminar cortando, y yo como niño bueno me hice un café (bueno en realidad lo hizo ella) y me senté en el comedor.

Observaba como mamá iba de un lado a otro, no sabía que estaba cocinando pero olía bien.

Después de un rato me aburrí y decidí ir al living, me senté frente a la chimenea y seguí tomando mi café. Intenté ignorar el ruido de la música mientras me perdía en mi mente viendo el fuego.

No sé cuántos minutos pasaron cuando sentí una mano en mi hombro, giré mi vista y me encontré con T/N, ví como tomó asiento en el sofá que estaba alado y me miraba algo preocupada, volví mi vista al fuego y me quedé así un momento hasta que habló.

—¿Estás bien?

Agaché un poco la mirada y asentí. Me llevé la taza a los labios y le di un sorbo a mi café, T/N see quedó callada un momento y volvió a hablar.

—Ayer no parecía que lo estuvieras.

Mantuve la mirada en el suelo sin expresión alguna, ella aún me miraba, a diferencia de otras veces, hoy me sentía incómodo.

Me removí en mi asiento y me recargue en el respaldo de este, giré mi vista a T/N y la observé un momento, no sé que tengo con no traer mi libreta a la mano, esto estaba siendo algo incómodo.

Al final solo volví a desviar la mirada y me fuí. Llegué a mi habitación y me tiré en la cama. Hoy decidí no hacer nada, ni siquiera presentarme en los entrenamientos. No tenía ganas de nada.

Al caer la tarde fue cuando decidí salir. Caminé al patio y me senté en el césped. El viento corría fresco, hoy no hacía tanto calor así que la tarde estaba agradable.

Desde que era niño venía a pasar el rato al patio, mis hermanos casi nunca vienen aquí así que se volvió mi lugar seguro, al igual que la azotea.

Cuando mis hermanos comenzaron las burlas hacia mi, lo que hacía era venir aquí para desahogarme, ahora solo vengo a pasar el rato.

Después mis hermanos comenzaron a molestarme estando aquí, así que comencé a subir a la azotea, sabía que papá nos tenía prohibido subir ahí así que quise romper esa regla, ahí nadie molestaba, aparte tenía buena vista, gran parte de la ciudad se veía desde ahí, de noche se veía mucho mejor.

Cuando cayó la noche volví a mi habitación, abrí la ventana para que entrara aire, tomé mi libreta y comencé a hacer pequeños dibujos en esta. No era muy bueno dibujando pero hacía el intento, al menos me entretenía en algo.

A la media hora escuché que tocaron la puerta, me levanté de la cama que era donde estaba sentado y caminé a esta para abrir, del otro lado estaba Vanya.

—Hola Cinco, ¿Puedo pasar?

Me hice a un lado dando paso para que ella pasara y cerré la puerta, caminé de vuelta a mi cama y me senté en esta, Vanya tomó asiento en la silla del escritorio.

Sin voz || Cinco Hargreeves (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora