Capítulo 03

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T/N

Al despertar sentí un peso a mi lado,me reincorporé y ví a Cinco dormido,su ceño estaba levemente fruncido y sus labios medio abiertos. Sigo pensando en porqué llegó llorando anoche. Miré la hora en mi teléfono y me levanté,no sabía si despertar al chico que seguía dormido en mi cama o dejarlo un rato más.Al final decidí dejarlo.

Caminé hacia mi clóset y tomando mi uniforme fui al cuarto de baño. Cuando volví a mi habitación, Cinco ya no estaba,supuse que habría vuelto a la suya, así que seguí en lo mío. Ya después le preguntaría qué pasó.

Después del desayuno pasé la mañana con Vanya y Diego,estuvimos platicando un rato en la sala principal de la academia. Mientras tomaba mi café noté a alguien bajando las escaleras. Era Cinco,venía acompañado de Grace. Los seguí con la mirada y vi que entraban a la oficina del señor Hargreeves.

Cuando ya no estaban en mi campo visual, recordé lo que pasó con Cinco anoche,volteé mi mirada hacia Vanya y Diego quienes aún seguian hablando.

—Chicos.–hablé captando su atención.

—¿Qué pasa? –preguntó Diego.

Dudé un momento antes de hablar,no sabía que dirían al respecto.

—¿Ustedes saben qué pasó con Cinco anoche?

Vi como Diego rodó los ojos y murmuró algo por lo bajo. Vanya me miraba algo confundida. Me reincorporé un poco en el sofá en el que estaba y miré a Vanya.

—¿A qué te refieres? –preguntó con el ceño fruncido.

—Es que ayer en la noche llegó a mi habitación llorando.–al decir eso Vanya iba a hablar pero Diego se le adelantó.

—Es su forma de llamar la atención,como no puede hablar solo quiere dar lastima para que la gente le haga caso,ignóralo, todos aprendimos a hacerlo.

Dicho eso,Diego se levantó y se fue,Vanya desvío la mirada y también se fue. Hice una mueca y recargué mi cabeza al respaldo del sofá. No pensé que alguien llegara a pensar así de una persona,menos si es su hermano, siento que lo que pasó anoche fue por el hecho de que se siente menos. Por el hecho de que siempre lo dejan de lado.

Después de eso decidí ir al patio, tenía ganas de tomar aire así que me senté en una tumbona que estaba por ahí.

El aire corría y las nubes pasaban. Siempre me gustó el como las nubes tomaban forma gracias al viento. Cuando era niña siempre me tiraba en el césped a ver el cielo,era uno de mis pasatiempos favoritos, veía el cielo hasta que el sol comenzaba a bajar.

Después de un rato decidí entrar a la academia. Subí las escaleras hasta mi habitación,me tiré un momento a mi cama y cerré los ojos. Un rato después escuché la puerta ser abierta,abrí los ojos y levanté mi vista,noté a número cinco mirándome desde la distancia. Me levanté y me senté en la cama.

—Hola.–sonreí. Me levanté de la cama y me acerqué a él.

Cinco no hizo ningún ademán de moverse.

—¿Está todo bien?

Que estúpida me siento haciéndole preguntas a un mudo.

—Bueno,amh, ¿Puedes escribirme qué pasa?

Nada. Cinco solo me miraba.

Caminé hacia mi escritorio y tomé una libreta con un bolígrafo que estaba sobre este. Volví con Cinco que me miraba desde el mismo lugar y le tendí la libreta junto al bolígrafo,él la tomó y comenzó a escribir.

No había notado antes las pequeñas expresiones que hacía Cinco al escribir,ni tampoco que es zurdo. Hay varías cosas que no había notado de él.

Cuando terminó de escribir me entregó la libreta,en ella venía el texto y unos intentos de pequeños emoticones, sonreí al verlos y comencé a leer el contenido de éste. Solo me pedía que lo acompañara a la librería.

Le dije que si y me que diera unos minutos para cambiarme, él asintió y salió de la habitación.

Ya lista bajé al living donde él ya me esperaba. Salimos de la academia y caminamos hacia la librería. Eché un vistazo rápido al atuendo que Cinco tenía, vestía de camisa negra con las mangas hasta los codos y jeans azules,yo solo venía con un vestido blanco de mangas cortas. En su mano derecha cargaba su libreta y su muñeca izquierda venía adornada con un reloj negro.

Seguimos caminando hasta la librería. Mientras Cinco escogía sus libros yo estuve caminando por los pasillos. Admitía que me daba una especie de nostalgia al estar en una librería,también me gustaba el olor a libros nuevos,creo que parecía loca agarrando un libro solo para olerlo.

Después de salir de ahí nos dirigimos a una cafetería. Mientras caminábamos recordé lo de la noche anterior, ¿Debía preguntarle algo al respecto?

miré su perfil un momento dudando si preguntar algo o no. Al final decidí que no,no quería que pensara que era una entrometida. llegamos a la cafetería y tomamos asiento en una mesa alado de la ventana,a los minutos llegaron a pedir nuestra orden. nos quedamos ahí durante un rato,yo le estuve platicando un poco sobre algunas cosas,él solo dibujaba en su libreta. Me mantuve en silencio unos momentos viendo como fruncía el ceño cada vez que se equivocaba al dibujar,era divertido ver como se  irritaba cuando algo no le salía como quería,claro,se enojó cuando se dio cuenta que me reía de él.

después de un rato decidí cortar el silencio.

—Deberíamos volver,se está haciendo tarde.–dije tomando lo que me quedaba de café.

Cinco alzó la mirada de su libreta y asintió. después de pagar salimos de ahí,caminamos de vuelta a la academia mientras nos sumergíamos en un profundo silencio. 

Al llegar Cinco se desapareció en su habitación,yo me fui un rato al patio mientras anochecia,me senté en una banca y vi como el cielo se oscurecía,unos min utos después un olor a tabaco me llegó,volteé hacia donde venía el olor y vi a Klaus sentado a unos metros de mi,miraba el cielo mientras sostenía el cigarro con unas de sus manos.

—¿Sabes qué es incomodo que alguien se te quede viendo mucho?–dijo volteando a verme.

—Lo siento.–desvié mi mirada a otra parte.

Me quedé mirando un árbol que estaba por ahí sin decir nada más.

—Hay cosas más interesantes para ver que un simple árbol,¿sabes?

volví a voltear mi mirada hacia él,me miraba con una sonrisa divertida.

—El árbol es entretenido.–dije sin más.

Klaus era una de las pocas personas con las que hablaba,no solía socialisar con los demás,solo hablaba más con Vanya o Cinco,muy poca veces con los demás chicos.

Klaus asintió y dió una calada a su cigarro.

No volvió a decir nada así que devolví mi vista al cielo,el cual se veía ya más oscuro.

—No se supone que no deberías fumar a temprana edad?–esta vez hablé yo.

Klaus giró su vista hacia mi. Tenía una pequeña sonrisa en los labios.

—Bueno,cuando la vida te importa un carajo haces lo que sea. Además,a papá ni le importa.–se encogió de hombros.

Lo miré un momento sin decir nada y luego desvíe la mirada. Era cierto que al Señor Hargreeves nunca le importa lo que hagan sus hijos,siempre se la pasa metido en su oficina. Vanya me ha contado varías veces lo poco que se preocupa por ellos él Señor Hargreeves.

Hice una mueca y seguí con mi vista al cielo,ahora solo podía contemplar las estrellas.

Después de la cena subí a mi habitación,igual que en el desayuno,Cinco no se presentó,Grace dijo que no se sentía bien y que se durmió temprano.

Ahora estaba tumbada en mi cama con la vista al techo,esperando a poder quedarme dormida. Pensando en que haría mañana.

A los minutos cerré los ojos y caí rendida en brazos de Morfeo.

Sin voz || Cinco Hargreeves (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora