DESEMBARCO DEL REY──── ∗ ⋅✧⋅ ∗ ────
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La vida en Desembarco del Rey había sido sorprendentemente buena. Sansa y yo pasábamos juntas todo el día. Ella no podía estar más contenta, se había convertido en la prometida de Joffrey y por fin se convertiría en la reina que soñaba ser. A mí eso no me hizo tanta gracia. Sansa era una chica muy dulce, que soñaba con un príncipe de cuento de hadas, y yo me creía poco el papel que Joffrey representaba delante de Sansa. Había crecido con él y sabía que a veces podía ser muy cruel. Sin embargo, dicen que el amor es ciego y Sansa era la prueba, porque por mucho que oyó mis quejas contra Joffrey, no las escuchó. Quien no quiere ver, nunca verá, supongo.
La vida en Desembarco del Rey había ido bien, pero solo desde la perspectiva de dos chiquillas de trece y quince años. Cuando me di cuenta de que las cosas quizá no iban tan bien, ya era tarde. Habían matado a la loba de Sansa y la de Arya había escapado. Padre había muerto y madre acusaba a Lord Stark por traición. Había dicho que el verdadero heredero al trono era Stannis Baratheon y que ninguno de los niños Baratheon éramos realmente Baratheon, sino frutos del incesto entre madre y Jaime.
─ No lo entiendo, Elyn, no logro entenderlo. ¿Traición? ¿Mi padre? Robert era su mejor amigo, yo... No puedo creerlo, de verdad que no. No hay nada más importante para mi padre que el honor, no puede haber sido él, le han tenido que comer la cabeza...
Ni mis súplicas ni las de Sansa sirvieron a Joffrey, que terminó cortándole la cabeza a lord Stark enfrente de todo Desembarco del Rey, Sansa incluida. No hemos vuelto a saber nada de Arya desde entonces.
─ No me puedo creer que lo hayan hecho, Sansa, te juro que no puedo creerlo...
Los acontecimientos de las últimas semanas seguían pasando por mi cabeza día tras día. Sansa seguía prometida a Joffrey, pero podía ver el brillo en sus ojos al mirarle desaparecer día tras día. Habían llegado noticias de que Lady Stark tenía prisionero a mi tío... o... ¿padre? me estaba volviendo loca, y de que Robb se había proclamado el Rey en el Norte. Nuestras casas prácticamente se habían declarado la guerra, pero Sansa y yo estábamos mas unidas que nunca.
Las semanas siguientes, siguieron humillaciones por parte de Joffrey hacia Sansa en el salón del trono y otros sucesos fuera de Desembarco, como el asesinato de mi tío Renly Baratheon. Realmente no podía entender nada de lo que estaba sucediendo, ¿acaso todo el mundo se estaba volviendo loco? ¿Por qué todo el mundo se estaba matando entre ellos? No tardaron en llegar noticias de que Theon Greyjoy había tomado Invernalia y había matado a los pequeños Stark. No entendía nada, y tampoco entendía por qué mi familia estaba haciendo tantas cosas horribles. Así que, la noche que el ejército de mi tío, Stannis Baratheon, llegó por mar a Desembarco, aproveché la oferta que Sansa había denegado a Sandor Clegane y huí con él. Tal vez fui una cobarde. Desde luego que fui una mala amiga, dejando a Sansa sola con mi retorcido hermano y mi madre, que no sabía o no quería ponerle freno, también fui una mala princesa, abandonando a mi pueblo cuando más me necesitaba, pero no soportaba estar allí. No soportaba a Joffrey, no soportaba la guerra, no soportaba que en mi cabeza no parase de rondar el rumor de que mi tío era realmente mi padre. No me soportaría a mí misma si eso resultaba ser cierto, y cada día que pasaba me parecía más evidente. Así que huí. Opté por la solución fácil, la solución que me aseguraría vivir un día más mientras toda mi ciudad arriesgaba su vida aquella noche.
Huí porque aún me quedaba una persona en el mundo que no tenía nada que ver con la guerra, con la muerte, con la traición. Huí porque un día hice una promesa.
La noche que huí de Desembarco, robé un caballo, y cabalgué y cabalgué. Cabalgué muerta de hambre y de sed, lloviese o nevase, con el frío calándome los huesos y mi bonito vestido de princesa hecho jirones. Cabalgué sin parar hasta que me sentía cerca de desmayarme. Y mi caballo me llevó a un lugar tan al norte que creí que moriría de frío antes de llegar. Pero allí estaba la única persona que podría volver a hacerme sentir en un hogar.
Llegué ante la puerta del Castillo Negro sin saber cuántos días había estado cabalgando, con la ropa sucia, pocas horas de sueño y el cuerpo demasiado cansado.
─ ¡Abran las puertas! ─. Grité
─ ¿Quién es?
─ Soy Elyn Baratheon, Princesa de los Siete Reinos. Y ordeno que abran esta puerta. ─. ¿Baratheon? ¿Lannister? Ya ni siquiera sabía quién era. Ni siquiera sabía si seguía siendo princesa. Pero necesitaba entrar. Oí como un murmullo se extendía por el muro y después oí una voz familiar gritar.
─ ¡Dice la verdad! ¡Abran las puertas!Lo último que vi antes de perder la consciencia al traspasar la puerta, fue el rostro de Jon.
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Dios, como odio este capítulo. Era necesario hacer un avance rápido en la historia sin poder indagar demasiado en todo lo que ha pasado o si no el fanfic se haría eterno... pero ha sido un horror pensar en cómo hacerlo y sigo sin estar muy contenta con el resultado. En fin, perdón por este horror de capítulo.
Nos leemos <3
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the great war | jon snow. [PAUSADA]
Fanfiction❝ ¿Qué es el honor, comparado al amor de una mujer? ❞ Donde Jon y Elyn tendrán que luchar dos grandes guerras: la del amor y la de la muerte. GAME OF THRONES FANFIC JON SNOW X FEMALE OC