capítulo octavo.

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LA NOCHE ES OSCURA Y ALBERGA HORRORES

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A la mañana siguiente, me despedí de las pocas personas con las que había llegado a conversar en el campamento. Los hombres que me habían escoltado hasta el campamento de Robb, lo hicieron de nuevo para llevarme de vuelta al Castillo Negro. El invierno estaba cada vez más cerca, se podía notar. El camino de vuelta fue mil veces más gélido que el de ida. O quizá eran imaginaciones mías. Fuera como fuese, nunca lo sabría, pues los hombres de Robb no hicieron un solo comentario sobre la temperatura, ni sobre nada en general.

Cuando la marcha por fin llegó a su fin y nos plantamos ante el muro, solo podía pensar en volver a meterme en la cama en la que me había despertado la vez anterior que estuve en el Castillo Negro, con todas esas mantas y el fuego encendido, chisporroteando.

— ¡Abran las puertas! —. Los hombres de Robb gritaron y anunciaron mi llegada. Al poco tiempo, vi cómo las puertas se abrían.
Los hombres de Robb se dieron la vuelta detrás de mí cuando mi caballo comenzó su paso y dejó las puertas atrás.
Bajé del caballo bajo la atenta mirada de todos los hombres de la Guardia, intentando mantener la espalda erguida para no parecer intimidada. Busqué a Jon con la mirada, pero no fui capaz de encontrarlo. En su lugar, el rostro amigable de Sam me recibió con una sonrisa.

— ¡Elyn! —. Se acercó a zancadas a mí y lo recibí con un abrazo. — ¿Has tenido un buen viaje?
— Me alegro de verte, Sam. Sí, ha sido un viaje tranquilo. —. Sonreí sin dejar de mirar a mi alrededor, algo que Sam pareció advertir.
— ¿Buscas a Jon? —. Asentí. —. Bueno, en cuanto a eso... Ahora no está aquí. Pero volverá, no te preocupes.
— ¿Cómo que no está? ¿A dónde ha ido?
— Al otro lado del muro. —. Contestó Sam en tono solemne. —. Escucha, Elyn, yo también me alegro de verte, te lo prometo, pero... Ahora mismo la Guardia se está preparando para marchar más allá del Muro, hacia el Torreón de Craster, y me encantaría no tener que separarnos, pero... Antes de irse, Jon me pidió específicamente que si volvías, no te dejase atravesar el Muro. Hay... hay algo que no te puedo contar. No aún, Jon quería hacerlo juntos. Pero debes saber que es peligroso, muy peligroso estar ahí fuera.
— ¿Qué? Pero, Sam, ¿qué voy a hacer entonces?
— Cuando Jon me lo pidió, lo hizo pensando en que querrías salir para buscarlo, pero no contaba con que todos los demás también saldríamos en un momento dado.
— Pero puedo ir con vosotros, sé defenderme...
— Elyn, esto no es cuestión de si sabes defenderte o no. Y permíteme que te diga, pero no estás preparada para defenderte de lo que hay ahí fuera. Nadie lo está. Lo importante es que Jon me pidió expresamente que no te dejase salir. Si llegase a pasarte algo, la más mínima cosa, Jon jamás me lo perdonaría y creo que yo tampoco lo haría.
— ¡¿Y entonces qué hago?! —. Estaba más alterada de lo que debería, pero sentía como si el mundo se me hubiese caído encima de repente. Jon no estaba por ninguna parte y el único lugar en el mundo al que podía huir ya ni siquiera era un sitio seguro. Me sentía indefensa e impotente, e incluso comencé a cuestionar si abandonar Desembarco del Rey aquel día, que tan lejano parecía ahora, no habría sido una terrible decisión.

— Quizá puedas volver con el hermano de Jon.
— ¿Con Robb? —. Sam asintió. —. ¿Crees que volverá a mandar a sus hombres a por mí? No quiero causarle más molestias.
— Me encargaré de escribirle una carta, pero estoy seguro de que serás bien recibida, si es que Robb se parece en lo más mínimo a Jon.
— Ay, Sam... —. Suspiré. Habíamos atravesado el patio mientras hablábamos hasta llegar a unas escalerillas sobre las que me dejé caer mientras suspiraba. —. Me siento tan... perdida. No sé si me entiendes. Dar con Jon fue como volver a esos días en los que todo estaba bien, no sé... Cuando le vi, de repente sentí que volvíamos a ser dos críos que por fin habían encontrado a alguien con quien encajaban. Me fui con la seguridad de que cuando volviese, esa parte de mi vida que aún no conocía la oscuridad seguiría ahí. Pero no está.
— No será mucho tiempo, Elyn, te lo prometo. Ahora, lo importante es que Robb conteste y vuelvas con él. Puede protegerte mucho mejor que nosotros y mucho mejor que tú sola. Jon querría que fueses allí si eso garantizase que estés fuera de peligro.
— El peligro está en todos lados, Sam. Robb anhela la batalla y no tardará en llegar el día en el que viajar con él no se diferencie mucho de andar solo más allá del Muro.
— El día que Robb se lance al campo de batalla, tanto Jon como tú estaréis de vuelta aquí, esperando la llegada de una carta que anuncie la victoria.
— Los dioses te oigan, Sam.

La respuesta de Robb no tardó mucho en llegar y pocos días después me vi a punto de volver a atravesar las puertas que hacía poco había vuelto a cruzar. Me despedí de Sam y de Gilly, deseándoles suerte y con la promesa de volver a vernos más pronto de lo que ninguno pensaba. Mientras atravesaba las puertas del Castillo Negro, alejándome por segunda vez y escoltada por dos soldados, me giré a ver el rostro de mis amigos por última vez.

Tenía que volver.

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⏰ Última actualización: Sep 26, 2023 ⏰

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the great war | jon snow. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora