EL REY EN EL NORTE──── ∗ ⋅✧⋅ ∗ ────
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— Elyn. —. Me llamó Jon cuando terminamos de comer. —. Acompáñame a mi cuarto, ha llegado la carta de Robb.
Me excusé a Sam, que se encontraba comiendo conmigo y con Gilly en la mesa, como habíamos hecho desde que Jon nos presentó porque nos llevamos de maravilla y me levanté de la mesa como un resorte. Seguí a Jon a través de los pasillos del Castillo Negro hasta llegar a su habitación, donde la carta de Robb reposaba abierta sobre la mesa.
— Robb dice que mandará a dos de sus hombres para que te escolten al campamento. El camino puede ser peligroso y prefiere no dar indicaciones para llegar por carta porque sería correr un gran riesgo. Dice que no tardarán mucho en llegar. Podemos alargar nuestros entrenamientos, si quieres, ya que no tendrás mucho tiempo.
— Sí, claro. Aún tengo mucho que aprender y mejorar.
— En realidad eres bastante buena. —. Observó Jon.
— ¿Tú crees? —. Él asintió. —. ¿Sabes? No sé si sería capaz de usar lo que he aprendido para... matar a alguien, ya sabes.
— Si es cuestión de supervivencia, ni siquiera tendrás que pensártelo.
— Eso espero.
— Ah y, Elyn... Hay algo que no te he contado. —. Me senté en su cama y lo miré con curiosidad.
— Los... los Otros... los Otros son reales, Elyn.
— ¿Qué? —. Miré a Jon con una expresión confusa en el rostro.
— Sí, Elyn, a mí también me costó creerlo, hasta que los vi con mis propios ojos. No le digas nada a Robb de esto, todavía no controlamos la situación. —. Yo asentí. —. ¿Volverás? Después de hablar con el Matarreyes.
— No lo había pensado, aunque en realidad no hay ningún otro lugar al que pueda ir. Desde luego que no volveré a Desembarco.
— De acuerdo. Seguiremos investigando. Espero tener más cosas que contarte cuando regreses.
Asentí y Jon abrió la puerta de la habitación.
— Vamos al patio. Es hora de entrenar, princesita.Los soldados de Robb llegaron al Castillo Negro pocos días después que su carta.
— ¡Abran las puertas! —. Se escuchó corear a dos voces.
— ¿Quién es?
— ¡Venimos a escoltar a la princesa en nombre de Robb Stark, Señor de Invernalia, Rey en el Norte y Rey del Tridente!
Jon y yo estábamos en el patio, entrenando, y al oír las voces de los soldados corrí a por la yegua que había robado en Desembarco. Cuando volví, Sam y Gilly también estaban allí. Me despedí de los tres bajo la atenta mirada del resto de hermanos de la Guardia, que no habían movido un dedo por recibirme, no me habían dirigido la palabra en esos días y se habían dedicado a cuchichear sobre mí. Aparte de con Jon, Sam y Gilly, solo había hablado allí con un puñado de muchachos amigos de Jon, de forma muy esporádica, y con el Lord Comandante y el Gran Maestre, aunque nunca conversaciones largas y siempre muy cordiales.
Monté el caballo y miré por última vez a mis amigos. En los labios de Jon, pude ver una última palabra gesticulada antes de que tuviese que dar la vuelta para abandonar el Castillo Negro: "vuelve".El viaje hasta el campamento de Robb no fue muy largo, pero sí inmensamente tedioso. Los soldados apenas abrieron la boca en todo el viaje y las paradas que realizamos fueron mínimas. Cuando llegamos al campamento, podría haberme puesto a charlar hasta con una roca. Sin embargo, había otra persona con la que debía charlar.
Robb me ofreció su ayuda para bajar del caballo y después de eso me indicó que le siguiese hasta su tienda de campaña.
— Qué bueno verte, Elyn. —. Durante mi estancia en Invernalia, que ahora parecía tan lejana, casi parte de un sueño, había pedido a todos los hermanos Stark que me llamasen por mi nombre. —. Entra en la tienda, por favor, mi madre también se encuentra allí dentro.
Al entrar, saludé a Catelyn con una reverencia. —. Lady Stark.
— Princesa —. Contestó ella de la misma manera.
— No tengo muy claro si soy princesa de nada, mi lady. —. Hice una mueca y me giré de forma que al hablar me dirigiese tanto a la madre como al hijo. —. Las noticias vuelan en Poniente y no me cabe duda de que ambos habréis escuchado los rumores sobre la ilegitimidad del cargo que Joffrey ostenta actualmente. Me consta que Jon no expresó en su carta el motivo de mi visita como medida de seguridad, así que no me andaré con rodeos y seré clara: necesito hablar con Sir Jaime. No quiero nada más, no quiero que lo liberen, solo necesito hablar con alguien de mi familia que no siga en Desembarco. No sé si saldría viva de allí.
— ¿Por qué huisteis de allí? —. Preguntó lady Stark.
— Después de todo lo que vi, después de todo lo que escuché... Mi hogar ya no parecía un hogar y toda mi vida podría resultar una mentira. Podría ni siquiera saber quién soy. Cuando escuché que habíais tomado a sir Jaime como rehén, vi la oportunidad perfecta de descubrir la verdad, no podía simplemente quedarme allí y dejar que la duda me aplastase, así que cuando se me presentó la oportunidad de huir, la tomé.
— ¿Y Sansa? —. Lady Stark se sentó en la silla más cercana, con cara de preocupación.
— Sansa también tuvo una oportunidad de huir, mi señora, pero la rechazó. No lo entiendo, no podéis imaginaros las cosas horribles por las que Joffrey la hizo pasar. Y aún así eligió quedarse. Si supieseis cuántas veces me dijo que debió haceros caso, que debió olvidar su sueño de ser reina y no casarse con Joffrey...
— Elyn, sígueme. Te llevaré con sir Jaime. Tengo que informarte de que estaré presente en la conversación. Lo siento mucho, no es que desconfíe de ti, es que no puedo arriesgarme. —. Dijo Robb.
— No te preocupes, Robb, entiendo tu situación.
Él asintió e hizo un gesto con la mano para que le acompañase. Cruzamos el campamento en silencio hasta que llegamos al punto donde tenían a Jaime apresado. Costaba reconocerlo, con la ropa manchada y el pelo descuidado, pero sin duda era él.
Me acerqué a él con cautela, con Robb justo detrás de mí.
— Hola, tío.
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the great war | jon snow. [PAUSADA]
Fanfiction❝ ¿Qué es el honor, comparado al amor de una mujer? ❞ Donde Jon y Elyn tendrán que luchar dos grandes guerras: la del amor y la de la muerte. GAME OF THRONES FANFIC JON SNOW X FEMALE OC