BOSQUE ENCANTADO:
"No entiendo..." Emma atravesó el bosque a pisotones detrás de Regina. Las ramas se rompían con fuerza y las hojas crujían bajo sus pies.
"¿Qué es lo que no entiende, señorita Swan?". Regina se dio la vuelta deteniéndose a escasos centímetros del rostro de Emma. "Todo lo que dijo nuestro hijo es cierto. Soy la Reina Malvada. Era, la Reina Malvada. Y ahora lo soy de nuevo, supongo". Todas y cada una de las palabras que salieron de la boca de Regina se acentuaron con dureza, la rubia lo notó, pero también percibió el ligero estremecimiento detrás y un destello de pavor cruzar por los ojos marrones de la morena. No tenía sentido.
"Él...tenía razón" Murmuró para sí misma. No podía creer que Henry estuviera diciendo la verdad todo este tiempo.
"Sí..." suspiró Regina profundamente, "...nuestro hijo decía la verdad. Sin embargo, no comprendo porque estamos utilizando estos vestidos" hizo un gesto con la mano y su ropa cambio a como solían vestir en Storybrooke. Regina ahora llevaba un traje entallado y Emma sus característicos vaqueros y su cazadora de cuero. La rubia sonrió con satisfacción, bien podría estar usando cualquier cosa, pero no, Regina le dio su bien más apreciado, su chaqueta de cuero roja, y se preguntaba si la morena se dio cuenta de que pudo privarla de eso.
Se tomó un momento para pensarlo, y un instante después, Regina conjuro un arco y flechas que colgaron a su espalda, seguidamente de una espada gigante que apareció en la cadera de Emma. La rubia quedo perpleja.
"Así que... ¿eso fue magia?"
"Qué observadora eres", respondió con sarcasmo. Dio media vuelta y siguió el camino hacia el bosque. Emma corrió para alcanzarla, sin dejar de apoyar su mano en la espada aferrada a su cintura. Después de un rato, Regina dejo de caminar, se quedó quieta, atenta, mirando fijamente un papel clavado en un árbol. Emma llegó a su lado y leyó el cartel.
"¿Un baile? ¿Esto es real?"
"No...no tiene sentido. Yo estuve en ese baile". Señaló el cartel con el dedo. Ella, de hecho, había asistido a ese baile. Fue cuando estaba casada con Leopold. Lo recordaba porque había sido su momento de quiebre. El punto en el que había decidido que era un alma irredimible, e incapaz de amar.
"Pero, cómo podrías..." Emma fue interrumpida por una sombra gris que vio de reojo. Cundo se giró, un lobo gris estaba a pocos metros de ellas. Era una bestia grande, gruñía ferozmente y tenía la boca llena de espuma.
Rápidamente desenvainó su espada. El crujido metálico alertó a Regina y se dio la vuelta. Cuando vio al lobo, agitó las manos para defenderse, intento conjurar fuego, pero sólo consiguió aparecer una manzana que lanzó hacia el lobo. 'Eso fue extraño' Arrugó la frente y volvió a intentarlo y de nuevo, una manzana salió despedida hacia el animal.
El lobo ignoró las amenazadoras manzanas y se abalanzó sobre Regina. Al verlo, Emma se interpuso y empujo su espada contra el animal, rozándole un costado y lanzándolo a unos cuantos metros, pero este se recompuso rápidamente.
El animal arremetió de nuevo contra Regina, quien tropezó con una raíz y cayo junto a un árbol. Levantó la vista y vio a la bestia corriendo furioso hacia ella, tenía los ojos ensombrecidos mientras acechaba a su presa.
Y entonces todo se volvió negro.
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The Lost Princess
Fiksi PenggemarRegina está atrapada en un matrimonio sin amor y su corazón aún llora la muerte del hombre que ella amaba. Cuando Emma, la princesa perdida, llega a su castillo, Regina descubre que es posible que todo el tiempo en el que ella había estado viviend...