✿ 𝐄𝐬𝐭𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐧𝐨 𝐦𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐞𝐜𝐞. 𝐓𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐥𝐨𝐬 𝐜𝐫𝐞́𝐝𝐢𝐭𝐨𝐬 𝐚 𝐥𝐨𝐧𝐠𝐥𝐢𝐟𝐞𝐛𝐲𝐥𝐞𝐫 ✿
•・*。ミ☆∘*。・•
Harry solo tenía 14 años.
Hasta que todo comenzó.
-Des, ya te he dicho que necesito ese trabajo..-. Anne hablaba por teléfono mientras miraba a su hijo menor durmiendo cómodamente en el sofá.
-Si..ya hablaremos de eso otro día, te dejo, adiós-. Anne se sentó en el filo del sofá, moviendo los mechones de la cara de Harry, hasta que este notó el tacto y removiendose abrió los ojos. -¿Qué hora es?-. Dijo con una voz ronca y adormecida.
-Son casi las doce cielo, ¿Qué tal si vas ya a la cama?-. Anne sonrió dulcemente apartando la mano de su cara.-¿Y Gemma?-. Respondió el castaño preocupado. Gemma no volvía desde la mañana, y desde la ventana del salón, parecía muy muy tarde.
-Dijo que volvería más tarde.- Aclaró Anne.
Harry se enderezó y se sentó en el sofá, mirando un punto fijo, recalculando algo, hasta que por fin dió con el clavo.Se agachó hasta abajo del sofá y estiró sus manos hasta sacar una pequeña caja blanca. Anne la miró intrigada.-¿Y eso?-. Sonrió cálidamente observando a su hijo con atención.
-Hoy es tu cumple, ¿cierto?-. Le devolvió la sonrisa y le acercó la caja. Anne abrió la caja ilusionada, y sacó un bonito reloj negro.-Harry, cariño, tú no...es..-. Las palabras se enredeban en su boca, mientras que se colocaba el reloj en la muñeca con una sonrisa de oreja a oreja.
Harry sonrió.-Dijiste que se rompió el tuyo así que pensé que era buena opción -. Anne revolvió los cabellos del castaño.
-Gracias cielo, es el mejor regalo del mundo-.
Harry se encontraba en la cama, teniendo un apaciguado sueño, hasta que el ruido del teléfono que se encontraba en su mesilla de noche lo despertó.
-¿Si?-. Un bostezo incontrolable salió de su boca, probablemente era muy tarde.
-Hola Harry, ¿se puede poner mamá?-. Era la voz de Gemma, se escuchaba acelerada.-¿Gemma?... ¿Qué hora es?-. Se incorporó preocupado de la cama sentándose en el borde.-Necesito hablar con ella, es que..-. Un pitido estruendoso cortó toda comunicación con su hermana. -¿Gemma? ¿Hola?-. No hubo respuesta y colocó el teléfono en la mesita de noche. Harry se estaba empezando a preocupar.
Harry avanzaba por los pasillos oscuros de su casa -¿Mamá?-. Los grillos se escuchaban en el exterior, y el silencio rotundo en las paredes de su casa estaba empezando a asustar a Harry.
Llegó a la habitación de su madre donde no había nadie, pero la tele se encontraba encendida. Las noticias eran el canal que estaban dando. -𝘕𝘰𝘴 𝘩𝘢𝘯 𝘪𝘯𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢𝘥𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘷í𝘤𝘵𝘪𝘮𝘢𝘴 𝘢𝘧𝘦𝘤𝘵𝘢𝘥𝘢𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘭𝘢 𝘪𝘯𝘧𝘦𝘤𝘤𝘪ó𝘯 𝘮𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘢𝘯 𝘴𝘪𝘨𝘯𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘢𝘨𝘳𝘦𝘴𝘪𝘷𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘦𝘭𝘦𝘷𝘢𝘥𝘢 𝘺...-. Una explosión se apreció y la grabación acabó.
Harry estaba asustado. La explosión se había escuchado jodidamente cerca de su casa.
-¿Mamá?-. Seguía gritando más desesperadamente. Bajó las escaleras y por la ventana observaba coches de policía ir hacia alguna dirección.
Se dirigió hacia la cocina, y de repente su madre entró corriendo por las puertas correderas de esta sala. Su madre jadeó y observó a Harry con una mirada asustada.
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My last breath {larry}
FanfictionLondres cayó por completo hace unos años. La vida de Harry dio un giro tormentoso, cuando un virus mortal se desató por todo el mundo, y de un día a otro, caminaba junto con muertos vivientes. Pero, ¿hay alguna esperanza de vivir una vida normal en...