9. Fiesta

640 81 37
                                    

Un chico, de aparentemente nuestra edad, con ojos azules y el pelo rubio, se encontraba en frente nuestra apuntándonos con una navaja.

-No queremos problemas-. Habló Louis levantando las manos.

Observé al chico detenidamente, tenía un gran corte en su mejilla y en su antebrazo.

-¿Qué te ha pasado?-. Pregunté recibiendo miradas curiosas por parte de los chicos.

-He escapado de algunos cazadores-. Respondió acariciando la herida de su brazo.

-¿Necesitas ayuda con eso?-. Pregunté cruzandome de brazos.

Louis me agarró de la muñeca y me susurró. -¿Estás seguro de esto? ¿Que tal si en realidad es un cazador o solo intenta robarnos?-. Añadió Louis mirándome molesto.

-¿Y si en realidad es solo un chico normal como nosotros?-. Concluí suspirando.

El chico miró al suelo y volvió a levantar la cabeza. -Me harías un gran favor-. Sonrió sentándose fuera de la tienda.

Salí y me arrodillé frente a él, bajo la atenta mirada de Louis, y comencé a sacar algunas vendas que traje para el camino.

Comencé a vendarle el brazo y decidí preguntarle.-¿De donde eres?-.
-Me dedico a recorrer ciudades y escapar de infectados-. Habló sonriente.

-¿Cómo te llamas?-. Preguntó Louis secamente.

-Jacob-. Habló el chico gimoteando por el dolor en su mejilla.

Pensé mirando el suelo por un rato, hasta que decidí preguntar. -¿Quieres venir con nosotros?-. Dije mirando a Louis que fruncía el ceño suspirando.

Si yo fuera este chico sin gente a la que llamar familia, sinceramente no sabría como seguir adelante.

Jacob abrió sus ojos, sorprendido por la proposición. -Bueno, la verdad es que me he cansado de estar solo-. Habló sonriente levantándose.

-Si quieres venir, tendrás que ayudarnos-. Comentó Louis con un tono molesto, dándole palmaditas en el hombro.

La siguiente tienda donde iríamos era la de ropa, donde esperaba que encontráramos al menos algunas latas.

Louis se sacó un libro de su mochila. -Mira, he encontrado este libro de chistes-. Dijo acercándome el libro. Jacob nos seguía pasos detrás.

-Voy a leer uno-. Concluyó Louis abriendo el libro, y comenzando a leer. -¿Qué le dice una impresora a otra? Esa hoja es tuya o es impresión mía-. Dijo en un tono divertido.

-Dios mío, cierra eso-. Comenté sonriente.

-Bueno, pues vamos con otro-. Habló pasando la hoja-. -Va un astronauta al espacio, y se lesiona de gravedad-. Rió levemente mirándome.

-Quema ese libro-. Reí mirando a otro lado.

-¿Si no te ha hecho gracia, entonces por que te estás riendo?-. Dijo pellizcando mi mejilla levemente, lo que provocó que riera aun más.

-Chicos, ahí está la tienda-. Comentó Jacob haciéndonos callar.

Yo asentí, entrando en la tienda, y viendo a un Louis de reojo frunciendo el ceño y suspirando.

Entré y comencé a buscar cosas por los cajones de la tienda, mientras que Louis miraba entretenido una camiseta de dinosaurio. -¿Crees que me quede bien?-. Habló comenzando a quitarse su camiseta.

Rápidamente, voltee mi cabeza hacia otro lado.

Cuando deje de escuchar el sonido de ropa siendo manipulada, volví mi vista de nuevo a Louis, y mierda, aún era pronto para mirarle.

La espalda bien definida de Louis sorprendió a mis ojos. Tenía unos cuantos tatuajes, acompañados de cicatrices.

-Se que me estás mirando, pervertido-. Habló riendo burlonamente poniéndose la nueva camiseta.

Y vi como en la ventana frente a él, se veía mi reflejo.

Me sonrojé avergonzado mirando el suelo.

Louis se dió la vuelta, con la camiseta nueva ya puesta. La camisa sería unas cuantas tallas más pequeñas que la suya, porque le quedaba increíblemente diminuta. La parte baja de la camisa, le llegaba hasta la cintura, y las mangas estaban bastante ajustadas a sus brazos.

-Te ves ridículo-. Comenté riendo y mirando su cintura.

-Yo creo que me veo fantástico-. Hizo una pose de modelo, provocando que estallara a carcajadas.

▷▷▷

Cuando habíamos revisado todas las tiendas, volvimos al gimnasio, y presentamos a Jacob a los chicos.

Reunimos todos los suministros que recogimos. Louis y yo, apenas diez latas y botellas. Liam y Stan, habían conseguido llegar a un generador y encender algunas luces de la ciudad, como el gimnasio, que ahora estaba alumbrado por unas bonitas luces decorativas. Y bueno, Niall y Zayn consiguieron comida y agua, y algo que todavía no nos querían enseñar.

-¿Estáis listos para probar la mejor mierda de vuestras vidas?-. Habló el rubio entusiasmado, comenzando a sacarlo de las bolsas.

Eran algunas botellas de alcohol, en bastante buen estado.

-Oh dios mio-. Dijo Liam asombrado cogiendo una de las botellas.

-¿Cómo las conseguisteis?-. Pregunté mirando confundido a Niall y Zayn.

-Fueron como súper difíciles de encontrar, pero aquí están-. Sonrió chocando los cinco con Zayn.

-Así que, ¿que os parece una fiesta?, para celebrar que estamos vivos, y por nuestro nuevo líder-. Comentó Zayn mirándome sonriente.

-Me apunto-. Dijo Louis sonriendo.

▷▷▷

Eran ya las doce la noche, y nos encontrábamos comiendo las provisiones que habíamos recogido esa tarde.

-Louis siempre se meaba en la cama cuando era pequeño, incluso con doce años creo que se meó-. Comentó Lottie divertida, escuchando las quejas de su hermano.

Stan reía a carcajadas, mientras que Niall y Zayn hablaban tranquilos en una esquina del gimnasio. Liam comía sonriente las latas de salsa de tomate como si fueran un manjar.

Una mano tocó mi hombro.

-Gracias, por traerme aquí-. Habló Jacob sonriendome.

Yo solo asentí sonriendo, admirando sus ojos claros fijados en mis labios.

-¿Quieres venir conmigo a un sitio?-. Sonrió mirándome fijamente.

-Eh, yo..-. Antes de que pudiese acabar la frase, Jacob me agarró de la muñeca y me llevó al baño, encerrándonos.

Se acercó a mi despacio, acorralándome entre el lavabo y su cuerpo.

-Sabes que eres muy bonito ¿no?-. Comentó acariciando mi mejilla derecha.

No me sentía bien. Sus manos quemaban en mi rostro.

-Jacob, yo..-. Traté de alejarlo de mi, cuando lentamente sacó una navaja de su bolsillo.

-Quería hacer esto por las buenas, pero si no colaboras, habrá que hacerlo por las malas-. Soltó Jacob acercando su navaja a mi cuello. -Puedo matarte a ti y a todos tus amigos si quiero, así que, ayúdame un poco-. Concluyó sonriendo falsamente.

Tenía ganas de vomitar, y sentía mis ojos comenzando a aguarse.

My last breath {larry}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora