3. Louis

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Oh mierda.

Tenía una jodida mordida en su mano.

Aparté mi vista rápidamente, mirando el suelo respirando agitado.
La mordida no parecía ser reciente, parecía haber cicatrizado hace mucho tiempo. ¿Era eso posible? ¿Debería preguntarle?

¿Y si se transforma en cualquier momento?

-Louis-. Llamé en un fino hilo de voz. -¿Qué es lo de tu muñeca?-. Me miró, miró su muñeca y abrió los ojos asustado, tapándose la muñeca con su chaqueta.

-Me mordió un perro-. Tragó saliva al terminar la oración.

Mentiroso.

¿Tan ingenuo cree que soy? Como si no hubiera visto mordidas de infectados. Esa era grande, y eran dientes humanos, no de perro.

Yo asentí, haciéndome el que se lo había creído, y Louis se recostó en la pared.

-¿Qué edad tienes?-. Preguntó mirando sus zapatos y jugando con una pequeña navaja en sus manos.

-17-. Respondi fijándome en como su mano acariciaba la punta de la navaja.

-Pareces de 14-. Dijo riendo suavemente y mirándome por fin a la cara.

Fue la primera vez que lo vi bien de cerca. Poseía pómulos bien definidos. Tenía unos labios finos y agrietados. Una mandíbula bien marcada y unos ojos azules acompañados de largas pestañas. Eran de un azul claro, profundo, personalmente los más bonitos que hubiera visto.

Su cabello era castaño, liso y corto, bastante despeinado. Tenía un piercing en la oreja con un pendiente de luna.

A veces un rostro bonito viene pegado a un idiota.

-Lo que digas-. Rodé los ojos y dirigi mi vista a su hermana, que yacía en el suelo aún inconsciente, pero sin la hemorragia.

-¿Quién la disparó?-. Fue la frase que me salió de la boca.

Louis miró a su hermana y suspiró. -Fue un maldito cazador-. Apretó su puño.

Los cazadores.

Gemma siempre me advertía sobre ellos cada vez que salía al bosque. Eran hombres que vendían personas vivas, y hacían de todo con ellas. Creo que preferiría encontrarme con 10 infectados que con uno de ellos.

Tragé saliva y asentí.

-Gracias, supongo-. Volvió a hablar el castaño, dejando la navaja en el suelo.

-¿Porqué?-.

-Por ayudar a mi hermana, aunque me lo debías, por no volarte la cabeza la otra vez-. Sonrió y volvió a mirarme a los ojos.

-Gracias por no matarme-. Añadí irónico, a lo que Louis rió levemente.

Tenía una risa bonita.

Mire de nuevo hacia los chicos, y Niall estaba hablando con Zayn, algo sobre cual era su película favorita antes de que todo pasase.

Y Liam hablaba con Stan, sobre algo que no escuchaba bien.

Hasta que escuché un ruido en mi mochila.

Mi walkie talkie.

-Harry, ¿me escuchas? Soy Gemma-.

Cogí el walkie talkie y me lo acerqué a la oreja, con la atenta mirada de Louis. -¿Gemma? ¿Que ocurre?-.

-¿Donde estás? Es tarde y está nevando horrible-.

-Estoy bien, estoy refugiado en una caseta vieja, no hay infectados alrededor-.

No se escuchó nada por unos segundos, hasta que Gemma volvió a hablar. -Ten cuidado, ¿si?-.

-Si-. Respondí apagando el aparato y volviéndolo a guardar en la mochila.

-¿Quién era? -. Me miró Louis intrigado.

-Mi hermana, es muy protectora-. Respondí apoyando mis manos en mis rodillas.

Él asintió y cerró sus ojos, parece que pasaríamos la noche aquí.

▷▷▷

Los pajaros se escuchaban a través de la ventana y los primeros rayos de sol empezaban a entrar en la vieja caseta.

Me removí en el duro suelo incómodo donde dormí. Cuando empecé a abrir los ojos, noté una pierna encima de mi cuerpo que dificultaba mi respiración.

Era la pierna de Louis, que dormía con la boca abierta como si el suelo fuera el mejor colchón del mundo.

La quité lentamente, intentando no despertarlo, mirando hacia mi alrededor.

Al parecer, faltaban solo Lottie y Stan.

Liam dormía sentado apoyando la cabeza en Niall, y Niall en Zayn. Cualquiera que los viera en esa pose pensaría que eran amigos de toda la vida.

Me incorporé y traté de andar, pero la mano de dicho castaño me lo impidió.

-¿Donde vas?-. Dijo con una voz ronca y rasposa.

-A buscar a tus amigos-. Dije seco y caminando hasta la puerta de la vieja caseta.

Allí estaban Lottie y Stan, apoyados contra la madera.

-Hey, chico -. Saludo Stan, mucho más amable que la bienvenida que nos dió por primera vez.

Lottie me miró confundida, se alejó un paso hacia atrás, examinandome de arriba a abajo. -¿Este es el chico que dijiste?-. Miró a Stan.

Stan asintió -Este fue el chico que te ayudó-. Sonrío palmeando mi hombro.

-Veo que durmieron cómodos-. Rió la chica al recordar la posición en la que su hermano se encontraba cuando despertó.

Reí avergonzado mirando el suelo.

-Esos guantes, son de él, ¿no?-. Me preguntó Stan señalando mis manos.
-Aprecialo, nunca presta nada a nadie, es un tacaño-. Rió de nuevo mirando a Lottie, y esta asintió sonriendo.

¿Porque me los dió?

De repente, Zayn salió por la puerta soltando un bostezo. -¿Ya nos vamos?-. Preguntó mirando los alrededores.

Stan asintió. -No creo que este sea el mejor sitio para vivir-. Rió secamente.

-Despertemos a Louis-. Habló Lottie, que tenía una mano apoyada en su herida.

Un ruido de un metal golpeando el suelo nos sorprendió.

Un infectado vino corriendo a toda velocidad hacia nosotros, y no estábamos armados.

Entramos a la caseta rápidamente cerrando, y cogiendo nuestras armas. Pero comenzaron a venir aún más infectados gracias al causante del ruido.

-Mierda, estamos encerrados -. Dijo Stan frustrado pasando una mano por su cabeza.
- ¿Qué mierda pasa?-. Preguntó Liam aún adormecido.

-¡Por aquí!-. Gritó Lottie haciéndonos girar. Louis la miró sorprendido, no sé había dado cuenta que ya había despertado.

El lugar que Lottie nos señaló era una rendija que estaba en el suelo, que probablemente daría a un alcantarillado.

Stan dió varias patadas a la rendija, hasta que esta se rompió mientras íbamos entrando.Lottie primero, Louis después, Niall lo siguió, luego Liam y Zayn y quedábamos Stan y yo.

Los infectados trataban de romper las ventanas, y eran probablemente muchos.

-¡Rápido!-. Gritó Lottie desde el alcantarillado.

Salté dentro, junto con Stan, que intentó poner de nuevo la alcantarilla para que no nos siguieran.

-¡Dios! ¡Que peste!-. Dijo Niall tapándose la nariz. -Huele a los pedos de Liam-.
-¡Hey!-. Respondió indignado el mencionado.

-¡Sh!-. Replicó Lottie haciéndonos un gesto con la boca. -Aún no estamos seguros-.

Justo después de eso, un infectado se abalanzó a mi espalda.

My last breath {larry}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora