28. Despedida

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Louis estaba apoyado con una mano en la pared, tosiendo agresivamente mirando el suelo.

Lottie sobaba su espalda mirándolo preocupado.

Ignoré a Gemma y fuí corriendo hasta ellos.

-Lottie, ¿que le pasa?-. Pregunté asustado observando como el castaño no se detenía.

Lottie se giró y me miró con sorpresa. -Dijo que tenía mareo, y de repente empezó a toser-. Habló la rubia preocupada.

Louis dejó de toser, y se sentó en el suelo respirando agitado.

Me puse en cuclillas mirándolo preocupado.

La cara de Louis era increíblemente blanca, tenía grandes ojeras y los ojos llorosos de toser.

El ojiazul no dijo nada, solo abrió sus brazos esperando a que lo abrazara.

Y eso hice, abrazé al castaño no muy fuerte por miedo a hacerle daño.

Él apoyo su cabeza en mi hombro con cansancio.
Lottie nos miró concentrada por unos segundos.

-Louis, dijiste que te sacaron mucha sangre, ¿no?-. Interrogó la rubia levantando una ceja, y agachandose un poco para estar a la altura de su hermano.

Louis asintió confundido, sin saber donde quería llegar Lottie.

-Quizás tienes anemia-. Concluyó con el ceño fruncido.

Louis miró al suelo sin decir nada.

Tragé saliva, y mordí mi labio inferior sin saber que decir.

Lottie pasó su mano por su cara suspirando y volviendo a hablar. -¿Qué tal si..vas a despejarte un poco?-. Ella habló mirando con tristeza a Louis.

Louis suspiró, levantándose con cierta molestia y saliendo del gimnasio con prisa.

Lottie se le quedó mirando, resoplando y volviendo su mirada hacia mi.

-Quizás tú puedas tranquilizarle-. Dijo con una sonrisa sincera, incorporándose y yéndose hacia no se donde.

Suspiré, y salí del gimnasio deprisa.

Louis estaba apoyado contra la pared, mirando el cielo con el ceño fruncido.

-Lou-. Hablé llamando su atención. Me miró de arriba a abajo, y luego volvió a mirar al cielo.

-Se que Lottie te dijo que vinieras aquí, ella piensa que es otra de mis rabietas de niño pequeño-. Frunció el ceño, mirándome con cierta molestia.

Me mantuve callado. Solo quería decirle que iba a estar con él en todo, pero no encontraba las palabras correctas en ese momento.

-No quiero ser una maldita carga, Harry. No quiero dar lástima. Si estás enfermo, eres débil, y los débiles no viven para contarlo en este mundo-. Escupió con rabia mirándome fijamente.

-Eso no es..-. Empecé a hablar, pero Louis me interrumpió. -Y se lo que vas a decir, porque eres demasiado bueno para darte cuenta en el mundo de mierda en el que vivimos. La gente es casi peor que los infectados. Mira a los enfermos de ayer, intentaron abusar de Eleanor, y casi te matan-. Hizo una pausa, relamiendo sus labios-. Este mundo no es para débiles-. Concluyó resoplando, apoyándose de nuevo contra la pared.

-Louis, no eres débil, y nunca lo has sido. Has sobrevido un maldito año en ese hospital, en el que te hacían pruebas y te sacaban sangre la mayoría de los días-. Dije moviendo mis manos alterado.

Quería que Louis supiese lo fuerte que era para mis ojos.

-No deberíais haberme salvado-. Dijo mirando al suelo con el ceño fruncido. -Debería haber muerto en ese..-. Besé a Louis sólo para que se callara.

My last breath {larry}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora