6. Cazadores

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Tragé saliva.

Detrás mía, un hombre de unos 30 años, musculoso, con una voz ronca, me estaba apuntando con una escopeta.

-¿Sabes qué? Justo estaba pensando en divertirme un rato-. Dijo riendo enfermamente. Había agarrado mis manos contra mi espalda.

Yo miraba la escopeta en el suelo que se me cayó cuando tropecé. Estaba en un lío.

-Si tratas de gritar, huir, o hacer cualquier tontería, estás muerto-. Habló haciendo énfasis en la última palabra. -Ahora vas a seguirme a un sitio divertido, ¿de acuerdo?-.

Yo solo respiraba agitado, las palabras no salían de mi boca.

-Tomaré eso como un si-. Justo cuando habló, me giró para que lo viera de frente.

Mierda, era un maldito cazador.

Tenía esa gran cicatriz en forma de c en su cuello.

Abrí mis ojos y volví a tragar saliva.

Justo después de eso, me golpeó en la cabeza con la pistola.

▷▷▷

Desperté en el suelo de una celda extraña, olía a animal muerto, y mi visión estaba nubosa.

Empecé a despertarme, y vi como el cazador de antes estaba despedazando un pequeño ciervo en una vieja mesa de madera.

-Oh, veo que despertaste-. Dijo acercándose a la celda. Yo me tensé y retrocedí.

-No tengas miedo pequeño, no te haré daño-. Acercó sus manos a la celda.

-¿Donde estoy?-. Hablé con cierto temblor en mi voz.

-En mi territorio-. Habló con una voz terrorífica, que hizo que mis bellos se erizaran.-Escucha, si me dices tú nombre, quizás pueda dejarte salir-. Dijo alegremente.

Me acerqué a él poniendo mis manos encima de las suyas y sonriendole. Él sonrió de vuelta.

Fue el momento justo, cuando apreté fuertemente sus dedos, y traté de coger las llaves que colgaban en su pantalón.

Él se retorció de dolor, y empujó mi brazo contra la celda atrayendo todo mi cuerpo, y golpeando mi cabeza varias veces.

Caí al suelo de nuevo, gimoteando de dolor.

-¡Si vuelves a hacer esa mierda voy a cortarte a trozos!-. Dijo agarrando su mano y respirando agitado.

-Harry-. Respondí.

-¿Qué?-. Me miró confundido.

-Harry es el nombre del chico que rompió tu maldito dedo-. Apreté mi puño mirándole fijamente.

Él gruño y salió dando un portazo.

▷▷▷

Justo cuando empecé a abrir mis ojos por la luz matutina que entraba por la pequeña ventana de la celda, el cazador de ayer me agarró del brazo y me levantó.

Me llevaba arrastrando. Yo me retorcía, y pude llegar a morderle el brazo derecho, cuyo gesto enfadó a el hombre y me dió una bofetada.

-¡Te lo advertí niño!-. Me gritó y me tumbó violentamente en la mesa donde antes había despedazado el ciervo.

Cogió el cuchillo que estaba encima de la mesa y justo antes de clavarmelo en el estómago, grité. -¡Espera! ¡Puedo llevarte a Deinbought!-. El hombre clavó el cuchillo en la mesa y me miró.

Aproveché y rápidamente cogí el cuchillo de la mesa, y se lo clavé en el brazo donde le había mordido anteriormente.

El hombre gritó de dolor agarrándose el brazo, y yo me bajé de la mesa y salí corriendo por la puerta velozmente.

Corrí por la nieve rápidamente, escondiéndome de los demás cazadores.

Cuando llegué a un bar abandonado de esa comunidad de cazadores, respirando agitado, traté de pensar.

¿Por donde mierda podría escapar? ¿A cuantos de ellos podría evitar?

Una mano en mi boca me sorprendió.

Me giré y le metí un puñetazo, era el cazador de antes, ahora acompañado de una pistola.

Salí corriendo y me escondí detrás de unas mesas.

-Estás muerto -. El hombre tiró un molotov a una esquina del bar, y la madera se empezó a incendiar, quemando el local.

-No puedes esconderte por mucho tiempo, Harry-. Caminó por los pasillos del bar apuntando a las mesas, mientras se acercaba más a mi, y el incendio crecía.

Estaba jodido.

Pero aún conservaba el cuchillo.

Entonces lo vi.

Estaba de espaldas, era mi oportunidad.

Fui silenciosamente tras él, y cuando pensé que podría clavarle el cuchillo, se giró y me tiró al suelo, cayendo él conmigo, y su pistola también.

Me arrastré, tratando de coger la pistola, y sintiendo el calor quemar mi piel.

El cazador se levantó y me pateó dándome la vuelta, y comenzandome a ahorcar. -Todavía puedes probar a suplicar-. Dijo con una sonrisa maliciosa mientras pasaba sus sucias manos por mi pecho.

-Que te den-. Traté de decir mientras mi brazo derecho se agarraba a sus manos, y mi izquierdo trataba de coger la pistola del suelo.

Y la alcancé.

Y disparé, una, dos, tres...

-¡Harry, para!-. Escuché una voz que agarraba mi espalda tratando de tranquilizarme.

Me giré y la vi. Gemma estaba agarrando mi rostro con sus cálidas manos. -Soy yo-. Aclaró intentando sonreír.

-Gemma..él.. ha intentado..-. Mis ojos se empezaron a humedecer sin terminar la frase.

Gemma me abrazó fuertemente. -Vamos a casa ¿si?-.

▷▷▷

Cuando llegamos a Deinbought, Gemma me llevó hasta nuestra cabaña, donde Niall y Liam esperaban.

Se abalanzaron corriendo hacia mi, y me envolvieron en un cálido abrazo.

Niall lloraba en mi brazo, y Liam me apretaba tanto que no podía respirar.

-Es mi culpa, yo fui quien dijo de hacer la estúpida carrera-. Habló el rubio lamentándose en mi hombro.

-Niall, tu no tuviste la culpa-. Dije alejándolo y sonriendole.

-Louis y Zayn estaban muy preocupados, sobre todo Louis-. Habló Liam justo antes que la puerta se abriera de golpe.

Louis y Zayn entraron sofocados, envueltos por una capucha para no ser reconocidos, y la cual se quitaron rápidamente al entrar.

Corrieron a mis brazos y Louis giró mi cara por ambos lados. -¿Estás bien? ¿Te hicieron algo esos hijos de puta?-. Hablaba mientras revisaba mi rostro en busca de heridas.

-Estoy bien, Louis-. Sonreí mirándole a los ojos.

-Cuando no te encontrábamos, avisamos a Gemma. Ella encontró tu escopeta en el bosque y siguió las huellas-. Habló el rubio con el ceño fruncido.

De repente, el walkie talkie que Gemma se había dejado cuando llegó apresuradamente, sonó:

-Gemma...los malditos cazadores...os han seguido-. Se escuchó la voz de Des.

My last breath {larry}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora