El día para celebrar el comienzo de la navidad había llegado. George Harrison aún no daba acto de presencia y Paul McCartney se negaba a hablarme, John y Ringo estuvieron ayudandome estos días con mi salud mental.
— ¿Estás segura de que no quieres que yo lleve tus cartas? te puedes quedar en casa, además hace mucho frío... — Me preguntó Ringo al salir de mi casa junto a mi.
— Que no Rings, está bien con que me acompañes. — Me agarré de su brazo debido al frío y caminamos tranquilamente a dejar la correspondencia, se me había ocurrido dejar cartas con regalos a las personas más queridas para mí, así que las tuve que llevar al buzón, junto a algunas cartas que mi madre quería enviar, Ringo se había brindado para acompañarme así que aquí estamos.
— ¿Le enviarás lo que me dijiste a Paul? — Me preguntó curioso mientras nos posicionabamos frente al buzón y hechabamos las cartas dentro.
— Si, es una buena idea verdad?
— Teniendo en cuenta todo lo que sucedió, el que no quiere hablarte por nada del mundo y que te ignora creo que es buena idea enviarle un recuerdo y unas disculpas, claro. — Habló sarcástico.
— Ringo, voy a golpearte si vuelves a burlarte. — Lo miré con el ceño fruncido y me di la vuelta para seguir mi camino.
— Tranquila chica, solo bromeaba, ustedes dos se van a arreglar, no pueden vivir peleados toda la vida. — Habló colocándose a mi lado mientras caminabamos.
— ¿Harás algo hoy para navidad? — Pregunté mientras veía las flores de un arbusto con interés.
— Cenaré con mi madre y mi padrastro, porque? — Preguntó de vuelta.
— Solo curiosidad. — Me alcé de hombros mientras seguía caminando.
— ¿Tenías planes con George?
— No realmente. — Le dije y alcé mis hombros. — Al parecer soy la única que no quiere pasar su navidad en familia, realmente no me caen bien mis tíos, era eso o pasar la navidad sola y preferí la segunda opción.
— Entiendo, trataré de quedarme lo más que pueda contigo. — Me sonrió y negué rápidamente.
— No te preocupes por mi, Rings. — Volví a agarrar su brazo. — Eres demasiado bueno. — Sonreí y seguimos caminando.
...
— ¡Ringo, baja un poco la música, creo que alguien está llamando a la puerta! — Grité en las escaleras para que el contrario escuchara en mi habitación.
— ¡Bien! — Exclamó y escuché la música cada vez más lejos, eran las 7:34 de la noche, Ringo se había quedado a hacerme compañía y luego se iría con su familia. Me parecía raro que alguien tocara la puerta de mi casa a esta hora por lo que estuve alerta, abrí la puerta lentamente y me encontré con una cesta en el suelo, fruncí levemente el ceño y la agarré, pude leer una pequeña tarjeta que venía atada a ella.
“ Perdón por desaparecer estos días, estuve ocupado en algo que luego te diré, realmente te extraño y me has hecho mucha falta, Lucy. ”
George H.Sonreí emocionada y miré dentro de la cesta encontrándome mis dulces favoritos.
— Creo que olvidé colocar este dentro. — Dijo y colocó un dulce más dentro de la cesta, alcé la vista encontrándome con el castaño que tanto esperé ver este tiempo.
— ¡George! — Me lancé a sus brazos y nos estrechamos en un fuerte abrazo que los dos necesitábamos.
— ¿Cómo estás, linda? — Acarició mi rostro con una sonrisa.
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Got my mind set on you. | George Harrison.
Fiksi PenggemarDesde que era una niña siempre soñé con ser alguien grande, alguien a quien todo el mundo amase, odiase, respetase y admirase, ese era solo el sueño de una pequeña niña de Liverpool la cual tenía un mundo por descubrir. Nunca imaginé ser parte de un...