NUESTRO ALOCADO AMOR [DAZAIXSIGMA]

✧･ﾟ:Un Hermanito Para Chūya:･ﾟ✧

N/A: Pidieron una escena +18, les presento una leve y corta.

Habían descubierto el método para la clonación humana utilizando a un humano que existió: Chūya Nakahara. Ahora, Dazai, tenía una nueva idea y había estado trabajando en ello a solas durante meses, sin que Sigma lo supiera.

Su intención era lograr la creación de un ser humano sin necesidad de tener dos personas, y sólo utilizando sus espermas. Así fue.

Una vez que tenía a un diminuto embrión desarrollándose en una cápsula como vientre artificial, estaba feliz por su nuevo logro y quería decírselo al mundo, aunque era algo posiblemente ya descubierto antes.

Tenía la capacidad de poder elegir el color de cabello, ojos y piel del pequeño ser, y su sexo. Estaba emocionado con ver los resultados.

[ESCENA +18, OMITIRLA SI ASÍ LO DESEAN].

— Por cierto, ¿Te gustó la cena que Chūya y yo hicimos para tí hace unas semanas?

Preguntó Dazai, en pleno acto de intimidad con su compañero científico.

— No estuvo nada mal, a pesar de que se trataba de tí. ¿Por qué hasta ahora lo preguntas?

— Por nada.

Sin decir nada más, siguió empujando cada vez más fuerte y rápido mientras sujetaba el miembro de Sigma con una de sus manos. Ambos se corrieron casi al mismo tiempo y soltaron un gemido de placer.

— ¿Por qué si dices no amarme ni querer nada conmigo, aceptas que tengamos sexo? Es extraño.

Cuestionó Dazai con confusión, moviendo a Sigma espalda abajo y abriendo sus piernas, para introducirse dentro de él nuevamente y empujar.

— Es una necesidad que yo tengo, no significa que me intereses como novio, Dazai.

El rostro de Sigma estaba sonrojado. Al sentir un poco de dolor, se sostenía de la espalda de Dazai mientras era penetrado cada vez más rudo para él.

— Démosle un hermanito a Chūya.

Murmuró el castaño, terminando dentro de él con un Sigma arqueado hacia atrás.

— E-Eso nunca... Siempre tomo las pastillas anticonceptivas después de cada acto. No funcionará conmigo ni aunque no usemos condón.

En ese momento, los llantos de recién nacido se oyeron desde la pared de al lado.

— Me refería a eso. ¡Espera aquí, Sigma! ¡Voy a conocer a mi hermoso Ryūnosuke! ¡Un bebé creado por mí mediante la ciencia y tecnología!

Se vistió rápidamente, lavó bien sus manos, y fue hacia la habitación de al lado, para luego regresar con un hermoso bebé azabache y de piel pálida en sus brazos. Su nueva creación.

— ¡Míralo, Sigma! ¡Es bellísimo! Mira, bebé, ahí está mami Sigma.

[FIN DE ESCENA +18]

El albino se vistió también y se quedó sentado en la orilla de la cama, observando a la tierna criatura que su compañero tenía en su brazos. Un bebé que se estiraba conforme se oía su primer llanto.

Un recién nacido de nombre Ryūnosuke.

Horas más tarde, Dazai seguía cuidando a Ryū, sin querer tenerlo lejos de él. Estaba orgulloso de tenerlo y se autonombró como el padre de bebé Ryūnosuke.

Chūya recién había Sido presentado a Ryū y estaba fascinado con tener un hermano pequeño. Sigma era el único que no estaba contento.

— Mi hermanito es muy lindo. ¿Puedo cargarlo?

Preguntó curioso, aunque desconocía cómo sostener a un bebé, Chūya quería hacerlo y explorar cada una de las sensaciones de un ser humano normal.

— Quieres sentir, oler, percibir, ver y hacer todo como un humano normal, clon. Pero nunca lo serás. Eres una copia del verdadero Chūya Nakahara, y ese bebé, es de existencia falsa también.

Chūya encogió de hombros y fue hacia la puerta de la habitación, con la intención de salir.

— Sigma, eres demasiado duro con Chūya. ¿No habíamos quedado en otra cosa? Nosotros lo creamos.

— Pero yo no creé a ese bebé. ¿Qué se supone que harás con él, Dazai? Además, lo único en lo que estuve de acuerdo contigo fue en que el clon no lo cambiaríamos por los millones y se quedaría con nosotros.

Sigma estaba molesto por la situación. Dazai había creado a otro ser y lo involucraba en ese asunto en el que no estaba relacionado. Él sólo quería ser un científico estudiante común como los demás, y como lo que era antes de crear a Chūya, su único invento logrado.

— No te molestaré más, Sigma. Yo... Iré de intercambio a Europa en unas semanas. Me llevaré a Chūya y a Ryū... Pero por favor, no los odies. Todo es mi culpa por obligarte a quererlos.

Su tono de voz se volvió serio. Pero en el fondo, sabía que no podía dejar de amar a Sigma por una situación como esa, y buscaría la manera de estar con él y al mismo tiempo cuidar de Chūya y de Ryū.

— Todo... es mi culpa ¿verdad? Si tanto les molesta, puedo irme con Ryūnosuke y tener una vida falsa y sin identidad, los dos juntos...

Chūya se asomó por la puerta y entraba lenta y tímidamente. El castaño sonrió al verlo.

— Chūya, eres especial. Sigma y yo nos esforzamos mucho para crearte. Fueron cientos de fórmulas, ecuaciones, teoría y mucha paciencia para lograr tan ser maravilloso.

Sigma sintió una punzada en el pecho y suspiró. Mirando hacia el pelirrojo sólo pudo sonreír.

— Dazai tiene razón, Chūya-kun. No ganamos los millones, pero tengo la esperanza de que serás un verdadero ser humano.

De los ojos de Chūya brotaron lágrimas, se abalanzó a Sigma para abrazarlo, quien correspondió sin problema.