Capítulo 10

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-¿No te parece extraño? -preguntó Jiwoong a Hanbin en un susurro.

-Totalmente.

Desde que se habían encontrado con Minhyun, Matthew no se había separado de él, parecía que le tenía mucha confianza, incluso cuando la manera en la que él le sonreía era demasiado falsa, en realidad, ¿quién estaría sonriendo en una situación como esa? Todo era demasiado sospechoso.

Los mayores sabían que aquel maestro no era una buena persona. Todo el tiempo que habían estudiado ahí, habían sentido la discriminación de su parte únicamente por ser pobres, a pesar de que siempre trataba de mantenerse amable con ellos delante de los otros maestros.

Pudieron notar cómo se mantenía pasando la vista por todos lados, como si buscara algo.

Jiwoong tomó la mano de Matthew y con un apretón llamó su atención. -Vámonos de aquí. -susurró en su oído.

-Él nos ayudará.

-No lo hará, tengo el presentimiento de que él está detrás de esto.

-Eso es ridículo, él siempre me ha apoya-

-¿Pero qué tenemos aquí? -un hombre con capucha se encontró directamente frente a ellos.

-Sólo un maestro asustado y unos estudiantes. -respondió el profesor en tono calmado.

El maleante sonrió y miró su reloj. -Justo cinco minutos antes de las siete. Miren por la ventana. -por inercia, los chicos pusieron su atención en el paisaje frente a ellos. -Se está poniendo el sol.

-Por suerte aquí están los otros cuatro que faltan, aunque no entiendo porque Byunghun quiere al pobretón de Sung Hanbin.

-M-maestro. -Matthew, Ricky y Yujin tenían la guardia baja, no fue nada complicado para el maleante tomar al canadiense por el brazo y atraerlo hacia él, haciendo que soltara la mano de Jiwoong.

-¡Matt! -Jiwoong quiso dar un paso al frente para alcanzar al menor, sin embargo, aquél hombre sacó su arma y le apuntó directamente en la cabeza.

-Llamaremos a sus padres y pediremos el maldito dinero, excepto por el niño pobre, él se quedará con nosotros. -el semblante del profesor había cambiado totalmente, su sonrisa era burlona y estaba cruzado de brazos.

-Pero profe, nosotros confiamos en usted.

-Basta ya, Yujin, siempre me has molestado, tú más que los demás. Siempre vas por la vida tratando de parecer la persona más feliz, me enerva tu maldita actitud.

-No se lleve a Matthew, por favor. -el más alto de todos estaba desesperado. -Lléveme a mí y le diré a mi padre que les dé el doble de dinero.

-Eso es demasiado patético, incluso para ti. -el profesor se le acercó y lo tomó de la barbilla, obligándolo a verlo a los ojos. -Tu amor unilateral me da asco, te has pisoteado tú solo al no decirle lo que sientes y mantenerte al margen por su bien. -rió con descaro y dirigió su vista hacia Matthew, sin soltar a Ricky. -¿A ti no te parece patético? Míralo... enamorado de ti sin decir nada. Que pena que tú quieras al muerto de hambre.

-Vámonos ya, Minhyun, hay que llevar a los cuatro chicos al primer piso, por lo menos antes de que den la orden de abrir fuego contra los demás inocentes.

-Kyungho, tú siempre tan sensible con los chicos.

-Caminen y no hagan nada estúpido. -dijo el secuestrador, haciendo que los chicos se separen del pequeño grupo que habían formado y caminaran hacia él.

-¿Kyungho? -una voz ajena se pudo escuchar por detrás del secuestrador.

-¿Seungeon? -preguntó de vuelta.

-¿Q-qué estás haciendo? -las lágrimas resbalaban sobre sus mejillas y todos los demás estaban estupefactos.

-No me digas que este es tu hermano. -Minhyun reía a carcajadas mientras Kyungho buscaba las palabras correctas para explicarse.

-Seungeonie, lo lamento. Sé que prometí no volver a hacerlo cuando saliera de prisión, pero no tenía otra opción.

-Yo también lo lamento, lamento haber permanecido con la ilusión de volver a tener un hermano mayor que no se ganara la vida utilizando a la gente.

-Será mi último trabajo, lo juro. Es para darles una mejor vida a mamá y a ti.

-¿Una vida mejor destruyendo a mis amigos? -se limpió las lágrimas y se sorbió la nariz. -Prefiero morir en la pobreza.

Hubiera buscado más excusas para sus acciones sino hubiera escuchado el sonido del seguro de un arma siendo quitado cerca de él, encontrándose con Jiwoong apuntándole con una pistola.

-Suelta a mi novio o jalaré el gatillo.

-Vaya, siempre supe que el grandote venía de una familia de maleantes. -aunque tenía sus manos en alto, el sarcasmo de Minhyun no se disipaba.

El secuestrador soltó el brazo de Matthew, quien inmediatamente corrió hasta Jiwoong. Nadie más sabía qué hacer.

Jiwoong podría haber jalado el gatillo, pero Seungeon era su hermano y no le parecía correcto arrebatar una vida a la ligera.

Por su parte, los maleantes estaban a la espera de la decisión de quien tenía el arma frente a Kyungho.

El silencio fue interrumpido por varios disparos que se escuchaban desde los pisos cercanos, lo cuál alarmó a los presentes.

-La puesta del sol. -Hao se aferró a la pared más cercana a él y su respiración se volvió irregular. Fue tomado de los hombros por Hui, quien no permitió que cayera.

Sucumbiendo a la desesperación, los chicos se olvidaron de los adultos frente a ellos y buscaron rápidamente las escaleras hacia el primer piso, encontrándose con un estudiante arrastrándose hacia ellos. -¡Wumuti! -Hui se apresuró a ir hacia él y lo puso boca arriba para que pudiera hablar.

-No bajen chicos... no bajen. -fue lo que salió de sus labios, junto con su último suspiro de vida.

-¿Qué hacemos ahora?

-Volver, no tenemos otra opción. -respondió Hanbin.

S.O.S. (BOYS PLANET)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora