Mensajes de texto de buenas noches, mensajes de texto de buenos días, mensajes de texto deseando un buen inicio de clases, mensajes de texto preguntando si ya había comido, mensajes de texto disculpándose por no cenar con él, mensajes de texto anunciando el depósito de la semana, mensajes de texto agradeciendo tener un hijo tan comprensivo, mensajes de texto diciéndole cuánto lo amaba.
Cenas importantes con los jefes de papá, juntas hasta tarde, viajes al extranjero para cerrar negociaciones, flash deslumbrante de fotos cuando debían asistir a un evento público.
Los recuerdos de sus padres durante su infancia eran bastante limitados. Durante su adolescencia, prácticamente vivía sólo en esa gran mansión.
Sus amigos decían envidiarlo por tener tanta libertad, pero él los envidiaba por poder decir que sus padres los regañan si cometían algún error, pues sabía que si hicieran algo incorrecto, sus padres ni siquiera lo notarían.
Llevar la presión de un gobierno y ser la mano derecha del líder del país no debía ser fácil, así que lo soportaba y trataba de ser comprensivo, ignorando el miedo que sentía por las noches al estar sólo en casa. Incluso las veces que pudo compartir el lecho con sus padres, por la mañana ya se habían ido y al despertar, sólo esperaba un mensaje pidiendo disculpas.
Generalmente pasaba gran parte del día afuera y sólo llegaba a su hogar a comer un poco y tratar de dormir.
Pensó que con el final de la presidencia del señor Yang, su padre tendría tiempo de estar con él y podrían recuperar quince años en los que no había estado con él, sin embargo, la presidenta Han lo eligió como primer ministro.
Estaba orgulloso de que el trabajo de su padre fuera reconocido y recompensado pero aquel sería su tercer sexenio con el cargo.
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Estaba molesto. Ni siquiera había tenido tiempo de hablar con sus padres sobre su orientación sexual.
Antes del festival de primavera de su último año en la secundaria, su mejor amigo confesó su amor por el chico más popular del colegio, siendo correspondido de inmediato. Estaba feliz por él, pero ahora sentía que estaba completamente sólo.
Sabía que la gente lo criticaba con dureza debido a la búsqueda constante de afecto, pero eso no lo desanimaba. Si cualquiera se sintiera como él, seguramente también desearía sentir un poco de amor, a pesar de que tuviera que buscarlo.
Miraba hacia los pisos superiores en busca de sus padres, enloqueciendo un poco más cada vez que no lograba encontrarlos. Se había graduado de la escuela, y sus padres no estaban ahí. Incluso tuvo la vaga esperanza de que aparecieran al final para felicitarlo, pero no fue así.
Miraba a sus compañeros con envidia, siendo abrazados por sus padres, tomándose fotos, recibiendo flores y un par de regalos. Escuchó palabras de orgullo y de aliento salir de la boca de muchos de los adultos presentes.
Y él simplemente permanecía de pie en medio del auditorio, presionando su diploma con impotencia, sintiendo cómo las lágrimas podrían salir en cualquier momento.
Casi del otro lado del auditorio pudo divisar a su mejor amigo y su novio dirigiéndose hacia él. No pronunció ningúna palabra y Gyuvin sólo se limitó a envolverlo en sus brazos para darle a entender que estaba con él para apoyarlo.
-Felicidades por graduarte. -dijo el menor, intentando poner una sonrisa para animar a su amigo.
-Felicidades tú también, lo mejor es que podremos ir al mismo colegio.
-Sí. -soltó un suspiro. -Aunque ninguno de los dos quiera asistir a BP.
-Lo sé. -rió suavemente. -Espero que no sea como aquí y la gente no se nos acerque porque sus padres se lo ordenan.
-Tal vez tengas novio de una vez. -Yujin comentó con recelo al ver que ambos seguían bastante cerca.
-Basta. -susurró Gyuvin, en su dirección.
-En realidad, sí quiero salir con alguien. Si parece modelo de ropa interior, mejor. -hizo reír a la pareja, sintiendo cómo su conversación llegaba al final.
-Yujin y yo iremos a pasear por el centro y comer algo, ¿quieres acompañarnos? -Matt le dió una mirada al Yujin, reconociéndo una mirada que le suplicaba que no hiciera de mal tercio.
-Gracias por invitarme, pero preferiría no incomodarlos.
-No nos incomodas. -insistió Gyuvin. -Será divertido, vamos.
-Muchas gracias, pero sólo quiero llegar a casa a descansar. -bajó la mirada al recordar que encontraría su casa vacía.
-De acuerdo, si necesitas algo, llámame.
-Te preocupas mucho por mí, ¿no crees? Por eso tu novio me odia. -logró hacer sentir incómodo a Yujin y eso le había gustado. Un sentimiento de suficiencia se instaló en su cuerpo durante unos segundos.
-En serio, llámame, Matt. Iré por ti enseguida. -dijo Gyuvin y comenzó a ser jalado del brazo por su novio.
Ni la presidenta, ni el ministro de justicia se encontraban ahí, pero Yujin y Gyuvin se tenían el uno al otro. En cambio él, no tenía a nadie.
Sintiéndose humillado por la espera, regresó a su auto y le indicó al chofer que regresara a casa inmediatamente, soportando el nudo en su garganta.
Con movimientos violentos, abrió y cerró la puerta de su habitación y se tiró a su cama sin poder contener más sus lágrimas.
Su teléfono comenzó a sonar indicando una llamada entrante, supuso de inmediato de quién se trataba y rió con sarcasmo. -Claro. -pensó. -Como es una ocasión importante, me llaman en lugar de mandar un mensaje. -se puso de pie rápidamente y tiró su teléfono por la ventana, y como dejó de sonar al contacto contra el piso, supo que se había descompuesto
Volvió a su miseria, acostándose en su cama.
Ese día, lloró hasta quedarse dormido.
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Las vacaciones antes de comenzar la preparatoria no habían terminado con su desdicha. Sus padres ni siquiera sabían que no tenía un celular, con eso podría describir perfectamente la relación que mantenía con ellos.
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-Buenos días chicos. -un muchacho bastante atractivo entró junto a otros dos chicos más y puso algunos papeles en el escritorio de su nuevo salón de clases. -Soy Sung Hanbin, el presidente del comité estudiantil. Sé que es un poco tedioso pero necesito que llenen estas fichas para agregarlos al archivo. -tomó un librillo y comenzó a explicar el llenado del mismo. Matt desvió su mirada hacia el chico que parecía estar maldiciendo el tener que estar ahí, su vista ya no pudo despegarse de él. Quizá fue la forma en la que arqueaba su ceja o las manos en los bolsillos que lo hacían verse a la defensiva lo que hacía que, a sus ojos, fuera tan cautivador. -Chico de cabello rubio. -lo estaban llamando a él, regresó su atención al presidente y distinguió un par de risas a su alrededor. -¿Tienes dudas? -negó a pesar de que no había escuchado ni una palabra y se hundió en su asiento con la cara roja de vergüenza. -Ellos son mis compañeros. Algunos miembros del comité se graduaron el año pasado, así que ellos me están ayudando por un corto período. Él es Terazono Keita. -trató de parecer interesado y pudo ver a uno de sus nuevos compañeros, soltando un suspiro cuando aquel chico fue presentado. -Y él es Kim Jiwoong, capitán del equipo de baloncesto de la escuela, pueden verlo todo lo que quieran durante las prácticas.
Ignoró las risas de sus compañeros, pues sólo podía concentrarse en una cosa: "Kim Jiwoong, capitán de equipo deportivo de la escuela."
Este es el peúltimo capítulo, el final lo subiré en un par de días.
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S.O.S. (BOYS PLANET)
FanficBP es la escuela de educación media superior más prestigiosa del país. Sólo pueden asistir los hijos de los funcionarios públicos más poderosos, hijos de artistas y los alumnos más dotados en diferentes áreas. Lo que nadie se imaginaba es que un gr...