S.O.S. (BOYS PLANET)

Capítulo especial (Kum Junhyeon)

-Hyeonie, ¿por qué eres tan guapo? -repetidos besos podían escucharse en la puerta de la mansión de los Kum.

-Mis papás me hicieron con ganas, -eso hizo que Taerae soltara una carcajada.

-¿Te han dicho que sabes cómo matar pasiones? -se separó levemente de su cuerpo y juntó sus narices para rozarlas.

-No, porque nunca hice esto con nadie.

-¿Te han dicho que eres muy romántico?

-No, porque nunca he amado a nadie así como a ti.

-Basta, vas a matarme. -se agarró el pecho de forma dramática, ambos rieron y comenzaron a besarse otra vez.

-Tae... ¿quieres hacerlo?

-¿Qué? -rió. -¿El qué?

- Ya sabes... -como no quiso decirlo en voz alta su novio no decidió presionarlo.

-Pensé que esperaríamos hasta la graduación.

-Vaya... ahora averguenzas mi apellido incluso en mi casa.

-Hola papá. -Junhyeon saludó al hombre que venía con cuatro guardaespaldas.

-Entra ahora mismo y dile al otro antinatural que salga de aquí.

-Se llama Taerae y es mi novio.

-¡Saquen al raro de aquí y metan a Junhyeon a la fuerza si es necesario!

-Es suficiente, me retiro por mi cuenta. -acarició la mejilla de su novio y antes de retirarse, Junhyeon tomó la mano de su novio y acercó sus labios a su oído.

-Ven esta noche a mi cuarto, ¿sí? Te estaré esperando.

Fue bruscamente tomado del brazo por su padre y Taerae sólo podía ver cómo era llevado hacia adentro a la fuerza. Le gustaría hacerlo entender que lo que tenía era real y Junhyeon no iba a caminar aunque quisiera.

—

Los ojos le pesaban y sabía que iba a quedarse dormido en cualquier momento, si no hubiera sido por el golpeteo en su ventana, habría conciliado el sueño.

-Pensé que no vendrías, me estaba quedando dormido. -dijo en cuanto abrió la ventana.

-Las luces de abajo seguían encendidas, no podía pasar tan fácilmente, además no es como si cerca de tu cuarto hubiera un árbol como en las películas románticas, tuve que usar una escalera.

-Está bien, te perdono.

Se quedaron viendo un largo rato, esperando a que el otro hiciera o dijera algo.

-Esto es raro. -Taerae talló sus manos en señal de nerviosismo, le limpió el sudor y se acercó a Junhyeon, poniendo sus labios juntos, comenzando un beso lento y suave. El menor se dejó hacer y cuando hubo meditado un par de veces, metió la lengua en la boca contraria, indicándole que podía ir más lejos. -¿Deberíamos ir a la cama o lo hacemos de pie? -ambos rieron, les encantaba que su relación estuviera llena de chistes y bromas de mal gusto.

-Ven. -Junhyeon tomó la mano de su novio y lo guió a la cama, sentándose ambos en ella. Para sorpresa de Taerae, su novio se quitó la parte superior de la ropa y comenzó a hacer lo mismo con él. -¿No quieres?

-Sí quiero, sólo que no sé qué hacer, nunca lo he hecho.

-Sólo haz lo que quieras hacer, no te detendré. -como debían guardar silencio, sus susurros muy sugerentes al oído del otro.

Kim se acercó al menor lentamente, tocando su pecho con la punta de los dedos. -Kum Junhyeon, eres el pecado en persona. -suspiró pesadamente y volvió a atrapar sus labios en un beso más profundo, lo recostó en el colchón y se posicionó encima de él, las caricias en su pecho y torso seguían, mientras Junhyeon rodeaba su cuello con sus brazos y apretó los muslos ajenos, haciéndolo suspirar. -No podemos hacer ruido y no quiero hacerte daño, como ninguno de los dos lo ha hecho, te puedo lastimar.

-¿Qué? ¿Quieres que sea el pasivo? -pararon toda la actividad y se vieron directamente a los ojos.

-¿Tú quieres que yo sea el pasivo? -se bajó de encima suyo y se recostó en la cama. -Eres el mejor matando las pasiones.

Después de algunos minutos de silencio, Junhyeon decidió hacer la primera pregunta. -¿Estás molesto?

-No. -soltó una risa divertida. -Es bastante gracioso de hecho, ¿tú estás molesto?

-Para nada... te voy a amar aunque nunca esté dentro de ti. -rieron nuevamente y como si estuvieran sincronizados, buscaron la mano del otro para entrelazar sus dedos. -Deberías irte, no podemos quedarnos dormidos.

-Lo sé, pero quiero sentir tu cuerpo cerca del mío.

-Entonces abrázame. -Junhyeon se dio la vuelta quedando su espalda hacia Taerae, quien se acercó a él y lo rodeó con sus brazos.

Los dos se quedaron dormidos después de un rato, ni siquiera se dieron cuenta de cuando salió el sol y mucho menos cuando unos repetidos golpes en la puerta se hicieron presentes.

-Hyeonie... -tocaron más fuerte. -Cariño, tu padre quiere verte. -era su madre, quien decidió abrir la puerta para despertar por cuenta propia a su hijo. Sin embargo, no esperaba encontrarse con aquella escena. Escandalizada, cerró la puerta con fuerza y le puso seguro. -¡Junhyeon! ¿¡Qué diablos sucede aquí!?

Ambos jóvenes se despertaron de golpe, cubriéndose la parte superior del cuerpo con las sábanas. -¡Mamá, puedo explicarte!

-Pues hazlo ahora mismo. -la mujer se cruzó de brazos.

-Es mi novio y lo amo, ¿okay? Mi papá lo sabía, pensé que te lo había dicho.

La noticia la había tomado por sorpresa y finalmente comprendía porqué su esposo parecía muy enfadado con su hijo. Seguramente se negaba a aceptar la realidad y quería forzar a Junhyeon a dejar a ese muchacho.

-No es la forma correcta de presentarme, pero, mucho gusto, soy Lim Taerae y estoy enamorado de su hijo. Puede que igual que su esposo no lo acepte, pero eso no hará que nos separemos.

La mujer lo meditó, y aunque sólo le tomó unos segundos, sabía que había tomado la decisión correcta. -Vístanse los dos, Junhyeon ve a ver a tu padre, y usted jóven...

-Kim.

-Jóven Kim, puede salir por donde entró, aunque dudo que haya sido por la puerta principal. -suspiró y continuó. -Los apoyaré, pero todos sabemos que vivimos a expensas de tu padre, realmente no hay mucho que hacer. -salió por la puerta y pudieron oír cómo le decía a su padre que bajaría enseguida.

-Ahora si me iré.

-Claro.

-Te amo. -besó sus labios suavemente. -Tal vez deberíamos esperar hasta la graduación.

-Tal vez. -esperó hasta que su novio estuviera corriendo por el jardín para bajar a enfrentar a su padre. -Buenos días, papá.

-Buenos días. -dejó el periódico que sostenía en un lado de la mesa. -Espero que no estés molesto por lo de ayer, sólo quiero que vayas por el camino correcto.

-Lo hago, te aseguro que voy por el mejor camino de todos.

-¿Lo dices porque me vas a escuchar y seguirás mis órdenes?

-No, lo digo porque amo a Taerae.