Capítulo 1

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Era una noche alocada, un par de tragos por ahí y otros por acá; la música a todo volumen inundando el aire y las luces intermitentes eran un dolor de cabeza para el rubio, pero aún entre tanto alboroto logro divisar por el rabillo del ojo a su objetivo principal de la noche. Esa chica peliceste que lo traía completamente loco desde hace ya meses.

Debía hacer su próxima jugada, de lo contrario alguien más podría adelantarse; Lleno de determinación se levantó del sillón y se abrió paso entre la multitud hasta llegar a donde se encontraba la niña. Sin decir nada la cogió de la mano y la arrastró con el a un lugar más privado que le pudiera propiciar la oportunidad que tanto estaba esperando.

"¿Uhm? ¿Que ocurre Katsuki-Chan? ¿Por qué me trajiste hasta aquí?" La chica estaba llena de dudas y quería soltar un abanico de preguntas que le abrieran paso a resolver esas dudas. "Tonta entrometida, te traje hasta aquí porque necesito decirte algo..." El rubio cenizo comentaría mientras los ojos color cyan de la niña se posaban sobre el.

"Tú..." Su orgullo parecía cohibir al chico, si bien había tomado la decisión desde hace ya un tiempo, no era capaz de decírselo a la cara. "Tú me..." Quería echarse atrás, pero si lo hacía ella estaría toda la semana preguntando que era lo que quería decirle esa noche, debía tener los pantalones bien puestos y derrotar a su orgullo por una única vez en su vida.

"Espera, espera, espera, yo también tengo algo que contarte." La peliceste interrumpiría el momento del rubio que se detenía un segundo para mirar a la chica con una gota de sudor cayendo por su mejilla. "¿Que dices si lo decimos al mismo tiempo?" La niña preguntaría con una sonrisa juguetona. "No suena mal, supongo..." El cenizo contestaría algo dudoso.

"Esta bien, a la cuenta de 1, 2 y... ¡3!" La chica terminaría con la cuenta regresiva.

"¡Me gustas!"
"¡Me gusta alguien!"
"¿¡Que!?"

¿Pero como llegamos a este momento? Retrocedamos unos meses antes.

Era el gran día, ese día que Izuku y Katsuki estuvieron esperando durante mucho tiempo. Hoy sería el día que rendirían la prueba de excelencia académica considerada la mas rigurosa del país. Solo los mejores alumnos entraban aquí; la preparatoria de Shiketsu.

Ambos se encontraban a las afueras de la preparatoria que contaba con grandes instalaciones, sin mencionar también que se encontraba situada en una pequeña isla al centro de un lago, por lo cual tenía diversos puentes que conectaban con el exterior. "¿Que tal, Kacchan? ¿Era lo que tú estabas esperando?" El peliverde preguntaría, dejando entrever una pequeña sonrisa.

"Tsk, cállate un maldito rato, estoy demasiado nervioso como para contestar tus estúpidas preguntas." Katsuki respondería un tanto irritado. La presión de no aprobar y quedar en la academia que siempre quiso lo consumían más de lo que a él podía gustarle. "Puff, tan explosivo como siempre, ¿Si sabes que no hay necesidad de insultarme cada que hablo, no?" Izuku cuestionaría mientras se llevaba las manos a los bolsillos del pantalón.

"Más bien, ¿Que haces tú aquí? ¿No se suponía que querías ir a U.A?" El rubio cenizo contrarrestaba al pecoso. "Uhm, eso, pues cambie de parecer, U.A parece un lugar un tanto aburrido y conservador, a mi me gusta la diversión, ya me conoces." El peliverde argumentaría mientras rodaba los ojos y soltaba un suspiro. "Será mejor que entremos de una buena vez, de lo contrario llegaremos atrasados." Izuku comentaría a la vez que comenzaba a caminar junto con su mejor amigo, adentrándose en las instalaciones de Shiketsu buscando el salón donde rendirían el examen de ingreso.

"Oh por dios, que aburrido es esto, menos mal al fin encontramos el salón " El pecoso diría un tanto exasperado. Solo quería rendir pronto el examen para poder irse a su casa de una vez por todas, aunque seguramente tendría que esperar al idiota de su amigo. "Te voy a cortar las pelotas si no te callas de una buena vez maldito energúmeno." Katsuki afirmaría con una vena sobresaliendo de su frente.

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