Capítulo 12

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"¿Estas seguro de que falta mucho aún para que llegue?" La peliceleste preguntaría mientras se llevaba el dedo índice al labio y ladeaba la cabeza. "Completamente seguro, el viaje es largo desde Musutafu hasta acá." El pecoso contestaría a la vez que abría una lata de bebida energizante. "Se que la monster es tu favorita, toma." Izuku diría, pasándole una lata de monster a la niña que más que gustosa recibió.

"Gracias, estaba muerta, te lo juro. ¿Por que nos tocaba educación física justo hoy?" Nejire preguntaría mientras lloraba cómicamente como una niña pequeña. "Vamos, no seas tan exagerada, tu acudes al gimnasio casi todos los días, eso no es nada para ti." El peliverde argumentaría con cierta cuota de gracia a la vez que se sentaba en el sofá. "Pero igual, es injusto, tu entrenas casi todos los días, ya estás acostumbrado y tienes un ritmo muy superior al resto de nosotros." La peliceleste comentaría con un pequeño puchero.

"Waaaa~." La niña se dejaría caer sobre el sofá, sentándose a un costado del chico que la miraba con una gota de sudor cayendo por su mejilla. "Te derretirse como gelatina. Aprovecha de descansar un poco porque estuvimos un buen rato adornando el apartamento." Izuku recomendaría mientras tomaba otro sorbo de la lata. "Ni que lo digas, pero no importa, ¡Todo sea por ver feliz una vez a Katsuki-Chan!" La chica exclamaría de manera enérgica.

"Si que eres una buena amiga, Kacchan nunca me hizo algo parecido, maldito desgraciado." El peliverde se quejaba de la poca creatividad del rubio a la hora de organizar algo especial para su cumpleaños. "Ohh, vamos, no te pongas celoso, cuando sea tu cumpleaños también haré algo especial, el chigugua enojon me ayudara, jeje." Nejire diría, soltando una pequeña risita traviesa.

"Ja..." El pecoso dejaría escapar una risa antes de comenzar a negar con la cabeza junto a una imborrable sonrisa. "¿De que te ríes? En serio prepararemos algo especial, lo juro por la garrita." Nejire declararía sin entender el por qué el chico tenía esa reacción. "No te preocupes, te creo capaz de hacerlo, es solo que me acordé de la última vez que celebre mi cumpleaños." Izuku comentaría sin quitar esa sonrisa de su rostro.

"Ohh, entiendo. Yo siempre suelo celebrar mi cumpleaños junto a mi familia y amigos, aunque he perdido un poco el contacto con estos últimos, ya sabes, cada uno por su camino." La niña contaría un poco de su vida. "Eso suena interesante, ¿que tal si me cuentas un poco más sobre el pasado de la preguntona Nejire Hadou?" El pecoso preguntaría entre risas mientras la chica hacia un pequeño puchero.

"Tonto. Pero si realmente te interesaba saber... No es como si fuera la gran cosa, en la secundaria a la cual asistía tenía mi grupo de amigos tal y como aquí, era Utsushimi-chan, Togata-kun, Amajiki-kun y Reo-kun." Entonces el pecoso detendría la explicación de la chica por unos instantes al escuchar ese particular nombre. "Espera un segundo, ¿Eras amiga de Yoshida Reo?" Izuku consultaría, levantando una ceja exigiendo una pronta respuesta.

"¡Siii! ¿Lo conoces, no?" Nejire preguntaría con estrellitas en sus ojos. "Lastimosamente si, es mi compañero en la selección..." El peliverde contestaría, confundiendo un tanto a la niña. "¿Lastimosamente? ¿Se llevan mal?" La chica preguntaría desde la ingenuidad. "Lo detesto, es una basura." Izuku declararía con un rostro fastidiado al recordar al hermano mayor de Rin.

"Hey, hey, tranquilo. ¿Por qué lo detestas tanto? ¿Que es lo que hizo?" La peliceleste consultaría mientras se llevaba el dedo índice a los labios y se cruzaba de piernas. "Es una mierda de hermano y se metió con algo que no debía." El chico respondería con completa seriedad. "Uhh... Reo jamás mencionó algo sobre su hermano, pero entiendo si no te agrada, es respetable." Nejire comentaría, regalándole una pequeña sonrisa al pecoso.

"El es la razón por la que termine en Shiketsu y no en U.A." Izuku confesaría, dejándole aún más en claro que no se llevaban para nada bien esos dos. "Ya veo, ¿y que hay de ti? ¿tenías más amigos aparte de Katsuki-Chan?" La peliceleste preguntaría mientras observaba fijamente al chico. "La verdad es que no, para ser sincero contigo soy alguien muy raro, realmente raro." El peliverde comentaría con una sonrisa nerviosa.

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