Capítulo 14

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"Izuku, ¿Vienes con nosotros al centro comercial a comer algo?" Nejire preguntaría, llevándose el dedo índice a los labios en señal de intriga. "No puedo en esta ocasión, iré a visitar a mi mamá." El pecoso contestaría con una risita nerviosa. "¿¡En serio!? ¿Como es tu mamá? ¿Se parece a ti? ¿Hace cuánto no la ves? ¿La extrañas?" La chica lanzaría su dosis diaria de preguntas. "Supongo..." Izuku respondería a su última pregunta, llamando la atención de la niña que se detenía un momento para verlo directamente a los ojos durante unos cuantos segundos.

"¿Qué es lo que sucede? Deberías estar alegre, verás a tú mamá luego de un buen tiempo. Quita esa inexpresividad en tu cara y reemplazala por una sonrisa, así como está." Nejire comentaría mientras le regalaba una gran sonrisa al chico que negaba con la cabeza un tanto resignado por la actitud tan positiva de la peliceleste. "Me encantaría tener esa positividad que tú tienes, Nejire." Izuku confesaría con algo de envidia sana.

"Jiji, me gusta vivir la vida con alegría, por eso siempre me mantengo tan enérgica." La niña diría a la vez que el timbre que daba el término de las clases sonaba, indicando que ya podían retirarse. "Eres todo un personaje, Nejire, aunque eres un personaje bastante carismático y único." El peliverde comentaría, dejando entrever una pequeña sonrisa. "Obvio, soy única en mi especie." La peliceleste presumía mientras sacaba la lengua de forma burlesca.

"¡Tonta entrometida! ¡Vamos!" Katsuki ordenaría, llamando la atención de la chica. "Jeje, el deber me llama." Nejire diría irónicamente. "Será mejor que vayas antes de que le entre alguna rabieta, ya sabes cómo es Kacchan." Izuku comentaría mientras terminaba de arreglar sus cosas. "Sip, yo me voy retirando, ojalá la pases bien con tu mamá, ¡Byeee!" La niña se despediría del chico que hacia lo propio.

Izuku comenzaría su trayecto hacia Musutafu para visitar a su madre que como no, seguramente lo estaba esperando con alguno de sus platillos favoritos. "Se me hace tan irónico, yo, el chico que siempre estaba rodeado de gente, ahora está completamente solo, y Kacchan, el niño que siempre ahuyentaba al resto ahora está rodeado por un considerable grupo de personas que de algún modo lo aceptan tal y como es. ¿En que momento ocurrió esto?" Izuku se preguntaría mientras miraba el atardecer a través del ventanal del tren.

Flashback

"¿Qué tanto me miras? ¿Acaso te gustó?" El niño rubio preguntaría serio. "¿Por qué estás tan solo? ¿Por qué no juegas con el resto de niños?" El pequeño peliverde consultaría mientras sostenía un balón de fútbol entre sus manos. "Me da igual el resto, estoy bien solo." El niño contestaría con menos paciencia. "Mi Nee-chan dice que nadie está bien solo, deberías hacer amigos, yo puedo ser tu amigo." El pecoso comentaría, regalándole una enorme sonrisa al rubio que apretaba los puños.

"No quiero ser tu maldito amigo, idiota." El niño respondería, agarrándolo de la camiseta. "¿Tu forma de hacer amigos es amedrentando al resto?" El peliverde preguntaría mientras se llevaba el dedo índice a los labios y veía con curiosidad el inusual comportamiento del rubio. "¿Q-Qué? ¡Será mejor que te vayas antes de que te golpee!" El cenizo advertía alzando su puño presto para golpear al chico en el rostro.

"¿Uhm? ¿Me vas a golpear? ¿Por qué?" El pecoso preguntaría, colmando la paciencia del rubio que contestaría alterado. "¿¡Tu eres imbecil o te haces!? ¡Te partiré el trasero!" El niño aseguraría ya preparado para lanzar el primero golpe. "Jiji, ¡Ya sé! Yo hago amigos jugando al fútbol, seguramente tu los hacés peleando, ¿Entonces si peleó contigo serás mi amigo?" El peliverde sacaría sus propias conclusiones un tanto... 'Excéntricas'.

"Ja, eres un tonto, pero está bien, si me ganas en una pelea seré tu estupido amigo." El cenizo comentaría con cierta cuota de gracia. "Okey." El peliverde respondería antes de rápidamente darle un rodillazo en el estómago al rubio, pillandolo desprevenido. "Tsk, ¿¡Quién carajos te crees que er-!?" El niño no alcanzaría a terminar de hablar puesto que apenas levantó la cabeza lo primero que recibió fue un balonazo que dio directo en su rostro, eso fue lo último que vio antes de caer inconsciente al suelo.

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