Amigos Íntimos

Capítulo 35

Había pasado una semana desde aquella noche y en el transcurso de esta pasaron varios acontecimientos. Izuku no podía pasar por alto el hecho de que Nejire estaba completamente distanciada de Katsuki, ignorandolo durante todo el día. Utsushimi por su parte parecía estar enterada de todo y al igual que su mejor amiga, no le dirigía ni la mirada al cenizo que como leproso, se encontraba absolutamente aislado del resto.

Aún si ellas se distanciaban de él, podía seguir con lo suyo, pero quizás lo que más le dolió fue el hecho de ver a Izuku ser más frío con el, dejando de lado las constantes bromas que esté solia hacerle a menudo y temia de que él tambien se haya enterado de lo sucedio aquella noche, aunque muy seguramente ya se hacía una idea del por donde iban los cables.

Por su parte algo cambio en la relación entre Izuku y Nejire. El pecoso se había mantenido al margen de la situación, observando todo desde una posición privilegiada, esperando el momento donde ella confesará y aclarara lo sucedido, pero al parecer no tenía intención alguna de hacerlo, pues trataba de desviar el tema cada vez que le preguntaba por Katsuki.

Él era alguien calculador, por lo cual no estaba entre sus planes preguntarle por lo sucedido, pues creía que ella no le debía explicaciones a nadie, después de todo, ellos nunca fueron algo más que amigos, ¿No? Ahora las cosas habían cambiado y el puesto privilegiado que la peliceleste ostentaba en la vida del pecoso había pasado a segundo plano, pues alguien con justas razones le arrebato el trofeo de las manos y robó su preciado título, reclamando el premio gordo.

Lia, ella era la más feliz durante esta semana, su vida parecía tomar rumbo nuevamente y como no, estaba completamente enamorada de su novio lo que a veces le jugaba una mala pasada, ya que el resto podía comenzar a sospechar. Le era difícil darle el mismo trato al chico durante el horario escolar y a la salida de este, pero por el bien de ella y él hacia el esfuerzo por ocultarlo lo mejor posible. Aunque si por ella fuera gritaría a los 4 vientos que está saliendo con el chico de sus sueños.

Ella había salido victoriosa en su primer enfrentamiento contra la peliceleste y podía disfrutar de aquello, ya que en todo momento se trató de una guerra honesta, sin trampas, sin juegos sucios, supo jugar sus cartas y su rival cometió errores que le terminaron costando la derrota.

Y precisamente ahora mismo se encontraba disfrutando de su victoria, sentada en las gradas de la cancha de fútbol dentro de las instalaciones de Shiketsu, presenciando el entrenamiento de su ahora novio, claro aprovechando el hecho de que su hermano también se encontraba ahí, argumentando que su presencia se debía específicamente a eso.

"Está visión escandalosamente perfecta es magnífica. Con Kaiser aquí puedo ver tantas opciones, Rin es un comodín que si se usar a mi favor será un arma que destruirá a U.A, pero para que eso suceda necesito de la ayuda de Kaiser, él será el encargado de la evolución de Rin." El pecoso hacia un pequeño analisis de lo que se venía, al parecer tenía algo en mente para ejecutar durante el transcurso del partido contra U.A que estaba pronto a disputarse.

"¡Estúpidamente elegante!" Michael exclamaría entre aplausos luego del increíble pase filtrado a las espaldas de los defensores que muy bien recibiría Rin, finiquitando la jugada clavando el balón en la escuadra inferior izquierda del arco. Mientras Izuku buscaba la evolución de Rin, Kaiser estaba en búsqueda de pulir a un diamanente que el consideraba de su propiedad.

Quería hacer de Izuku su mejor arma para vencer a los mejores delanteros del mundo y posicionarse como el eje central del Bayern Munich por encima de Noel Noa... Izuku era la llave de su caja fuerte, él iba a hacer el responsable de despertar todo su potencial y llevar sus capacidades al máximo, por eso se había empeñado las últimas semanas en guiarlo y para su sorpresa era alguien jodidamente enfermo por el futbol.