Abigail
Hoy era el día, me encontraba haciendo mis maletas y dándole indicaciones a Leah sobre cuidar a Emily estos días en los que no iba a estar. Ambas sabíamos que este trabajo siempre se trataba de viajar, pero el señor Clifford al ser madre soltera no me hacía viajar porque sabía que mi hija no se iba a quedar sola.
Pero, Maxim no sabía sobre la existencia de Emily, y con su forma de ser, sé que tampoco iba a detener el viaje por una niña.
Bajé mis maletas y fuí a la sala donde estaba Emily viendo sus caricaturas. Me acerqué por detrás y le planté un beso en la cabeza.
—Nos vemos en unos días, cielo.
Alzó su cabecita y me dió una sonrisa.
—Si mami, prometo portarme bien.
—Eso espero.
Le dí un último beso y tomé mis maletas acercándome a Leah.
—Por favor cuidala bien—Susurré observándola distraída en sus muñecos.
—Sabes que cuido a Emily como si fuera mi propia hija—Sonrió dejando su celular en la mesa de la entrada—. Te estaré llamando y mensajeando en las noches para que tú jefe no diga nada.
—Eso espero.
—Nos vemos—La abracé y salí de la casa encontrándome con el taxi que pedí, el señor metió mi maleta al maletero y me subí al auto encendiendo mi celular.
Contesté algunos mensajes de Whatsapp y me quedé jugando candy crush hasta llegar al aeropuerto. Nuevamente el hombre me ayudó a bajar las maletas y me fuí al punto de encuentro donde estaría Maxim, y efectivamente ahí estaba revisando su celular con el traje que no podía faltar.
Me observó de arriba abajo sin decir nada y le hizo señales a los hombres que estaban a su lado para que tomarán mi maleta, uno de ellos la tomó y caminó hacia una puerta perdiéndose allí.
—¿A qué horas sale nuestro vuelo? —Pregunté observando a las demás personas caminar por ahí.
—Ya nos vamos, sígueme.
Hice lo que me pidió y caminamos hacia la misma puerta en la que el chico se llevó mi maleta, lo seguí sin decirle una sola palabra hasta que llegamos a la pista donde habían más aviones, pero uno negro con las letras M y C doradas llamó mi atención.
¿Era de él?
Él subió las escaleras, y uno de los chicos tomó mi mano ayudándome a subir el primer escalón, seguí a Maxim asombrada por lo lujoso del avión y tomé asiento en una de las sillas solas, maxim estaba a mi lado donde tenía una mesa enfrente, ahí tenía dos botellas
de agua, un tazón con hielo y un plato con bocadillos.Estaba enfocado en su celular, y yo saqué el mío viendo el chat de Leah, dónde me mandó fotos de Emily jugando a la princesa en su cuarto de juguetes. Le mandé varios corazones y sentí como el avión comenzó a moverse, ya íbamos a viajar.
Puse mi celular en modo avión y lo apagué, cerré los ojos intentando dormir, pero el sonido de Maxim tecleando su portátil me hacía abrir los ojos fastidiada.
—¿Puede trabajar en silencio? —Pedí amablemente—. Intento dormir.
—No son horas para estar durmiendo. Si trajiste tu portátil ponte a trabajar lo que te acabo de mandar.
—Vamos a estar cuatro días trabajando, al menos déjame dormir hasta que lleguemos. Dios, estás tan metido en el trabajo, que no te enfocas en descansar.
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Destinos Cruzados ✔️
RomanceAbigail Clark es una chica con una vida común y algo aburrida, pues, es soltera, vive sola y tiene un trabajo de empleada doméstica con el que puede sobrevivir. Por el momento. Una noche su mejor amiga decide llevarla a una de las discotecas más lu...