Epílogo

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DOS AÑOS DESPUÉS

Abigail

Después de mi accidente fue un poco difícil volver a mi vida cotidiana con normalidad, pues mi tratamiento sería lento y un poco doloroso. En ese proceso Maxim se encargó de mi y también de los niños, se estaba convirtiendo poco a poco en un gran padre.

En estos dos años Maxim intentó hacer las cosas desde cero, como invitándome a citas, saliendo con los niños, escogiendo conmigo nuestro nuevo hogar después de la boda, porque oh si, aún no nos habíamos casado.

Ambos tuvimos una conversación mientras dormía a Benjamín y le dije que quería casarme cuando él ya pudiera caminar, quería que mi bebé llevará las argollas de matrimonio con su lindo trajecito. Maxim accedió encantado por sus hijos y ahora nos encontramos aquí.

Con este paso del tiempo las empresas de Maxim habían agarrado gran popularidad, si antes eran prestigiosas ahora lo eran aún más. Se la pasaba en eventos, entrevistas, galas y muchas reuniones. Había salido en Forbes como uno de los hombres más ricos del mundo, por ahora seguía en ese ranking, según la revista.

Leah me miró por el espejo y me dió una sonrisa, terminó de arreglar el velo en la parte de atrás, me miré en el espejo y me gustó todo lo que veía.

Por fin me casaría con el amor de mi vida, mis hijos llevarían las argollas y estaba feliz con todos los que me rodeaban. Me sentía como en casa.

—Ya estás lista, amiga. Máxima está esperando en el altar—Dijo Leah con emoción.

Me  levanté de la silla, arreglé mi vestido y ambas salimos de la habitación. 

Habíamos escogido el mejor lugar de Gardenia para casarnos, era una suite gigante, la boda sería al aire libre, y el after party está en el hotel más grande de Gardenia donde todos nuestros invitados tienen reservación para poder descansar después de la fiesta.

Nuestra boda contaba con una zona infantil, pues los niños aunque eran muy tiernos, realmente podrían arruinar una boda en cuestión de segundos, así que preferimos dejarlos jugar.

Apreté la mano de mi amiga con fuerza mientras bajaba las escaleras para entrar a la recepción donde Maxim me estaba esperando, ya faltaba tan poco para poder darnos el sí.

—¿Lista? —preguntó mi amiga antes de abrir la puerta.

—Si, vamos.

Ella abrió el gran portón y todos posaron su mirada en mí, seguido de ellos también Maxim que pude notar lo cristalino en sus ojos, iba a llorar.

Caminamos por la alfombra blanca que rabia pétalos de flores color rosa palo, hasta que pudimos llegar hacia mi prometido, él extendió su mano y me ayudó a subir los dos escalones que faltaban para poder quedar frente a él. Limpió sus lágrimas con su mano libre y me sonrió.

—Te ves hermosa—Susurró.

—Tu también estás guapo, cariño.

Leah nos dió una última sonrisa y corrió a sentarse al lado de su esposo.

—Buenas tardes, queridos hermanos—Saludó el padre—Nos encontramos aquí para unir a esta pareja en sagrado matrimonio.

Solté un suspiro pequeño mientras orábamos y esperábamos a que prosiguiera la misa, estaba ansiosa por los anillos, quería ver a mi chiquitín cargandolos.

—Que pasen los encargados de las argollas para los novios—Proclamó el padre.

Leah corrió detrás del jardín y alistó a Benjamín diciéndole por donde tenía que caminar, y como mi hijo era inteligente salió con el pequeño cojín en sus manos mientras le sonreía a todos los invitados. Emily venía detrás de él esparciendo más flores con su vestido que hacía juego con los pétalos.

Maxim se agachó de primeras para tomar la argolla de matrimonio y me alzó la mano para poner el anillo.

—Abigail Clark, desde el momento en que te conocí, supe que eras la persona con la que quería pasar el resto de mi vida. Este anillo es un símbolo de mi amor y compromiso contigo, y prometo amarte y apoyarte en todos tus sueños y objetivos.—Me deslizó el anillo en el dedo anular y le di una sonrisa.

Me agaché también y tomé la argolla para deslizarla en su dedo.

—Maxim Clifford, este anillo representa mi amor y dedicación a ti. Prometo ser tu pareja, tu amigo y tu confidente, ahora y siempre.”.

Nos dimos la vuelta mirando al padre y él sonrió.

—Lo que Dios ha unido que no lo separé el hombre, ahora los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.

El se acercó hacia mí contento y me dió un beso profundo, todos aplaudieron detrás de nosotros y me separé para ver a las pequeñas personas que venían hacia nosotros.

—¡Papito cargame!— Pidió mi hija.

Benjamin alzó sus brazos para que yo lo cargará y también hice lo mismo, ambos teníamos a nuestros hijos en brazos.

—Es novia hermosa mamá—dijo Benjamín dándome besos en las mejillas.

Él aún no sabía hablar por completo, pero hacía lo que podía y siempre nos encargabamos de enseñarle nuevas palabras.

—Ahora sí, señora Clifford. Juntos para siempre—dijo Maxim abrazándome con su mano libre.

—¡Mami mira! —Señalo mi hija hacia el cielo—Es el helicóptero de papá.

Me quedé viendo el cielo y el helicóptero bajó un poco dejando caer encima de nosotros pétalos plateados, todos gritaron emocionados y yo sonreí viendo a Maxim.

—Por fin juntos—Dije acercándome para besarlo.

—Por siempre y para siempre. Gracias por darme a mis hijos, por ser mi mujer y darle una familia, te amaré hasta el fin de mis días. Gracias por enseñarme que las segundas oportunidades si existen—Me dió un beso mientras veíamos hacía la foto que estaba en la mesa de bocadillos, era una de nosotros dos en la playa.

Sonreí viendo a mis hijos, a mi esposo y a todos los que nos rodeaban y me sentí como en casa. Ya no me faltaba nada, estaba completa y mi felicidad apenas comenzaba. Tenía un buen hombre a mi lado, mis hijos con salud, pero sobre todo por fin tenía un hogar propio y completo. Mi felicidad estaba hecha, y mi destino escrito.

Nunca olvidaré la primera vez que conocí al hombre que me hizo sentir en el cielo, nunca voy a olvidar como él me regaló lo que yo más amo justo ahora, tampoco voy a olvidar al hombre que me hizo sentir amada, querida y valorada, el que me enseñó el verdadero significado del amor.

Agradeceré siempre a Dios, a la vida por hacer que mi vida se iluminará y sobre todo hacer que tuviéramos nuestros Destinos Cruzados.

FIN

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Se acabooooo, soy lágrimas justo ahora.
Gracias a todas las preciosas que me leyeron desde el día uno, perdónenme la demora en actualizar, pero todo lo bueno tarda. Espero disfruten de este Epílogo como yo 🥹.

Las tqm

Shar 🫶🏻

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