IDEAS

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- ¡Naruto! - Kakashi se detuvo de golpe al escuchar otra voz que llama a la misma persona que él.

Al fijarse, se dio cuenta de que era Itachi, pero a diferencia de él no se detuvo y llegó antes hacia donde se encontraba un Naruto desmayado.

Cuando lo vio, una sed de sangre se apoderó de él, quería matarlo. El era la única persona que podía acercarse de ese modo a Naruto, ¿como se atrevía tan siquiera a tocarlo?

Itachi volteo y lo miró directo a los ojos, al tener contacto visual pudo sentir un escalofrió recorrer su cuerpo, era como si Itachi pudiese ver a través de él. Una sonrisa burlona se formó en su rostro, como si supiera lo que pensaba. Cargo el cuerpo inconsciente de Naruto y se fue.

Golpeo de rabia al árbol en donde se encontraba parado, estaba tan cerca de poder ser el héroe, de poder ser él a quien Naruto vería al despertar. Si no fuera por ese maldito, Naruto estaría ahora en sus brazos, no podía permitirse dejar vivo a ese insolente. Debía de matarlo,  aunque eso significará que Naruto lo odiara.

Si Naruto no iba a ser de él, ninguno de los dos podría tener a alguien más. Regreso a su departamento y sacó una caja, era mediana. Sopló el polvo y la abrió, en su interior se encontraba el kunai que le regaló  su sensei. Esa que juró jamás usar, esa sin duda; era el arma que él, su sensei utilizaba para vencer a sus enemigos.

La tomó entre sus manos, sin ninguna delicadeza y salió con rumbo al campo de entrenamiento más lejano. Si quería vencer, debía de volverse más fuerte. No iba a dejar que el maldito Uchiha se quedará con su sol, con la persona que mas queria. En especial ahora, que lo tenía tan cerca y podía enmendar sus errores.

A la mañana siguiente, regresó. Empapado de sudor y con algunos cortes y moratones en el cuerpo. Sin más, tomo una ducha y se areglo de la mejor manera. Hoy habia una grandiosa fiesta en donde se encontraría con la única persona que le importaba: Naruto. 

A la mitad de la fiesta, tal vez se crucen y puedan hablar nuevamente y vuelva a surgir las chispas que hubo entre ellos. Quizá y solo quizá, se den un beso; a lo mejor dos y luego... luego culpen al alcohol por lo que podría haber pasado. 

Pero, al llegar, simplemente se estampo con la dura realidad: Itachi estaba comprometido con Naruto. Ambos estaban besándose frente a todos, acaban de anunciar su compromiso. ¿Tan dura tenía que ser la vida con él? Sabía muy bien el daño que había causado a Naruto, pero estaba tratando de arreglarlo o es que era tan difícil de que su sol le volviese a dar una segunda oportunidad.

- ¡Kakashi! - Su mejor amigo hizo que volviera a la realidad. Sin  ganas de nada, se acercó a la mesa donde se encontraban todos los senseis y se sentó con ellos. Tal vez era lo que necesitaba, distraerse y refrescar la mente, no podía pasar todo el tiempo pensando en él.


YO Y MI ESQUIZOFRENIA A LAS TRES DE LA MAÑANA. (NO ES CAPITULO)

YO NO SOY NARUTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora