3•Carta

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Querida Wanda:

Por la sonrisa con la que te fuiste, supongo que la carta te gustó. Me alegro mucho por eso. Además de que también supongo que no te importó que sea un chica, ya puedo escribir más tranquila. No quería incomodarte, por eso te lo dije.

Suelen decirme que soy una persona habladora. Pero es que hablar me divierte, y no lo veo como algo malo.

Yo creo que deberíamos hacer lo que queramos, dentro de unas normas claro, pero divertirnos, reír y llorar es muy importante y es algo que todos deberíamos hacer.
La vida pasa, y tenemos que vivirla.

Yo creo la vivo como me gustaría vivirla.
Por supuesto que no siempre todo es perfecto, por que nada lo es. ¿Que a lo mejor me gustaría ser millonaria y tener todo lo que quisiera? Por supuesto, como a todos. Pero con lo que tengo soy feliz, y eso es lo que me importa.

Y tú, ¿crees que podría aprovechar más la vida? Y si es así ¿cómo? .

Te doy mi consejo Wanda.

Haz lo que sientas, no estamos aquí para siempre.

Yo por ejemplo sigo mi consejo.
Si no, no estaría escribiéndote estas cartas.

¿Que a lo mejor me gustaría hablar en persona?

Puede ser.

¿Que voy a hacerlo?

No de momento. Y no porque no quiera. Por que me encantaría. Pero sé cómo eres, se que hablar no es lo que más te gusta. Y no quiero cambiarte, me gusta como eres,¿ si alguna vez quieres hablar?, pues hablamos, ¿si no quieres? Pues no hablamos, sencillo. Es algo que tienes que elegir tú.

Por eso pensé en hacerte estas cartas, una manera de que pudieras "escucharme" pero sin hablar directamente .

Aunque por una parte agradezco esto, por qué no sería capaz de decirte todas estas cosas mirándote a los ojos.

Me gusta tu risa y tu voz, aunque se que tú las odias.

Aún recuerdo la primera vez que te escuché hablar.

¿Sabes que dijiste?

Wanda Maximoff.

En aquel momento, te miré por primera vez, porque aunque no sea lo más usual, simplemente con escuchar decir tu nombre salir de ti para presentarte ante la clase, me cautivó completamente.

Te miré toda la hora, por supuesto disimuladamente, dentro de lo que yo puedo disimular claro. Pero es que aún recuerdo aquella sensación que dejaste dentro de mí durante tantos días con simplemente decir tu nombre, con escuchar tu voz.

Otro recuerdo que viene a mi es de exactamente hace tres años, yo estaba hablando con dos amigos míos mientras agarraba los libros que necesitaba para la clase. Yo estaba tan normal, hablando de ti, lo admito, siempre hablo de ti, pero es que eres mi tema de conversación favorito, y bueno, de un momento a otro mis amigos comenzaron a hacerme caras de que me callara, yo paré de hablar y mi giré ya que me estaban diciendo que lo hicieron y te vi. Allí estabas tú, agarrando tus libros .

Me puse muy nerviosa. Creí que podría haberme escuchado, y se me cayó todo lo que tenia encima. Por suerte no había mucha gente en el pasillo y no quedé como una tonta. Me agaché a por ellos rápidamente y Justo cuando iba a agarrar el ultimo libro, ahí estabas tú con él en la mano, me ayudaste a recogerlo y al ver tu acto, me puse aún más nerviosa, subí rápidamente y me di un cabezazo con la taquilla.

Escuché tu risa, fue breve, pero lo suficiente para dejarme marcada de por vida, a tal punto de que se convirtiera en uno de mis días favoritos.

Cuando vi como te marchabas, una sonrisa apareció en mi cara, la felicidad que me hiciste sentir en ese momento... era inimaginable para otra persona.

Los chicos se rieron de mi todo el día por mi reacción, pero eso no impidió que la sonrisa desapareciera de rostro.

Fue uno de los días más felices de mi vida.

Y te lo agradeceré eternamente.

De tu admiradora secreta

Cartas a Wanda Maximoff (Wandanat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora