Cartas a Wanda Maximoff (Wandanat)

Epílogo (2•parte)

Natasha corría por el la escuela rápidamente dirigiéndose decidida al lugar que había tenido en mente desde que leyó aquella carta.

Al árbol en el que entablaron una conversación por primera vez.

Acababan de graduarse, todos lo estaban celebrando junto a sus amigos y familia.

Pero Natasha solo tenía a alguien en mente.

A Wanda.

Flashback

Natasha acababa de recoger su diploma de graduada en el escenario.

Escuchaba los aplausos que iban hacia ella y no pudo evitar sonreír.

Busco con la mirada a su familia y les saludo a lo lejos.

Pero su vista se fue segundos más tarde a otro lado.

Wanda, que era de las últimas en recibir el diploma la observaba con una sonrisa.

Natasha no pudo evitar sonreír más de lo que ya estaba sonriendo.

Una vez todos recibieron sus diplomas, incluyendo a Wanda, absolutamente todos tiraron hacia arriba el birrete mientras gritaban de felicidad, aplaudían y se abrazaban.

Al fin graduados.

Natasha no pudo evitar mirar Wanda que sonreía ante la escena.

Esta última le devolvió la mirada con una sonrisa.

Las dos se miraron con esa sonrisa en sus rostros mientras aquellos gorros caían a sus lados, mientras todos se felicitaban.

Allí estaban ellas dos, mirándose como si no hubiera nadie más.

Al poco tiempo los padres de Wanda al igual que la familia de Natasha se acercó cada una a su hija, haciendo que tuvieran que separarse, pero sabían que se verían en unos pocos minutos.

—Que grande estás ya — habló el padre de Natasha mientras le abrazaba con fuerza y está reía.

—Para papá —dijo riéndose y separándose un poco.

—Eres mi niñita, me da igual la edad que tengas siempre lo serás — aseguró aguantando las ganas de llorar.

—Y tú siempre serás mi padre — aseguró Natasha abrazándolo.

—Cariño, me alegro mucho por ti. Finalmente un paso más en tu futuro.

—Gracias mamá— dijo abrazándole y miró a su hermana pequeña observando que estaba mirando de reojo a otra chica que la observaba. —¿quiene es esa? ¿La chica que te gusta? —preguntó la pelirroja abrazando a su hermana mientras le susurraba en el oído.

—Se llama Kate. —admitió Yelena — su padre falleció y su madre está en la cárcel. No tiene a nadie con quien celebrar que se ha graduado.

—¿Y porqué no vas con ella?

—¿Debería hacerlo?

—Claro que si.

—¿crees que querrá que vaya? —preguntó un poco nerviosa.

—Claro que si hermanita. —afirmó Natasha —te gusta esa chica, que bien lo tenías guardado.

—Cállate ya Natasha. —dijo sonrojada Yelena separándose de ella —voy con ella.

Natasha asintió observando cómo su hermana se acercaba a aquella chica.

Pudo ver cómo conversaban cómodamente y sonrió ante la escena.

Se alegraba por su hermana.

—¿Nos vemos en casa? —preguntó el padre de Natasha

—Si, os aviso cuando llegue a la fiesta. —aseguró Natasha mientras apartaba la vista de su hermana.

—Ten cuidado. —pidió el padre — y pásatelo bien, que lo mereces.

—Gracia papá. — dijo Natasha mientras se alejaba de ellos. —¡nos vemos!

Fin del flashback

Así era como había terminado corriendo.

Como pudo ver que Wanda ya no estaba con su familia, supo que ya se encontraría esperándola.

Una vez llegó a unos pasos atrás del árbol sonrió al encontrarse a Wanda de pie observando las vistas.

Se acercó a ella lentamente, observó como la otra la miró cuando escuchó sus pasos y sonrió.

Una vez estuvo enfrente suya, Natasha iba a hablar, pero el dedo de Wanda en sus labios le hizo callar.

—Cállate y bésame. —dijo graciosa Wanda porque sabía que Natasha no iba a poder cumplir lo de no hablar si no era por ella .

Natasha sonrió al escuchar eso al igual que Wanda.

Le agarró suavemente la mejilla mientras se la acariciaba y Wanda le sonrió.

Se acercó lentamente en a sus labios, y tras una última mirada. Cortó la poca distancia que quedaba entre ellas.

Quien iba a pensar que por unas cartas terminaría besando a la chica de la que llevaba enamorada tanto tiempo.

Sin duda, la mejor decisión que había tomado en su vida.

Porque gracias a ellas, tenía todo lo que deseaba en aquel momento.

A Wanda.