Cartas a Wanda Maximoff (Wandanat)

Epílogo (1•parte)

Querida Natasha:

Hoy nos graduamos. El final del curso llega su fin, y a pesar de que a todos nos asusta seguir adelante, debemos hacerlo, así es la vida.

Durante estos últimos dos meses me has hecho sentir como nadie.

Cada día me agradezco a mi misma el dia en el que me escribiste la primera carta.

Porque si no fuera por eso, no hubiéramos llegado nunca a este punto.

Mi vida, nunca hubiera cambiado y yo seguiría siendo la misma chica solitaria de siempre ahogada en la tristeza del pasado.

Tú me has hecho ver la vida con otros ojos, y siempre te lo agradeceré.

Recuerdo nuestra primera cita.

Estaba tan nerviosa que sentía que se me saldría el corazón.

Pero tú me hiciste sentirme tranquila.
Hiciste que me sintiera como si nos conociéramos de toda la vida.
Me hiciste sentir cómoda.

Gracias por eso.

Cuando llegué a casa te prometo que no recordaba un momento con tanta felicidad en mi vida.

Me alegré cuando fuimos a la segunda, y a la tercera y así consecutivamente.

Además de que espero que nos queden muchas más citas.

Hoy, a pesar de que comenzamos una nueva etapa en nuestras vidas, quiero que sepas, que espero desde lo más profundo de mi ser que esto no acabe.

Porque me haces sentir de una forma que nunca había sentido .

Y me encanta sentirme así.

Recuerdo que cuando leí tu confesión de amor, mi corazón comenzó a latir con mucha fuerza, no sabía cómo yo era capaz de hacerle sentir esas cosas a una persona, pero tú me enseñaste que todas y cada una de tus palabras eran reales, con cada gesto, cada mirada y cada palabra.

No sabes lo bien que me haces sentir por eso.

Pero dejando esto de lado, se que hay algo que queremos ambas desde haces tiempo.

Un beso.

Porque aunque tú no lo creas Natasha.
También me muero de ganas por besarte.

Y por eso hoy, te espero después de la graduación en nuestro lugar especial.

No digas nada, solo bésame.

De Wanda Maximoff