Wanda, mientras leía aquella carta que había esperado durante todos esos días, sintió de nuevo la necesidad de sonreír.
Pero es que era inevitable, ¿quién no lo haría si le dicen esas cosas?
Tras leerla al completa se sonrojó. Sintió algo dentro de ella que no había sentido nunca. Pero era agradable y le gustaba.
Apoyó la espalda contra la taquilla y se dejó caer lentamente al suelo. Por suerte las clases ya habían terminado y no había nadie por allí. Solo ella, que esperaba con ansia aquel momento del día.
¿Sabes de aquel sentimiento que te hace estar en el cielo?
No, no sabía que era eso. Nunca se había puesto nerviosa ante el toque de alguien, nunca había sentido que estaba en la luna cuando pensaba en esa persona.
Así que no, no sabía que se sentía.
Le costaba asimilar que le gustaba a alguien. No era muy habladora, y no entendía como a alguien le había gustado siendo como es. Sentía algo raro dentro de ella ante eso, y no sabia muy bien que era.
"Me gusta tu olor"
Cuando leyó eso sí que se puso roja.
¿Cómo alguien se había fijado en algo como eso?
No lo entendía, pero sorprendentemente, no le había importado.Cuando leyó la parte devolverle la mirada no recordaba quién era. Y eso que no miraba a mucha gente. Supuso que fue algo tan rápido e insignificante para ella que ni siquiera lo recordaba.
Pero pensó que para otra persona, había sido algo importante en su vida. Y entendió que cada uno siente las cosas de una manera y que las entiende a su forma.
Como por ejemplo eso, para ella eso había sido algo no importante, pero para la otra, había sido algo maravilloso, vergonzoso y feliz.
Cada uno tiene su forma de ver las cosas, y eso le gustaba.
Aquel día se fue a su casa con una sonrisa en el rostro que no podía borrar.
Por primera en mucho tiempo.
Se sentía bien.
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Cartas a Wanda Maximoff (Wandanat)
RomanceNatasha Romanoff le manda todos los martes un carta a Wanda.