De Natasha para Wanda(2• parte)

162 16 0
                                    

Querida Wanda:

No podía seguir negando que cada vez que te miro, mi corazón se pone a latir de manera desenfrenada y me siento bien, porque tienes el poder de hacer que todo a mi alrededor se ilumine. Fueron tantas las veces en que quise acercarme y que te dieras cuenta de lo que me haces sentir, pero supongo que nunca tuve el valor suficiente como para hacerlo.

Y una parte de mí lo agradece, porque si no, nunca hubieras tenido estas cartas seguramente.

Así que diré que todo esto ha sido algo del destino.

A pesar de todo, quiero atreverme a expresar cuan enamorada estoy de ti y lo feliz que me hace tenerte cerca. Puede que te parezca una locura, algo irracional tal vez. Lo cierto es que no puedo evitarlo. Llegaste y pusiste mi mundo de cabeza, me hiciste cambiar la percepción que tenía de las cosas.

Es difícil describir como una mirada tuya, basta para que sienta vértigo debajo de mis pies y mi ánimo se mantenga durante el resto del día. Tienes un poder que verdaderamente no me puedo explicar y tampoco estoy segura de querer encontrarle algún sentido.

Porque me encanta sentir eso.

Una parte de mi se alegra de que no fueras consciente de mis sentimientos, porque siempre he sentido un temor infundado a que los descubrieses; en cambio otras, me dan ganas de ir corriendo hacia ti solo para decírtelo lo más fuerte que pueda. Como en este momento en el que lo hago con palabras.

Tan solo me gustaría decirte, que sea cual sea tu pensamiento después de enterarte de esta confesión, no dejaré de amarte ni de admirarte por la maravillosa persona que eres, ni de las cualidades por las que has conseguido quedarte con mi corazón.

Eres lo más especial para mí y está carta no puede ni acercarse a expresar en palabras lo que provocas dentro de mí.

Esa sensación que tanto adoro y solo tú me haces sentir.

Y por eso voy a confesarte algo que espero que no uses en mi contra.

Mi debilidad tiene nombre y apellido.

Y ese es Wanda Maximoff.

Te quiero.

De Natasha Romanoff.

Cartas a Wanda Maximoff (Wandanat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora