"Uncanny: una experiencia sobrenatural o inexplicable, extraña o más allá de lo ordinario"
Todos los vampiros tienen un compañero destinado, alguien con quien pasar la eternidad viviendo el más puro amor. Y cuando Jasper Hale conoce a Lucy Swan, sa...
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Filadelfia, Pensilvania. 1948
Los pintorescos zapatos de tacón golpeaban impaciente el brillante suelo de la cafetería, muchas mujeres no pudieron evitar fijarse en el lindo diseño del calzado que la pequeña vampira exhibía con orgullo.
Alice siempre sintió una gran afinidad con la moda, los años 40's sin duda fueron mejores que los 20's.
Sin embargo, esos lindos zapatos no eran tan cómodos, quizás el tacón o el broche quedó demasiado ajustado, pero su emoción era más grande que cualquier molestia.
Apenas podía contener la emoción en su pequeño cuerpo. Había esperado casi 28 años desde que tuvo la más hermosa visión.
Su compañero destinado llegaría por fin, pero no vendría solo. El que sería su nuevo hermano también atravesaría esa puerta.
Cerró los ojos por un momento, recordando las visiones que había tenido las últimas décadas. Pensar en su futura familia, sus futuros hermanos, padres adoptivos y mejor aún…la amiga que nunca tuvo.
La campanilla de la puerta principal sonó anunciando la llegada de nuevos clientes. Alice sonrío aún más si eso es posible, volteó disimuladamente para observar a los 2 hombres de gran altura ingresando al lugar; muchas cabezas se giraron en dirección del dúo, sin duda alguna eran muy atractivos.
Jasper Whitlock sonrió con amargura al sentir las diferentes emociones en el lugar, la mayoría dirigidas a él y al que era prácticamente su hermano.
Tommy Davidson agitó su mano disimuladamente, volteando un par de tazas de café en la mesa donde unas chicas cuchicheaban sobre la deslumbrante apariencia de los atractivos nómadas vampiros. Obviamente no sabían eso último.
Alice negó divertida ante las acciones de su compañero, sabía muy bien que no era la primera vez que derramaba una taza de café con ayuda de su dón, ni la última por su puesto.
Tomando una gran bocanada de aire que en realidad no necesitaba, se acercó a la mesa donde los dos hombres hablaban en voz baja. La pequeña vampira con rasgos parecidos a un hada del bosque, tomó asiento en el lugar libre sin vergüenza alguna, desconcertando a los nómadas.
–Los estuve esperando por un largo tiempo, caballeros– sonrío emocionada, sus ojos no podían dejar de detallar los rasgos del moreno y Tommy no pudo evitar sonreír ante la espontaneidad de la vampira.
–Me disculpo entonces. Normalmente no somos impuntuales, señorita…– Tommy habló con los modales que lo caracterizaban, esperando conocer el nombre de la mujer sentada frente a él.
Jasper miraba a la vampira con notable desconfianza, estaba listo para atacar si algo no le gustaba. Tantas décadas huyendo de las mujeres que los obligaron a vivir un infierno tenía serías represalias, vivir en un constante estado de alerta.
–¡Soy Alice!– exclamó subiendo el tono de su voz, ambos nómadas dieron un salto ante el repentino aumento en su voz.
–¿Por qué dices que nos estabas esperando…Alice?– Jasper preguntó con rostro inexpresivo, ganándose un golpe en su pierna, cortesía de su buen amigo Tommy.
–¡No nos hemos presentado!...Yo soy…–
–Tommy– fue inevitable para Alice no suspirar cuando dijo el nombre de su compañero. –Tú eres Jasper– apuntó sonriente al rubio que apretaba fuertemente sus puños, sintiéndose como un animal amenazado.
–Tenemos que irnos…– Jasper intentó levantarse de su silla, no obstante, Tommy jaló de su brazo, obligándolo a volver a su lugar y provocando un estruendo en el proceso.
–Disculpe a mi amigo, señorita Alice. Pero entenderá que nos resulta bastante sorprendente que una…bellísima desconocida se nos acerque sabiendo quienes somos– explicó mirándola con una mueca avergonzada. Alice soltó una risita asintiendo con la cabeza, Tommy se sintió maravillado ante el armonioso sonido.
–Tal como ustedes poseen una habilidad, yo tengo la mía. Puedo ver el futuro…y a ustedes los ví venir hace mucho tiempo– explicó sin perder su sonrisa.
Jasper se relajó visiblemente, y es que las emociones que emanaba la pequeña vampira eran sinceras. Incluso se atrevería a decir que les tenía un cariño genuino.
–¿Y qué sucederá en el futuro?– Tommy preguntó interesado, el dón de esa mujer era extraordinario.
–Nos esperan muchas cosas buenas, Tommy– asintió mirando las bellas facciones de su compañero, el involucrado sintió una emoción masiva, consiguiendo aturdir a su amigo en el proceso.
–Eso se escucha prometedor– sonrío. El rubio no pudo evitar sonreír ante la emoción que su mejor amigo estaba experimentando.
–Tú futuro también es bueno, Jasper. ¡Quiero agradecerte, porque gracias a tí conoceré a mi mejor amiga!– Alice dió un pequeño aplauso al aire debido a su emoción. Tommy estaba demasiado embobado con la joven de cabello corto, pero Jasper no pasó desapercibido el trasfondo que contenían sus palabras.
–¿A tu mejor amiga?– preguntó notablemente confundido, dejando atrás la inseguridad inicial que lo invadió.
–¡Tu compañera, por supuesto!– explicó sonriendo en grande, las imágenes de la muchacha pelirroja invadieron su mente, riendo silenciosamente al ver la expresión incrédula que Whitlock tenía.
Si el corazón de Jasper aún latiera, habría salido de su pecho por la gran emoción que sintió. Esperanzado, miró alrededor de la cafetería con el objetivo de encontrarla, pero la tierna risita de Alice lo trajo devuelta a la tierra.
–¿Ella está aquí?– preguntó ignorando la mirada burlona que Tommy tenía. Davidson no olvidaría jamás la expresión en el rostro de su mejor amigo, sin duda lo molestaría durante varias décadas por eso.
–Aún no. Pero pronto llegará, lo he visto– aseguró sonriendo. –Ahora, tenemos que hablar de la nueva dieta que practicarán. ¡Nuestra futura familia es vegetariana y tenemos solo un par de años para mejorar nuestro control! – Alice comenzó a explicar cómo si estuvieran hablando del clima.
Ambos nómadas intercambiaron miradas extrañadas por los "desvaríos" de la vampira.
–¿De qué familia hablas, Alice?– preguntó Tommy con su ceño fruncido, pero la sonrisa en su rostro nunca desapareció. Comenzaba a preocuparse de que ahora que llegó la pequeña vampira, no dejaría de sonreír nunca más. El lado positivo es que no tendría líneas de expresión.
–¡Los Cullen!– su respuesta no aclaró nada. –Pero no debo decir mucho por el momento, solo que ellos serán nuestra familia. Ahora creo que debemos irnos antes de que la mesera se corte la mano con el vaso que la pequeña niña romperá en unos minutos– señaló la mesa a su izquierda, donde una pequeña jugaba con un vaso de agua.
Los 3 salieron del lugar inmediatamente, sin querer averiguar si la visión de Alice se cumpliría o no. Sus nuevas vidas comenzaban y el futuro se veía glorioso. Pero algo no dejaba en paz la mente del ex mayor Jasper Whitlock.
–¿Alice?– llamó a la pequeña vampira que no dudó un segundo en colgarse del brazo de Tommy. –¿Cuál es su nombre?– no fue necesario preguntar de quién hablaba, la vidente lo sabía muy bien.
–Lucy. Lucy Swan– respondió cantarina para volver a caminar.
Una sensación de calidez invadió el frío pecho del vampiro a la vez que repetía ese nombre en su mente.
