"Uncanny: una experiencia sobrenatural o inexplicable, extraña o más allá de lo ordinario"
Todos los vampiros tienen un compañero destinado, alguien con quien pasar la eternidad viviendo el más puro amor. Y cuando Jasper Hale conoce a Lucy Swan, sa...
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•Uncanny•
-¿Estás segura, Chiqui?- Cuestionó Jasper al verla tardar más de lo habitual en utilizar su don.
-¡No me desconcentres, Jass!- Lucy lo reprendió pretendiendo estar seria. Sus palmas estaban contra el suelo rocoso de la montaña y empleaba todas sus fuerzas para llamar al agua que revoloteaba en el lago a varios kilómetros.
El sureño levantó las manos con inocencia y la dejó trabajar.
No pasó ni un minuto cuando la gravilla del suelo comenzó a temblar casi imperceptiblemente, un humano apenas podría notarlo, pero sus ojos antinaturales podían captar a la perfección el movimiento de las pequeñas rocas.
El agua que lucía había estado llamando por fin hizo acto de presencia, inundando la cima de la montaña en la que estaban. Aquel lugar al que Jasper la llevó montada en su espalda cuando le confesó que era un vampiro.
Lucy movió sus manos hacia arriba, haciendo que miles de gotas de agua quedaran suspendidas en el aire y en el piso permaneció una capa de agua lo suficientemente gruesa para cubrir por completo los zapatos de Jasper.
Jasper miró a su esposa con una ceja alzada divertido al notar que sus zapatos estaban arruinados.
Y es que en ese momento, lo último que le importaba eran sus zapatos. Ver a Lucy revolotear como un hada mientras el agua la obedecía y su vestido azul flotaba en cada vuelta. No importaba cuántos años podían transcurrir, mirar a la pelirroja reír y juguetear siempre sería su espectáculo favorito, lo único que sus ojos ansiaban ver hasta la eternidad.
El sureño sacó de su bolsillo el aparato eléctrico que habían conseguido hace algunos meses, aquel que Bellamy tanto había estado pidiendo. Una suave melodía se escuchó al presionar el botón principal y la voz del cantante se hizo presente.
-¿Me concede este baile, Señora Hale?- Jasper hizo una reverencia en su lugar, a la espera de la respuesta de su esposa.
Lucy sonreía a más no poder, así que, dando pasos elegantes copió las acciones del sureño y se inclinó tomando los bordes de su vestido para hacerlo más creíble.
-Me encantaría, Señor Hale.
Jasper tomó su mano derecha, y la alejó levemente de sus cuerpos, su mano izquierda descansó en la cintura de su compañera, mientras que la de Lucy en el hombro del sureño.
Se miraron fijamente sin moverse, esperando que el ritmo de la canción cambiara.
La batería y los sonidos electrónicos sonaron, esa fue su señal. El Hale sonrió de lado, contagiando a Lucy.
