𝕌𝕟𝕔𝕒𝕟𝕟𝕪 /𝕁𝕒𝕤𝕡𝕖𝕣 ℍ𝕒𝕝𝕖

✧Capítulo 15✧

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Una puerta abriéndose llamó la atención de los 4 presentes. Jasper se acercó de forma protectora a la pelirroja en cuanto vió de quién se trataba.

Félix y Dimitri.

—Ya no requerimos de sus servicios, caballeros— habló Jasper con voz neutra, abrazando el cuerpo de Lucy.

—Aro quiere volver a hablar con ustedes— habló Félix, uno de los vampiros más fuertes en las tropas de los Vulturis, media casi 2 metros y su rostro lograba intimidar fácilmente.

—Ninguna regla se rompió— les recordó Edward, abrazando de la misma forma protectora a Bella.

—Aún así, deberíamos seguir está charla en un lugar más apropiado— sugirió Dimitri, un vampiro con facciones afiladas y un don para rastrear impresionante.

Jasper se tensó al sentir las emociones de los vampiros al fijar su vista en Lucy. La pelirroja había llamado mucho la atención en los vampiros de ojos rojos.

—Lucy, vé con Bella a disfrutar el festival. Nosotros las buscaremos en unos minutos— pidió Jasper, desesperado por alejar a su compañera de esos vampiros.

—Las chicas vienen con nosotros— sentenció el más alto, Félix.

—No. Vete al infierno— negó Edward con firmeza.
Jasper mantenía el cuerpo de Lucy a sus espaldas, listo para protegerla.

La puerta del lugar se abrió, mostrando a Alice que portaba una pequeña sonrisa de autosuficiencia.

—Vamos, chicos. Es un festival— les recordó quitándose las gafas de sol. —No querrán hacer una escena— mencionó posicionándose junto a Lucy.

—No lo haríamos…— el alto vampiro estaba por dar un paso adelante, pero una nueva presencia lo interrumpió.

Una vampira de baja estatura, cabello rubio y ojos rojos como la sangre de la que se alimentaba. Tenía una mirada aterradora, contrastando completamente con su lindo rostro.

—Suficiente— ordenó mirando duramente a ambos vampiros.

—Jane…— susurró Edward con ligera preocupación. Jasper se mantuvo impasible, pero apretó con fuerza la mano de la pelirroja.

—Aro me envió para ver porque tardaban tanto— dijo la tal Jane mirando a todos los presentes. Sin nada más que agregar, dió media vuelta y se fue por donde vino.

Tal parece que nadó se atrevió a desafiar a la vampira, ya que todos comenzaron a seguirla sin protestas.

Le ofrecieron a ambos hermanos adoptivos una bata roja y larga, siendo solo Edward quien la recibió. Jasper se abotonó su camisa blanca sin siquiera mirar al Vulturi.

—No tengan miedo— Edward se dirigió a las mellizas. Lucy lo miró con incredulidad.

—¿Tú tienes miedo?— preguntó devuelta Bella.

—No— negó con seguridad.

Lucy miró a Jasper con una ceja alzada y apuntó a Edward disimuladamente. Hale sonrió ligeramente y asintió con la cabeza, provocando unas inmensas ganas de reír en Lucy. Edward si tenía miedo.

Jane abrió una hilera de barrotes que resultó ser un ascensor, apuntó el compartimiento con una sonrisa burlona por la incredulidad en el rostro de las humanas.

La máquina comenzó a descender, el pequeño lugar estaba sumido en un incómodo silencio. Lucy podía sentir los ojos rojos de los 3 vampiros no vegetarianos del lugar.