𝕌𝕟𝕔𝕒𝕟𝕟𝕪 /𝕁𝕒𝕤𝕡𝕖𝕣 ℍ𝕒𝕝𝕖

◈Capítulo 6◈

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—Creo que ver películas hasta tarde fue mala idea— Lucy se quejó moviendo su cuello, logrando que sus huesos suenen dolorosamente. —Y ahí va mi cuello— lloriqueó antes de darle un último sorbo a su taza de café.

—Si, creo que sí— confirmó Bella moviendo de igual manera su cuello, quizás fue el sonido o su conexión de mellizas, pero la menor podría asegurar que sintió sus propios huesos sonar.

La noche anterior decidieron hacer maratón de sus películas favoritas, iniciando con Orgullo y prejuicio, El hombre de la máscara de hierro y para finalizar, Corazón valiente. Una total pérdida de tiempo si lo piensas bien.

Habían decidido quedarse en la habitación de Lucy a dormir juntas, como en los viejos tiempos. Y es que a pesar de las bromas de Bella sobre los fuertes ronquidos de su hermana, extrañaba profundamente dormir en la misma habitación que le pelirroja.

—Mira, papá ya llegó. Debemos irnos– mencionó Lucy cuando el motor de la camioneta se escuchó afuera.

—¿Esos son mis pantalones, Lucy?— preguntó Bella mirando detalladamente los pantalones que su hermana estaba usando.

—¿Esa es mi chaqueta marrón, Bella?— Ahora fue la mayor quien cuestionó.

Las mellizas se miraron entrecerrando los ojos, escaneandose mutuamente. Lucy fue la primera en sonreír, sintiéndose victoriosa. Bella le siguió, riendo por estar viviendo lo mismo una vez más.

Siempre se roban ropa.

Salieron de la casa con sus mochilas al hombro, listas para un nuevo día escolar lluvioso, Bella había tomado la delantera, con la intención de subir lo más rápido posible al auto y encender la calefacción. Pero el frío y la lluvia no son una buena combinación.

El piso estaba cubierto por una delgada capa de hielo, casi imperceptible para el ojo humano y aún más para Bella Swan.

La castaña apenas dio tres pasos luego de bajar la escalera y ya estaba tendida en el piso luego de soltar un pequeño quejido por la sorpresa. La estruendosa carcajada de Lucy no se hizo esperar.

—Cielos, eres tan torpe…— sus palabras se cortaron cuando intentó rodear el cuerpo de su hermana, pisando un charco congelado y enviándola al piso a ella también. —Somos. Somos muy torpes— reiteró cuando Bella sonrió burlona a su lado.

—¡¿Están bien?!— Charlie bajó corriendo de la camioneta para auxiliar a sus hijas.

—Si. El hielo no ayuda a los descoordinados— lo tranquilizó Bella cuando ya estuvo de pié.

—Ni a los burlescos, al parecer— se lamentó Lucy sacudiendo su ropa de las hojas mojadas que se pegaron a sus pantalones.

—Si. Es por eso que le puse llantas nuevas a la Pick up, las otras estaban gastadas— mencionó el padre de las mellizas, golpeando las mismas con su zapato.

—Gracias, papá— Lucy agradeció abrazando el torso del policía. Bella solo asintió con la cabeza.

—No es nada, brujita. Tal vez llegue tarde a cenar, tengo que ir al condado de Mason. A un guardia de seguridad lo mató un animal— dijo Charlie dirigiéndose a su auto policial. Las mellizas se miran confundidas.

—¿Un animal?— preguntó Bella.

—¿Como un puma o un oso?— la voz de Lucy sonó dudosa.

—Puede ser. Aquí no es como en Phoenix, chicas. Tengo que ir a ayudar— explica mirando a sus hijas a punto de subir al auto.