𝕌𝕟𝕔𝕒𝕟𝕟𝕪 /𝕁𝕒𝕤𝕡𝕖𝕣 ℍ𝕒𝕝𝕖

✧Capítulo 10✧

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El silencio reinaba en la camioneta azul de Isaac. Luego del aterrador acontecimiento en el acantilado, el Clearwater se ofreció a llevar a Lucy, la pelirroja aceptó gustosa, pues el frío y la vergüenza por haber llorado de tal forma frente a sus amigos era inmensa.

La Swan podía ver como las manos de Isaac apretaban con fuerza el volante, provocando que los nudillos del muchacho se pusieran blancos por la presión ejercida.

Prefirió no preguntar, no estaba con ánimos de entablar una conversación. A decir verdad, lo único que quería era un abrazo de Charlie y uno de Bella en cuanto volviera de probar las motocicletas con Jacob.

Clearwater aparcó frente a la casa Swan, encontrándose con que la patrulla ya estaba ahí.

-Gracias por todo, Isaac. Gracias por traerme y encontrar mi...-

-Es de él, ¿Cierto?- Isaac interrumpió sus palabras. Miraba sus manos en el volante con expresión afligida.

Lucy miró en otra dirección, sintiendo su corazón acelerarse por el simple recuerdo de Jasper.

-Si...- susurró jugando nerviosamente con sus dedos.

-Gritabas como si te estuvieran arrancando algo del pecho, Lucy. ¿Tan importante es para ti una persona que te abandonó sin mirar atrás?- preguntó frustrado y confundido.
Para Lucy fue inevitable hacer una mueca ante sus palabras.

-No lo entiendes, Isaac- la pelirroja suspiró.

-Claro que lo entiendo. El se fue y te hizo daño, ¿Qué más hay que entender?- exclamó indignado por lo "ciega" que estaba la pelirroja.

-¡No lo entiendes!- repitió elevando el volumen de su voz. Miró a Isaac por primera vez desde que iniciaron esa incómoda conversación. -¡Él pensó que irse era lo correcto!...creyó que así estaría a salvo...- susurró esto último, pero siendo perfectamente escuchado por el buen oído del Quileute.

-¿Lo sigues queriendo después de todo lo que te hizo?- preguntó mirándola con una mueca.

-Lo amo. Y lo amaré todos los días del resto de mi vida...así de simple- respondió Lucy sin dudar un solo segundo.

Isaac la miró fijamente, buscando aunque sea el mínimo rastro de vacilación o inseguridad, pero no encontró nada más que convicción. Apretó sus labios y cerró los ojos girando su cabeza, dándole a Lucy una vista perfecta de su mandíbula apretada, como si estuviera sintiendo una especie de dolor.

El muchacho soltó un suspiro tembloroso antes de volver mirar a Lucy y en un rápido movimiento, las grandes manos de Isaac sostuvieron las mejillas de la pelirroja. Sin pensarlo mucho, juntó sus labios con los de la chica.

Lucy abrió los ojos como platos al sentir los labios de Isaac moviéndose contra los suyos, quería apartarlo, pero por otra parte, quería dejar de pensar por un minuto.

Cerró los ojos y siguió los movimientos expertos del Quileute, tomó con fuerza el corto cabello negro de Isaac y se aferró sin pensar en que eso podía dolerle, pero Clearwater estaba en otra dimensión en estos momentos; solo existía los labio y lengua de Lucy.
La pelirroja no pudo con su curiosidad y tocó sin descaro el abdomen de lavadero que Isaac tenía.

Isaac besaba de forma agresiva, haciéndole justicia a toda su personalidad, pero el tacto de sus manos cálidas en el cuello y cintura de la pelirroja lograba contrarrestar mucho con los movimientos que hacía con su boca. Apenas le daba tiempo para respirar y ya estaba devorando sus labios una vez más.