Capítulo 22

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Jaehyun


No podía pronunciar las palabras para decir una maldita palabra. Strony. ¡El jodido STRONY! Era uno de ellos. Durante todo este tiempo, años de ser el Capitán de Ruta... cinco años de viajar con los Verdugos, en primera línea en las carreras de armas y tratos... ¡y él era uno de ellos!

¡Hijo de puta!

—¡Leeteuk, Donghae, envíen a los verdugos un mensaje! —Strony siseó mientras agarraba a Tae y lo arrastraba desde la sala. Todo lo que vi fue un túnel de niebla roja.

—¡Jaehyun! Te amo... ¡Te amo! —Tae gritó, con lágrimas rodando por sus mejillas.

¡Strony lo está alejando de mí!

¡Tae! Quería gritar, pero las palabras no salían. Las palabras eran un conglomerado, un maldito nudo en mi garganta, ahogándome, alojado en el lugar, negándose a moverse.

La puerta de la entrada se cerró y dos de los jodidos se acercaron. Revelé mis dientes, luché contra las restricciones, pero los cabrones seguían acercándose. Me prometí que si se acercaban más iba a descabezar a los bastardos, aplastar sus narices y fracturar sus mandíbulas... cualquier cosa.

—Así que. ¿Eres el famoso Hangman mudo? —el primero se burló. Me quedé mirando, tratando de incitarlos a que se acercaran.

Se miraron y se rieron.

—Estoy pensando, por su silencio, que lo entendimos bien. Es curioso, no parece tan duro de rodillas, rogando como una perra.

Un movimiento adelante me llamó la atención y vi a Yunho caminando de ida y vuelta. Estaba mirando hacia mí, gruñendo. Así que este es él.

Su labio se levantó en una sonrisa de complicidad, con la mandíbula haciendo clic por el movimiento. Dio un paso adelante, poniéndose en cuclillas justo en frente de mí, y comenzó a burlarse de mí.

—Él estaba tan apretado todos esos años atrás.

Me tensé, mis músculos sintiendo como si estuvieran rasgándose.

—Me combatió al principio. Luchó para liberarse, pero la trampa lo mantuvo en su lugar. Gritó al principio, ya sabes, cuando desgarré su virginidad. Pero, pronto aprendió a disfrutar de mí. —Bajó la cabeza, al igual que su voz.

»Me lo tiré en cada agujero, en todas las maneras humanamente posibles... y él siempre estaba completamente mojado por más.

La furia encendió mi sangre. Me lancé hacia adelante, hundiendo mis dientes en el lado de su cuello, arrancando un trozo de su carne y escupiéndola en el suelo a sus pies. El sabor cobrizo llenó mi boca. Yunho rugió de dolor y sonreí mientras su sangre corría por mi barbilla.

Los otros dos hermanos atacaron, dando puñetazos, golpeando y dándome patadas en las costillas. Sostuve a Yunho en una mirada fija, sonriendo mientras los golpes de los hermanos llovieron sobre mí.

—Donghae, Leeteuk, llévenlo afuera. —Changmin ordenó mientras Yunho sostenía su cuello, todavía mirándome en estado de shock.

Donghae y Leeteuk me agarraron por los brazos y me arrastraron por la puerta.

Tae.

Tae estaba sostenido contra la pared por Strony. Su cara demasiado cerca de la suya. Se veía tan malditamente asustado.

Nuestra entrada al pasillo llamó su atención y sus cautelosos ojos de lobo se dispararon a los míos.

—Jaehyun —gritó.—¡JAEHYUN!

El infierno de JaehyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora