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Un grito por parte de dos de los chicos que se encontraban en la habitación de al lado los hizo tensarse, inmediatamente los chicos fueron a ver qué pasaba dejando atrás a la peli_____.
La cuál ya más tranquila se levantó del suelo intentando respirar lo más tranquilamente posible, se había sentido muy nerviosa aquella voz y sonrisa amables del rubio, aquella sonrisa ladina por parte del ojeroso así como sus hermosos ojos grises tan penetrantes que le pareció que podían ver dentro de ella, y tampoco podía olvidar la calida mirada del pecoso una vez supo que ella no los había llevado.
¿De verdad ellos existían? Después de aquella pequeña charla con ellos no le parecía que estuvieran drogados, ni siquiera parecía que habían bebido, entonces la pregunta era ¿Que hacían aquellos chicos en esa casa, si no estaban bebiendo?
Decidió ignorar aquellos pensamientos de su cabeza y dirigirse hacia donde provenía aquel ruido.
Una vez dió un paso en la habitación, vio a qué los chicos que antes habían estado dormidos ahora se encontraban despiertos y bastante animados. Un chico de cabellos rubios con un ojo tapado y una ceja rizada estaba peleando con un chico de cabellos verdes y una cicatriz en el ojo, mientras que un chico bastante divertido a los ojos de la peli___ con cabellos color azabache, reía sin parar.
-Cof...Cof... - El pecoso intento llamar la atención de los tres chicos recién levantados
En cuanto el pequeño azabache volteo a ver y observó al pecoso ahí se lanzó a abrazarlo sin dejarlo respirar, a su vez que lloraba sin parar, mientras sus compañeros miraban boquiabiertos la escena, y el ojeroso se encargó de explicar.
Después de que el pequeño azabache dejara en paz al pecoso llegó el turno de su reencuentro con el rubio en el que repitió exactamente lo mismo.
Luego de tranquilizarse, los nuevos tres integrantes se encargaron de explicar el porque del grito.
Al parecer el primero en despertar fue el cocinero el cuál aún adormilado comenzó a imaginar a la peli-naranja en el lugar del peliverde y se acercó peligrosamente con una mueca de beso en la cara, justo a tiempo el peliverde despertó notando así la cara del cocinero demasiado cerca de la suya, inmediatamente se tenso y una vez el cocinero despertó del todo y noto la cercanía fue cuando ambos soltaron el grito, despertando así al pequeño azabache que al verlos pelear comenzó a reír.
A la chica está situación se le hacía verdaderamente increíble y graciosa por lo que no pudo evitar soltar una pequeña carcajada, la cuál le hizo recordar a los chicos que estaba ahí.
Una vez detecto a la chica el cocinero inmediatamente comenzó a bailar y gritar a su alrededor con corazones en los ojos, incomodando a la chica pues no estaba acostumbrada a tal atención de parte de un chico.
- Usted es increíblemente bella Mademoiselle- Dijo arrodillado enfrente de la chica, seguido le tomo la mano y le dió un caballeroso beso en su mano, sonrojandola violentamente debido a este gesto.
