Cap 15

161 14 3
                                    

Narra Sabo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra Sabo

Nos encontrábamos en la entrada al Olimpo, según Afrodita, los mortales no podían pasar sin estar en compañía de un dios. Habían pasado 3 días desde que se llevaron a (T/n), estaba muy preocupado por ella, al igual que el resto.

Enfrente de nosotros había una gran puerta, parecía estar tallada en oro, tenía piedras preciosas de todo tipo incrustadas, estás formaban figuras.

Luffy-Entonces cruzando esta puerta está el Olimpo,¡Bien!¡Les patearemos el trasero a todos!¡Ahhhh!-

A mí tonto hermanito le dieron un golpe en la cabeza, igual no importa cuántos golpes le den, siempre va a terminar adelantando el plan, si no es que lo arruina.

Luffy- ¿¡Porque me pegan!?¡Ya estamos aquí!¡Hay que ir a rescatarla!-

Afrodita- Idiota, no es tan fácil, detrás de esta puerta se encuentra el camino al Olimpo, y no solo a él sino también al inframundo.-

Zoro-¿Cómo? Que no el camino al Olimpo es lo que acabamos de hacer.-

Afrodita- Claro que no, es la tierra de Dioses, ¡Claro que habrá trabas! Lo que acabamos de hacer es el camino al camino al Olimpo.-

Que confuso, el venir aquí hubiera sido prácticamente imposible si fuéramos humanos normales.

En el caminó nos encontramos con todo tipo de seres vivos raros, Luffy intento domar un animal que tenía partes de otros, segun Afrodita, una Quimera. Casi se lo traga.

Pasamos por un río en el que nos encontramos un Ceto, fuimos perseguidos por un ogro. A todos Luffy les pregunto si querían ser sus nakamas.

Llegamos a entrar en un bosque en el que Afrodita, se paró a hablar con un Centauro, Luffy le pregunto si podía cagar.

En fin, dejando de lado las locuras de nuestra travesía,«la cuál fue bastante corta a diferencia del mes que gracias a nuestras habilidades no hicimos, con las cuales Afrodita y Aisa-san se quedaron sin palabras.» Entramos por la puerta y logré dislumbrar dos escaleras, una se dirigía abajo y otra arriba, ¿No podía ser tan fácil?¿Verdad?

Tenía razón, había una reja protegiendo las que iban hacia arriba, en cuanto Afrodita la abrió en las escaleras aparecieron varios monstruos. Genial, más peleas.

Zoro se veía muy feliz tomo sus espadas y se las acomodo.

Zoro- Bien,¡ si alguien quiere morir que venga!-

Todos corrimos hacia las escaleras y comenzamos a subirlas peleando con los miles de centauros, ipotanos, cercopes, ortros y telequines. Fue algo bastante divertido, aunque casi no dieron pelea.

Debo admitir, que jamás creí que este mundo tuviera tantas razas como nosotros, algunas son muy extrañas, y otras cosas que ni en mis sueños hubiera imaginado.

Entre mundos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora