Hay amores que están destinados a repetirse, que en todas sus vidas están sentenciados a encontrarse, algunas veces el hilo del destino nos entrelaza a una persona, pero ¿qué pasa cuando ese vínculo no es único? Y peor aún ¿Qué haces cuando en medio...
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¡¡Holis!! Aquí de vuelta después de tanto tiempo, una disculpa por la demora en publicar el siguiente capítulo, pero es que me puse a participar en otras actividades de escritura que me estuvieron consumiendo la imaginación y el tiempo 😬.
Pero mejor tarde que nunca, ¿no? jajaja, como compensación les traigo un capítulo largo que espero disfruten ❤
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Tres semanas después, la familia Zacharius llegaba a su nueva casa en Tasmania. La vivienda era sencilla, pero contaba con lo esencial para Aru que era el pequeño bosque al fondo y aunque les quedaba a una distancia considerable de las instalaciones dónde trabajarían, el lugar era acogedor. Luego de horas acomodando las cosas, todo estaba listo para el día siguiente
— Cariño, ¿sabes dónde es el lugar al que tenemos que ir? – preguntó Aru tirándose en el sofá
— Tengo la dirección, es a unos treinta o cuarenta minutos de aquí
— Espero no sea una maldita bodega en ruinas como la última vez
— Jajaja no estaba tan mal, ya mañana nos daremos cuenta
Al día siguiente, a primera hora llegaban a una locación en las costas. Al frente tenían lo que parecía un lugar en abandono
— ¡Te dije! ¡Te dije que era un lugar de mala muerte! – empezó Aru
— Admito que no se ve bien, pero se ve grande, demasiado grande a mi parecer
— Eso sí, ¿Erwin está dentro?
— Si, voy a avisar que llegamos
Luego de unos segundos Levi con un pañuelo en la cabeza salía de la instalación para recibirlos. Detrás de él, una pelirroja delgada que lo seguía a pasos rápidos con un trapeador en la mano
— ¡Mike! – chilló la chica apresurando el paso para correr hacia el rubio – ¡Es un gusto verte de nuevo!
Mike la recibió con un abrazo cálido y una sonrisa, tenía años de no verla, era una chiquilla de apenas dieciocho años cuando la conoció
— Pero mírate Petra, estás tan hermosa como la última vez que te vi – afirmó Mike en un abrazo
— Y tú sigues tan enorme como siempre
Petra rápidamente se soltó del estrujón y corrió hacia Aru con una sonrisa en el rostro, pensaba, al igual que con Mike, darle un abrazo de bienvenida, pero la pelinegra la detuvo echando un paso hacia atrás y colocando una mano al frente
— No me toques por favor – soltó Aru sin más
— Pequeña, no seas descortés, ella es Petra Ral, lo más seguro es que sea una de tus compañeras de equipo, además, es la novia de Levi
