Capítulo 6. Misión Antártida

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Los primeros días en el lugar fueron los difíciles, aunque las vistas eran espectaculares, el frío les quitaba toda la energía

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Los primeros días en el lugar fueron los difíciles, aunque las vistas eran espectaculares, el frío les quitaba toda la energía. La base McMurdo estaba ubicada en el archipiélago de Ross, lo que parecía un pequeño pueblo, era un lugar helado, pero la calidez de su gente y el ingenio para crear algunos licores, los mantenía calientes cuando el frío arreciaba.

La base estaba a unos cincuenta kilómetros de donde estaba la estación que iban a asaltar, no sabían que encontrarían, la información de Erwin era escueta y sólo les quedaba seguir los mapas satelitales que les habían suministrado. La logística de viaje era complicada, los vehículos los dejarían unos kilómetros antes y desde ahí tendrían que caminar.

La tarde que partían Erwin los reunió para coordinar los pormenores. El plan era simple, rodearían la estación en un radio de cincuenta metros, todos colocados a diez metros entre sí para tener un amplio control del lugar, los capitanes de grupo serían comandados por Erwin y los demás solo tenían que acatar la orden de entrada cuando el comandante diera el visto bueno.

Una vez el rubio terminó la reunión, los líderes de grupo se reunieron por aparte con sus equipos. Levi hablaba con los suyos

— Estudien los mapas y revisen los suministros antes de partir, tendremos que esperar unas horas antes del cambio de turno así que asegúrense de que el equipo térmico de las chaquetas esté funcionando, hay posibilidades de tormenta y bajarán las temperaturas

— Entendido – responden los tres

— No se moverán hasta que les dé la orden, ¿entendido?

— ¡Sí señor! – esta vez Aru no respondió

— ¿Aru?

— Sí capitán

— Bueno, alisten sus equipos, partimos en quince minutos

Todos revisaron sus provisiones y después del tiempo salían en los vehículos que los acercarían al lugar. El mal tiempo empezó, el frío calaba los huesos aún con la protección térmica de sus ropas, pero la caminata los mantenía en calor. Luego de caminar una hora por la nieve se instalaron en las ubicaciones predeterminadas.

El laboratorio cubierto por nieve parecía grande, en las afueras ocho hombres patrullaban el área, más bien simplemente estaban recostados a las paredes del perímetro tratando de guarecerse del frío. El equipo de Mike se instaló a la derecha, Erwin al centro con Hange y Moblit detrás de él y el equipo de Levi a la izquierda con Levi al lado de Erwin

Estaban sentados sobre la nieve a espera de órdenes, la ventisca había menguado, temblaban levemente, ninguno estaba acostumbrado a esas temperaturas tan bajas y solo deseaban que el cambio de turno se diera rápido.

De repente, una leve interferencia se escucha por los intercomunicadores. Levi en el pasado les había enseñado a Mike, Hange y Erwin a cómo comunicarse sin hacer ruido, si tenían un radio y lo acercaban al auricular se generaba un leve sonido que podía pasar como una interferencia, con esto y la clave Morse podían transmitir frases cortas.

Caótica bellezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora