Issei suspiró antes de cerrar el libro. Colocándolo en el suelo junto a la segunda entrada de la casa, empezó a frotarse la frente. Desde que se había despertado le dolía mucho la cabeza de vez en cuando. Soltó otro suspiro y se levantó del suelo y estiró la espalda, crujiéndose los huesos. Soltó un suspiro de satisfacción antes de dirigirse al interior. Abrió la puerta de una de las habitaciones y empezó a recoger los escombros que había dentro de una de las habitaciones que tenía un irori. Issei colocó trozos rotos de muebles de madera junto al irori o cualquier cosa que estuviera hecha de madera para usarla en el fuego. Issei continuó limpiando las habitaciones una a una durante toda la mañana. Por la tarde, el interior de la casa estaba limpio de escombros. Issei tuvo que quitar un par de tablas del suelo en un par de habitaciones porque estaban rotas. Se ocupará de ello más tarde, cuando se asiente un poco más y averigüe cómo hacer tarimas de madera. Decidió que la casa estaba lo suficientemente limpia, por ahora, para recoger sus cosas de la otra casa abandonada en la que se alojaba.
Salió de la casa y comenzó a hacer su camino a la otra casa en la que se ha estado quedando. Cuando se dirigía hacia allí, Issei cogió un par de melocotones de un par de árboles para comérselos mientras seguía caminando. Se aseguro de guardar las semillas en sus bolsillos para luego cultivarlas una vez que se asentara. Cuando llegó, entró en la casa y cogió sus bolsas y cualquier otra cosa que hubiera por allí antes de emprender el camino de vuelta.
Una vez que vuelve de recoger sus cosas. Coloca sus cosas en la habitación con el irori. Cogió el hacha y se dirigió a la forja rota de la parte trasera de la casa. El hacha se ha vuelto más desafilada de lo que ya estaba. Así que Issei decidió afilarla con la piedra de afilar que había en la parte trasera de la forja. Al llegar a la piedra de afilar, Issei sintió que le entraba migraña. Dejó de andar al llegar a la piedra de afilar y se agarró la frente dolorido.
"¿Por qué?" Se preguntó "¿Por qué me duele tanto?". Issei gimió de dolor antes de caer al suelo desmayado.
Issei despertó del desmayo; tenía los ojos cerrados por el dolor. Se levantó del suelo antes de abrir los ojos. Miró a su alrededor sorprendido. No había nada. No, era como si no estuviera en ninguna parte- Miró debajo de él y no vio nada. No hay palabras para explicar la situación en la que se encontraba. Era como si estuviera de pie sobre algo, pero no había nada allí. Miró a su alrededor y vio algo en la distancia. Puede ver algo pero no puede ver lo que es. Miró hacia abajo y dudó. Respiró hondo antes de dar un paso adelante. Para su alivio, pisó algo. Dio otro, y luego otro. Lentamente se dirigió hacia lo que parecía ser un gran cristal del tamaño de su antigua casa.
Cuando estuvo lo bastante cerca, sintió algo. Todo empezó a temblar, el cristal frente a él empezó a brillar tanto que cerró los ojos y se cubrió la cara con los brazos. Una vez que la luz se apagó, bajó los brazos y miró el cristal. Era un único ojo rasgado que le miraba fijamente. Issei se quedó helado de miedo. No se atrevió a apartar la mirada por miedo a que pasara algo, pero, como todos los humanos, tenía que parpadear. Lo intentó una y otra vez, pero parpadeó. Cuando lo hizo no era un ojo lo que estaba allí era un viejo barbudo... Era un viejo barbudo y pequeño hombre frente a él en una piedra de moler como la que tenía enfrente. El viejo hablaba un galimatías que no podía entender. Issei no sabia que estaba pasando pero lo que si sabia es que el hombre bajito del cristal estaba usando una piedra de afilar de una espada sin filo que habia visto en clase de historia sobre la edad medieval en Europa. Así que se sentó y observó al hombre trabajar.
No supo cuánto tiempo estuvo allí sentado, pero lo único que sabía era que fue mucho tiempo, porque en cuanto se levantó el sol ya se estaba poniendo. Así que se sentó en el asiento y comenzó a hacer lo que el hombre bajo estaba haciendo en la piedra de moler con su hacha en lugar de una espada. Una vez hubo terminado se levantó de donde estaba sentado y empezó a hacer el camino de vuelta a donde guardaba sus cosas en la habitación con el irori dentro. Por suerte, sabía hacer fuego gracias a la lectura de uno de los libros. Issei cogió un pequeño trozo de fibra de la corteza y se llevó consigo una gruesa rama que cortó de uno de los árboles. Rompió un pequeño trozo por un lado e hizo una punta en forma de flecha sin filo por un lado y empezó a frotarla hacia delante y hacia atrás hasta que hizo una pequeña cantidad de carbón. Una vez que consiguió una cantidad decente, cogió el palo y lo colocó lentamente sobre la paja. Una vez que se aseguró de que todo el carbón estaba colocado sobre la paja, colocó el palo usado en el hogar mientras se aseguraba de no ahogar el carbón en la paja. Una vez que la paja empezó a arder, la colocó en el hogar y colocó pequeños palos de madera dentro del hogar hasta que tuvo un fuego decente. Una vez que estuvo seguro de que el fuego no se iba a apagar, se tumbó boca arriba e intentó procesar lo que le estaba pasando. ¿Por qué o se desmayó de la nada? Lo único que sabe es que fue una experiencia aterradora. Issei aún recordaba el ojo rasgado en el cristal juzgándole mientras estaba allí de pie con miedo....
.
.
.
.
Lo odiaba. Odiaba el hecho de haber actuado como un cobarde.
.
.
.
.
.
Eso fue lo último que pensó antes de dormirse.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
GLOSARIO:
Un irori (囲炉裏, 居炉裏) es un fogón tradicional para calentar el hogar y cocinar los alimentos. Como un hogar
ESTÁS LEYENDO
El dragón guardián
FanfictionUn dragón que ha sido abandonado, con gemelos en un mundo infernal... Me pregunto qué hará Issei para protegerlos. -------------- creador original: LordMurcielago traductor: su servidor (yo)