1: Myriam, put the teapot.

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ANTES DE LEER: Alto ahí, te huelo desde que vienes en el ascensor. Esta novela es la segunda temporada de mi novela "Baby Mine | Markhyuck" NO puedes proseguir sin haberte leído la primera parte, es esencial para comprender la trama. Esta historia contendrá MPREG y no es omegaverse, así como escenas sexuales con contenido kinky. Si algo no es de su gusto, NO LEA. Si leerá, hágalo con responsabilidad, tenkiu.

Donghyuck le da un beso de buenos días a Mark mientras con una mano sostiene a Haechan y la otra da vuelta el omelette, el azabache utiliza la cafetera para hacerse su bebida caliente de todas las mañanas mientras se pasa una mano por la nuca y usa sus prendas para estar en casa, shorts y camiseta holgada.

—Dad, dad—llama un pequeño Baobei corriendo hacia la cocina pidiendo que lo tomen en brazos, entonces su padre cumple órdenes. El chiquillo solo usaba sus pañales y un body color blanco.

Las tostadas salen de la máquina y como si hubiese trabajado en una cafetería en hora punta (lo más cercano fue trabajar en el club donde se le caían las bebidas pero la práctica hace el maestro) las agarra y deja en un plato mientras al lado pone el huevo, deja el plato más grande en la mesa y uno pequeño con omelette y fruta para Baobei en la mesa de su pequeña sillita. El biberón está enfriándose encima de la mesa y entonces en menos de treinta minutos los dos niños y el mayor de la casa están sentados en sus respectivas sillas. Bueno, Haechan en el regazo de Mark esperando su botellita.

—¿Seguro que estarás bien trabajando con Haechan aquí, Makku?—pregunta Donghyuck revisando las cosas dentro de su bolso una vez más.

—Si, ya me hacía falta un día de trabajo en casa,
como aún no puedo sacar vacaciones...—y Donghyuck le da un último beso en los labios acomodándose los lentes de sol.

—¡Appa!—grita Baobei.

—Ya voy, niño celoso—ríe, le besa la mejilla y luego el cuello sacándole una risita al pequeño de ya dos años—¿Me vas a pedir un beso igual, Haechannie?

El pequeño morenito con rizos creciendo solo le mira con sus ojos grandes color café iguales a los de un venadito.

—Igual te lo doy porque te amo.

Una vez el joven le besa la frente toma su bolso con una mano y camina de espaldas a la puerta.

—Recuerda, diez y media entra Baobei a la guardería, saluda a Jungwoo de mi parte si lo ves, umh, bueno la rutina de Haechan te la sabes y por favor no le grites tanto a Jisung mientras trabajas si el niño duerme, está bien que se acostumbre pero tampoco me lo traumes, cualquier cosa me llamas y si llegase a demorar porque no se, la junta se alarga, le das un baño a los dos, te amo Markie, muak—y se da la vuelta abriendo la puerta.

—Adiós amor—se despide el mayor.

—Baibai—dice Baobei.

Donghyuck agradecía a todos los dioses que sus bebés no eran de los que lloraban si uno de sus padres se iba, eran tranquilos y ordenados y hacían poquitas rabietas, normalmente solo al pelearse por juguetes en caso de Baobei (a Haechan le importaba muy poco, amaba la televisión) y si se pasaban mucho en la hora de su biberón en caso de Haechan. Pero detrás de todo, eran bien portados y silenciosos, solo alzando la voz cuando querían a sus papás. Donghyuck amaba cuidarlos en casa, pero con los demás chicos habían acordado tener juntas en su cafetería favorita sin niños en honor a sus saludes mentales y que todo fuera cincuenta y cincuenta, era cierto que sus esposos o parejas trabajaban, pero ellos también lo hacían.

Donghyuck camina por la calle con su ropa de marca y que cada día iba eligiendo más y más el mismo porque estaba aprendiendo de modas gracias a Jaemin y Chenle, hoy gozaban de compartir su aire todos los que le pasaban por el lado con su ropa negra que tenía bordes dorados en la chaqueta, además del bolso y los lentes del mismo color.

¿Qué culpa tiene el niño? | Markhyuck (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora