NdA: La leyenda del Supay

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El Diablo en las tierras del sur se llama Supay.

En las tierras argentinas, el diablo viste con las ropas finas de gaucho rico. Generalmente de negro, viaja a caballo y luce espuelas, puñal y rebenque de plata y oro. Aunque no siempre se presenta igual. A veces, y sólo para confundir (puesto que vive en la mentira), viste como un pobre hombre que se sirve de cueros de oveja para soportar el frío. También se lo ha visto como un viejo que gusta de filosofar por el campo, o como un negro andrajoso y sucio.

La interconexión con la cultura católica lo convirtió también en ocasiones en un chivo cabrío de cuerpo velludo, larga barba y pezuñas impresionantes. El llamado Pata i cabra.

Aparezca de una u otra forma, es el causante de las sequías, maleficios, inundaciones o de las pestes que asolan la región. Sus apariciones vienen precedidas por el ruido de un gran trueno, y se dice también, que cuando llega, lo acompaña un intenso olor a azufre.

Algunas leyendas lo ubican viviendo en La Salamanca, rodeado de brujas, cerdos, víboras, mulas y perros negros. Pero suele salir al pueblo los martes y los viernes, que es cuando los seres de mala entraña comenten sus fechorías.

En ocasiones sale por los campos vestido de payador buscando un contrincante digno para desafiar. Y, si bien por lo general derrota a sus adversarios, y se lleva su alma como premio, no han faltado ocasiones en las que Supay pierde la payada; ya que si bien es muy bueno con la guitarra y el arte de improvisar sonetos, tampoco es el mejor.

Supay (Leyendas de la Periferia - Vol. II) (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora